Saltar al contenido principalSaltar al pie de página

Club de Estilo

Valérie Tasso, sexóloga: "Para bajar el cortisol prefiero el orgasmo a la ashwagandha, su efecto es inmediato"

Desde su consulta en Barcelona, combate la falta de deseo y los estragos del porno, principales males hoy de las parejas en la cama. "Una cosa es hablar con naturalidad de sexo y otra cosa es banalizarlo", lamenta la autora del 'best-seller' 'Diario de una ninfómana' (2003)

Valérie Tasso, esta semana en el Shôko Barcelona Lounge Club.

Valérie Tasso, esta semana en el Shôko Barcelona Lounge Club. / ELISENDA PONS

Laura Estirado

Laura Estirado

Barcelona
Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La cita es en un conocido restaurante rozando la arena junto al paseo Marítimo de la Barceloneta. Valérie Tasso, la sexóloga y escritora francesa (La Champagne, 1969), autora de 'Diario de una ninfómana' (2003) -su 'best-seller' novelado y autobiográfico más tarde llevado al cine con sonora polémica porque en Madrid vetaron su cartel-, llega puntual a este 'tête à tête' para hablar de sexualidad, vuelta a la rutina, insomnio, menopausia, cortisol y el papel del placer en todo esto. Temas de candente actualidad en muchas parejas, como las que atiende en su consulta de Barcelona, y desde donde combate, dice, "la falta de deseo" y "los estragos del porno", los peores males de alcoba de hoy en día, afirma.

En sus sesiones prescribe vibradores de última generación de la firma sueca de lujo LELO, de la que es embajadora en España desde hace 11 años, y con la que ha publicado sus últimos manuales sobre sexo, como 'BDSM y sexo quinqui', 'La sexualidad y los sentidos', 'El orgasmo' y 'El deseo'.

Han pasado más de 20 años desde el 'boom' de 'Diario de una ninfómana', aunque luego llegarían otros éxitos como 'Diario de una mujer pública' (2011)' o 'Confesiones sin vergüenza' (2015), ¿cambiaría hoy algo de su primera novela?

Seguramente, pero los libros son de los momentos vitales. Lo escribí desde lo que llevaba dentro sin preocuparme demasiado, y eso, creo, que también está bien. Ahora escribo permanentemente y creo que he mejorado mucho mi estilo. Recurro mucho al humor, como en 'Antimanual del sexo' [2008], en la que desmonto un montón de tópicos.

¿Qué mitos sobre ellas y sobre ellos seguimos arrastrando, y deberíamos enterrar ya?

Sobre las mujeres, que tenemos menos deseo que los hombres. Durante mucho tiempo les ha interesado vernos así, pero podemos sentir deseo igual que los hombres, aunque no es una cuestión de cantidad sino de elaboración. Explicado con una metáfora, en los hombres sería como tener ganas de beber un vaso de agua, y en las mujeres, que nos gusta más el té. Necesitamos más elaboración para ponernos a tono, pero no significa que tengamos niveles de deseo más bajos. En cuanto a los mitos sobre los hombres, hay muchos, pero sobre todo, deberían dejar de preocuparse por el rendimiento sexual. Eso solo es algo que entorpece. El 99% está pensando en su pene, que se ponga erecto de una manera sólida y que dure así mucho tiempo... y eso es un problema. Han de quitarse de la cabeza que el sexo es preliminar, penetración y orgasmo. Eso era el viejo esquema.

Y, ¿cuál es el nuevo?

El que hay ahora, y que debería haber existido siempre, que es jugar, jugar y jugar. Punto. Los sexólogos ya no hablamos de los preliminares porque parecía que era empezar algo para luego acabar algo. Pero no, los preliminares tienen que durar desde el principio al final.

"El viejo esquema del sexo era preliminar, penetración y orgasmo; ahora es jugar, jugar y jugar"

Entonces, lo de contar los orgasmos a la semana, al mes..., ¿lo vamos dejando, no?

La cantidad de orgasmos no es lo más importante, porque si tú empiezas a medir algo puedes generar en las pacientes mucha ansiedad. No se trata tanto de llegar al orgasmo como de tener momentos de placer. El placer puede ser que te den un masaje, que es algo maravilloso, pero es verdad que el autoconocimiento y el autoplacer es superimportante. Si puedes tener dos, tres, cuatro orgasmos a la semana, bienvenidos sean, porque te aseguro que se va a notar. En todo, desde la cara, el humor, en dormir bien. Por ejemplo, un orgasmo antes de dormir es mano de santo.

¿Mejor que tomar ashwagandha para bajar el estrés, el cortisol y dormir bien?

Esa hierba es maravillosa, pero yo prefiero el orgasmo, es más natural. Yo misma la he probado, pero realmente, para un efecto inmediato, el orgasmo.

Pues ahora dicen que está muy de moda esa planta, ¿es que ya no se juega tanto en la cama?

Lo que veo en consulta es un poco desolador. Las mujeres antes no conocían su cuerpo, pero ahora hay más educación alrededor de la anatomía y el placer femenino. Pero los que suspenden asignaturas son los hombres. Por ejemplo, muchos de los que vienen tiene la creencia de que la mujer tiene un orgasmo gracias a la penetración, y me doy cuenta de que muchos no saben dónde está el clítoris.

"Muchos hombres de los que vienen a mi consulta aún creen que la mujer tiene un orgasmo gracias a la penetración"

Son hombres mayores, ¿no?

Recibo en consulta a parejas de largo recorrido, pero también a chicos jóvenes. Y estos, en cuanto a la sexualidad en general, están adoptando unos roles preocupantes, como por ejemplo, mucha violencia, pensando que eso es la sexualidad. El sexo que practican estos jóvenes, no digo todos, sino los que veo en consulta, es un sexo muy basado en el porno. Piensan que la mujer seguro que se lo pasa muy bien cuando la cogen del cuello o del pelo. Y se olvidan de una cosa fundamental, que es el consentimiento. Muchos me dicen, 'bueno, sí quieren', y yo les digo si han preguntado claramente que la chica quería eso. No preguntan, lo dan por hecho. También tengo chicas de 17 que no saben poner límites, que me dicen que a sus novios les gusta el sexo duro y, claro, si le gusta a él... Lo que habíamos avanzado lo ha destruido el porno 'mainstream'. Una cosa es hablar con naturalidad de sexo y otra cosa es banalizarlo.

Y , con el acceso a las pantallas por parte de las nuevas generaciones desde pequeños, supongo que el asunto se agrava.

Es terrible, no te puedes imaginar, no pensaba que hiciera tantos estragos. Para ver porno hay que tener sentido común, y en la adolescencia aún no está formado. Por un lado, hemos avanzado mucho en la visibilización del placer femenino, en la anatomía del clítoris, cuya primera imagen en 3D apareció en 1998. Ahí es cuando tomamos plena conciencia de lo que tenemos las mujeres, de este órgano de placer. Es cuando despega la industria del juguete erótico y, a partir de 2014, los llamados succionadores de clítoris [Womanizer, Satisfyer o el Sona Cruise de Lelo]. Pero por otro lado, esta evolución se ve coartada de alguna manera por la imagen de la sexualidad que da el porno 'mainstream' a los jóvenes.

"Lo que habíamos avanzado lo ha destruido el porno 'mainstream'"

¿Qué otros problemas le explican sus pacientes?

La falta de deseo, creo que es el tema que más nos ocupa en el siglo XXI. Supuestamente, con una sexualidad más entendida, más abierta, resulta que la gente tiene pánico porque ve que su deseo no le está respondiendo. No lo estamos priorizando ni cuidando. Y una vida sexual plena es sinónimo de salud mental y bienestar global. Para hacer que vuelva, yo aconsejo pasar tiempo de calidad con la pareja, intimidad. Me refiero a caricias, mimos, besos... Y si va a más, ¡fantástico!

Suscríbete para seguir leyendo