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Estreno hoy

Así es 'Task', el 'thriller' del creador de 'Mare of Easttown' que apunta a serie del año

Hablamos con el 'showrunner' Brad Ingelsby y el director Jeremiah Zagar sobre la gran apuesta de HBO para este otoño, especie de brillante variación de 'Heat' con Mark Ruffalo al frente de un reparto abrumador

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Mark Ruffalo (Tom), Alison Oliver (Lizzie), Thuso Mbedu (Aleah) y Fabien Frankel (Anthony) en una imagen de 'Task'

Mark Ruffalo (Tom), Alison Oliver (Lizzie), Thuso Mbedu (Aleah) y Fabien Frankel (Anthony) en una imagen de 'Task' / HBO

Juan Manuel Freire

Juan Manuel Freire

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"No sé por qué, pero cada vez que intento hacer algo diferente, acabo volviendo a lo que conozco y escribiendo sobre Pennsylvania y la gente que me resulta más cercana. Seguramente será lo que pase", nos decía hace cuatro años Brad Ingelsby sobre cuál podría ser su siguiente proyecto después de la sonada 'Mare of Easttown'

Y no se equivocaba: con la esperada 'Task' (HBO Max, desde el lunes, día 8), Ingelsby regresa a su estado natal, o para ser más precisos, el condado de Delaware, para contar otra historia sobre un agente de la ley enfrentado a la pérdida y a dilemas con el perdón o la misericordia. La principal diferencia: esto ya no es un clásico 'quién-lo-hizo', sino la paciente descripción de un curso de colisión entre dos personajes. Dos hombres bien diferentes, "pero que espero puedan caer bien por igual", nos dice Ingelsby en una mesa redonda virtual con solo unos pocos medios de todo el mundo. "Si en 'Mare of Easttown' todo se basaba en el juego de adivinar al asesino, aquí la tensión proviene de saber que estos personajes van a chocar en algún momento y no sabremos qué podrá pasar".

A un lado está el agente especial del FBI Tom Brandis (un Mark Ruffalo sin excesivo glamur, de andares encorvados), que ha dejado posiciones de acción mientras intenta recuperarse de una tragedia familiar que, como en 'Mare of Easttown', tardamos cierto tiempo en conocer. Curiosamente, antes de entrar en la Agencia estudió filosofía y fue sacerdote ocho años. Ahora tiene problemas con la fe. "El personaje está ligeramente inspirado en mi tío, un sacerdote agustino que dejó su puesto para casarse con una mujer", cuenta Ingelsby. "Me interesaba un agente del FBI con ese punto de vista: no es el tipo más intuitivo del mundo, no es bueno con la pistola, pero tiene un nivel de compasión que puede considerarse un superpoder". 

Su supervisora (encarnada por la siempre fantástica Martha Plimpton) saca a Brandis de la reflexión y lo recluta para liderar el grupo especial que debe investigar una oleada de allanamientos en narcocasas en los condados de Montgomery y, así es, Delaware. De las nueve casas asaltadas, siete pertenecían a miembros de una banda de moteros, los Dark Hearts, segundos mayores traficantes de fentanilo del noreste. "Debemos dar con ese equipo y evitar una guerra territorial", le dice a Brandis su jefa. 

Para nosotros, los espectadores, ese equipo no es ningún misterio. Ya desde el principio, sabemos que al frente de la operación está Robbie Prendergast (Tom Pelphrey), desastroso pero sensible padre soltero, abandonado por su mujer hace un año y todavía trastocado por la muerte de su hermano. De la crianza de sus hijos se ocupa ahora, básicamente, su sobrina Maeve (Emilia Jones, protagonista de la oscarizada 'CODA'), que además hace la comida para todos. La joven no quiere saber lo que su tío hace por las noches con Cliff (Raúl Castillo), compañero basurero de Robbie y viejo amigo de la familia. 

Nadie es solo bueno o malo

Ingelsby construyó 'Mare of Easttown' a partir del personaje bordado por Kate Winslet, el de una mujer que ha perdido a un hijo y no es capaz de enfrentarse a esa muerte. Ya después se encargó de encontrar una trama en la que involucrarla. Lo que interesa a este guionista es, sobre todo, el factor emocional. "Brad crea misterios y material de género que son dramas en su esencia", dice el director principal de la serie, Jeremiah Zagar ('We the animals', mejor película en el festival Americana de 2019), en entrevista con EL PERIÓDICO. "El género es como una muleta que ayuda a caminar al drama, que sirve para que la gente vea cosas que a veces resultan crudas. Para mí esa es la belleza de la escritura de Brad: cómo nos permite experimentar emociones profundas a través de una óptica de género". 

Al estilo del Michael Mann de 'Heat', Ingelsby busca paralelismos y distribuye equitativamente el metraje entre buenos y malos, héroes y villanos. Aunque quizá no debamos separar en categorías tan férreas a personajes, centrales o secundarios, tan ricos, tan humanos, con relaciones tan complejas. "Trato de acercarme a cada personaje sin hacer juicios y tratando de entender que la gente puede ser muchas cosas a la vez", cuenta el 'showrunner'. "Una de las cosas que más me gustaron de 'Heat' es que querías que De Niro se saliera con la suya, pero también querías que Pacino lo cogiera. Y sabías que esas dos cosas no podían coexistir". 

El denso 'dramatis personae' cuenta como jugadores valiosos con el equipo del propio Brandis: la policía estatal Elizabeth Stover (Alison Oliver, de 'Conversaciones entre amigos'); una inspectora, la sargento Aleah Clinton (Thuso Mbedu, de 'El ferrocarril subterráneo'), y el agente Anthony Grasso (Fabien Frankel, de 'La casa del dragón'), ninguno de ellos con demasiada experiencia. De esto último surgen momentos de levedad que solo hacen que todo resulte más auténtico. "Brad, además, no es estricto con sus palabras", dice Zagar. "Los actores pueden interpretarlas y cambiarlas ligeramente para poder adueñarse de los personajes y hacerlos parecer reales". 

Cine hipnótico

Para Zagar, una de las mejores escenas de la serie, si no la mejor, se desarrolla en el quinto episodio. "Y es la más simple de todas. Son dos personas hablando. Y esa escena representa, creo, el alma de la serie y el alma del cine. Y solo son dos primeros planos de gente hablando". 

En otras ocasiones, sea como sea, 'Task' brilla e hipnotiza gracias a los artificios cinematográficos y de montaje. En el segundo episodio, un inserto inesperado del personaje de Maeve lanza un golpe de corriente por el espinazo del espectador. "Creo que he trabajado con la misma montadora, Keiko Deguchi, en cada uno de mis proyectos. En mi primera película, 'In a dream', pero sobre todo 'We the animals', jugamos con la mezcla de escenas, como hemos vuelto a hacer en 'Task'. Me impactó mucho como lo hacían en [el drama francés sobre el sida] '120 pulsaciones por minuto' y se ha convertido en parte de mi lenguaje".

En el poder emocional e hipnótico de 'Task' cuenta mucho la banda sonora de Dan Deacon, antiguo artista 'indie' de culto que en la ultima década se ha propuesto también sentar cátedra como compositor cinematográfico. "Es un genio –señala Ingelsby–, alguien capaz de hacer cosas realmente diferentes. Enseguida entendió lo que era la serie". Drama y tensión; dolor y acción; tragedia y, con suerte, catarsis

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