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Atlántida Film Fest

Miguel Adrover, de las pasarelas de Nueva York a trabajar en un aljibe de Mallorca: "Nunca me ha interesado la moda"

El documental de Gonzalo Hergueta 'The designer is dead' narra la historia de ascenso y caída del diseñador balear y retrata su solitaria vida actual y su desconocida labor como fotógrafo

Miguel Adrover: ¿quién es el diseñador que se niega a vestir a Rosalía por no denunciar el genocidio en Gaza?

Miguel Adrover, en una imagen del documental 'The designer is dead'

Miguel Adrover, en una imagen del documental 'The designer is dead' / Filmin

Rafael Tapounet

Rafael Tapounet

Barcelona
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Cuando el 7 de septiembre de 2000 el diseñador mallorquín Miguel Adrover (Calonge, 1965) presentó en Nueva York su tercera colección -llamada así, 'La Tercera'-, el mundo de la moda se había rendido literalmente a sus pies. El Consejo de Diseñadores de Moda de Estados Unidos (CFDA) le había otorgado el prestigioso premio Perry Ellis, la jefa de redacción de 'Vogue' Anna Wintour lo perseguía con entusiasmo de fan y un contrato con el conglomerado empresarial Pegasus Apparel Group le garantizaba una generosa financiación. Un año después, el 9 de septiembre de 2001, Adrover presentó la colección 'Utopia', una oda a la multiculturalidad, en un recinto escolar del Lower East Side reconvertido en una suerte de patio árabe. A los dos días cayeron las Torres Gemelas y la carrera del diseñador inició un desplome no tan dramático pero igual de inexorable.

"De repente pareció que yo era simpatizante del enemigo", relata Adrover en un momento del documental 'The designer is dead', que este viernes se presenta en el Atlántida Mallorca Film Fest. Su cuestionamiento del poder hegemónico de las marcas y su fascinación por el mundo islámico lo convirtieron en un elemento sospechoso en una industria que le dio rápidamente la espalda. En 2004, el diseñador presentó la colección 'The americans' con un desfile en plena calle en el que él mismo apareció enfundado en una camiseta con el lema "¿Alguien conoce a un avalista?". Muy poco después, abandonó Nueva York y volvió a casa para regentar un café que había abierto su abuelo en Palma.

Perros y maniquís

Hoy, 25 años después de aquella revolucionaria irrupción en los salones de la aristocracia de la moda neoyorquina, Miguel Adrover vive retirado en un pueblo del sur de Mallorca donde reside solo con sus perros y sus maniquís ("forman parte de mi familia", dice) y donde ha empezado a desarrollar una personalísima obra como fotógrafo que no ha tenido apenas exposición pública hasta el momento. Allí fue a buscarlo la cámara de Gonzalo Hergueta, un cineasta, diseñador gráfico y director creativo cántabro afincado en Nueva York que hace su debut en el largometraje documental con 'The designer is dead', película producida por Little Spain (compañía comandada por Antón Álvarez -alias C. Tangana-, Santos Bacana y Cristina Trenas) y por Juan Pérez de Rozas.

Miguel Adrover y su perro Nin, en 'The designer is dead'

Miguel Adrover y su perro Nin, en 'The designer is dead' / Filmin

Explica Hergueta que buscaba ideas para rodar un corto cuando vio un documental sobre el diseñador Alexander McQueen en el que se mencionaba a Adrover y a partir de ahí empezó una búsqueda un poco obsesiva. "Encontré una dirección de e-mail y le envié un mensaje, convencido de que me iba a mandar a la mierda -señala-. Yo había hecho un cortometraje sobre la fotógrafa Isabel Muñoz ['Hidden glances'] y se lo pasé, sin saber que él entonces ya estaba haciendo fotos. Y eso le debió de picar la curiosidad, porque me llamó por teléfono, como para tantearme. Durante casi un año y medio estuvimos hablando una vez a la semana, y me empezó a contar lo de las series de fotos que estaba gestando, con maniquís y telas, y decidimos hacer un documental sobre eso. La sorpresa fue que, cuando llegamos a su casa, nos dio una caja con todas las cintas de vídeo originales de los desfiles".

Testimonio de primera mano

La llegada de ese material y el respaldo de Little Spain hicieron que el proyecto de corto creciera en metraje y ambición. El otro gran punto de inflexión fue la aparición de la artista canadiense Jennefer Hoffmann, que había trabajado como ayudante y relaciones públicas de Adrover en la etapa neoyorquina y que en la película se encarga de relatar esa historia de ascenso y caída con una mezcla de emocionante nostalgia y punzante lucidez. "Miguel se negaba a hablar de ese periodo, siempre decía: 'Eso que te lo cuenten otras'. Y al final encontramos a Jennefer y tuvimos una conexión brutal. Ella se abrió por completo, me reveló muchas cosas que yo no sabía y me enseñó una caja en la que había guardado un montón de fotos y documentos de la época. Y fue ahí cuando decidí prescindir de otras entrevistas y hacer la película solo con Jennefer y Miguel".

Jennefer Hoffmann, en 'The designer is dead'

Jennefer Hoffmann, en 'The designer is dead' / Filmin

De esta manera, la película pudo eludir el trillado formato de documental hagiográfico con multitud de bustos parlantes (la excepción es la prestigiosísima ensayista y periodista Robin Givhan, ganadora de un Pulitzer) y avanzar por caminos bastante más interesantes, como el retrato del día a día de Adrover en su solitario entorno rural y la documentación de su desconocido pero asombroso trabajo como fotógrafo, que lleva a cabo en un aljibe transformado en insólito estudio. "Allí él se inventa sus historias y crea sus mundos -apunta Hergueta-. Construye unas instalaciones increíbles, las fotografía y luego lo desmonta todo para reutilizar los elementos en una nueva obra. Asistir a ese proceso es una experiencia muy fuerte; yo no había visto algo parecido en mi vida".

Autopistas y senderos

El director no oculta que trabajar con Adrover no ha sido fácil. "Ha sido un proceso muy largo y complejo. Miguel nos pedía que fuéramos siempre con un 'planning' muy exacto de lo que queríamos hacer, pero luego llegábamos y él se encargaba de romperlo todo. Ha habido mucha improvisación. Creo que al final nos ganamos su confianza y la verdad es que nos ha dado muchas cosas". Entre esas cosas está un momento particularmente revelador en el que el diseñador se emociona al exponer su visión de la carrera por la fama y el éxito -una autopista "con las cunetas llenas de coches que se han estrellado"- y reivindicar a quienes, como él, han decidido transitar por senderos más alejados sin saber muy bien adonde conducen.

Gonzalo Hergueta, director de 'The designer is dead'

Gonzalo Hergueta, director de 'The designer is dead' / Albert Font

"Nunca me ha interesado la moda -asegura Adrover-. Lo que me interesa es la vestimenta como una forma de expresión, de comunicación". Esa línea de pensamiento ayuda a entender que, por ejemplo, rechazara recientemente crear un 'look' para Rosalía alegando que la cantante no se había significado en público de manera contundente contra el genocidio en Gaza, abriendo así una polémica tras la que algunos han querido ver trazas de oportunismo ante la inminente presentación del documental. "Creo que cualquiera que vea la película se dará cuenta de que, si algo no es Miguel, es oportunista -subraya Hergueta-. De hecho, él ha rechazado oportunidades muy buenas por ser como es y tener las ideas que tiene".

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