Entrevista

Dennis Lehane: "Lo que estamos viendo ahora en el mundo es que la gente prefiere el relato antes que la verdad"

Entrevistamos al escritor de 'Mystic River' sobre 'Smoke', su nueva serie para Apple TV+ después de la celebrada 'Encerrado con el diablo'

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Dennis Lehane en el estreno de 'Smoke' en el festival de Tribeca

Dennis Lehane en el estreno de 'Smoke' en el festival de Tribeca / Apple TV+

Juan Manuel Freire

Juan Manuel Freire

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Tres años después de 'Encerrado con el diablo', el veterano autor de novela negra y prometedor desarrollador de series Dennis Lehane (Boston, 1965) presenta de nuevo serie en Apple TV+, y con el mismo protagonista, un otra vez sorprendente Taron Egerton. El actor de 'Rocketman' encarna esta vez a un investigador de incendios que recibe ayuda de una detective de la policía (Jurnee Smollett) en su persecución de dos pirómanos. Los giros argumentales (el principal, inspirado en una historia real) vuelan la cabeza.

No estoy seguro de que debamos hablar mucho del caso real que inspiró 'Smoke'. Podríamos caer en el terreno del 'spoiler'. 

Bueno, tampoco sería un 'spoiler' tan grande, ya que la información más delicada se conoce al final del segundo episodio. Lo desvelé pronto a propósito. Es una historia bastante conocida que dio pie al pódcast 'Firebug', en el que nos hemos basado muy libremente para la serie. [Si el lector no conoce dicha historia, quizá quiera saltarse el resto de esta respuesta]. Sobre todo, me interesaba la patología del personaje principal. El hecho de que fuera un investigador de incendios en busca de un pirómano que resultó ser él mismo, y que además escribiera un libro sobre el asunto, me resultaba fascinante. Eso fue, básicamente, lo que cogí del pódcast, junto a un par de pequeños detalles sobre cómo encendía sus fuegos. Por lo demás, me dejé llevar por completo, particularmente con muchos personajes secundarios que no tienen equivalente en la vida real.  

¿Descubrió el pódcast por su cuenta? ¿O alguien le dijo "Dennis, aquí hay una buena serie"?

Me lo enseñó Kary Antholis, su creador y productor. Ya habíamos trabajado juntos en 'Encerrado con el diablo'. Le dije, como le comentaba antes, que lo más interesante era la patología y que no me apetecía contar el resto de la historia. 

Siempre necesita encontrar una puerta de entrada a las historias que le proponen. En 'Encerrado con el diablo' era la posibilidad del (auto)análisis del protagonista, su enfrentamiento a su propia masculinidad tóxica.

Aquí hay algo de eso también, aunque podríamos hablar sobre todo de 'masculinidad performativa'. John Orr [el verdadero investigador] quería verse a sí mismo como un héroe, pero en parte era claramente un villano; estaba en una dualidad constante. Le obsesionaba parecer que era un tipo heroico cuando no tenía nada de eso. Y parecer hipermasculino cuando no lo era en absoluto. Todo ello me parecía interesante y a Taron [Egerton] también se lo pareció.

Egerton parece afianzarse como su actor fetiche. 

Estuvo conmigo ahí desde el principio. Cuando me dispuse a hacer la serie, advertí que solo la haría con él. Así que me acerqué a Taron y le dije: "¿Qué piensas sobre este personaje?". Esto fue antes de que tuviera ninguna historia. Y él me contestó: "Oh, es genial, tío. Adelante con ello". Y fui adelante con ello. Seis meses después, cuando tenía ya toda la historia planeada, volvió a mostrar todo el entusiasmo del mundo. 

Con papeles como los de 'Encerrado con el diablo' y 'Smoke', le está dando la oportunidad de mostrar que puede enfrentarse a verdaderos desafíos.

Taron y yo nos parecemos en que no sabe aceptar un proyecto a menos que algo le dé miedo, que piense que quizá no sepa hacerlo. Me gusta la idea de estar expuesto al fracaso a cada paso. Opero muy bien desde ese espacio y en su caso es igual.

La directora Kari Skogland hace un trabajo increíble. Sabe comunicar la naturaleza obsesiva de Dave y Michelle; la atmósfera es densa, cargada... ¿Qué clase de conversaciones tuvieron sobre el estilo visual?

Fue todo creación de Kari y de Sam McCurdy, su director de fotografia, que es un artista increíble. Sobre todo, les insistí en que no debíamos saber muy bien quiénes eran Dave y Michelle, ni qué relación empiezan a tener. Por eso vemos a Tarin mirando a Jurnee de cierta manera y no sabemos qué quiere decir con esa mirada. Es solo después que empiezas a colocar las piezas. Quería que el público se sintiera un poco desencajado. No quería que sintiera como si estuviera al 100% sobre tierra firme.

¿Qué referencias cinematográficas manejaban? Sobre todo por el argumento, personalmente he pensado en 'El corazón del ángel'… 

Oh, eso está bien. No había pensado en ello. Es un poco desastre, pero es una de mis pelis favoritas. En realidad le dije a Sam McCurdy que mi estilo favorito era casi 'vérité'. Me encantan 'Contra el imperio de la droga' o 'Capitán Phillips', esa clase de películas que te hacen sentir como si estuvieras ahí dentro, como si vivieras en ellas, en lugar de estar viendo un plano bien compuesto. Ya en 'Encerrado con el diablo' buscaba ese estilo, pero ni allí ni aquí acabé teniéndolo [risas]. Con 'Smoke', he acabado teniendo una serie de estilo precioso y rico y sexi y muchas otras cosas. Pero no 'vérité'.

En cierto modo, se introduce usted a sí mismo, a la figura del escritor, a través de los experimentos literarios de Dave. ¿Qué intención había detrás de esta capa metaficcional?

Fue por pura diversión. Una vez entendí que este tipo era un escritor, me hice con el libro real de John Orr y, bueno, no pasé de las dos páginas. Pero quise dar al menos un episodio de margen antes de que supieras si es un buen o un mal escritor. Cuando su mujer le pregunta "¿y si ahora te conviertes en un escritor famoso?", lo dice porque aún no ha leído el manuscrito. También son interesantes los paralelismos entre su necesidad de crear cosas y su necesidad de mentir sobre las cosas todo el tiempo. Lo que estamos viendo ahora en el mundo es algo que se ha venido dando durante miles de años: la gente prefiere el relato antes que la verdad. 

Recuerdo que eligió personalmente a Mogwai para la banda sonora de 'Encerrado con el diablo'. ¿Eligió también a Thom Yorke para componer el tema principal de 'Smoke'?

Descubrimos que Thom era fan de 'Encerrado con el diablo', lo que me voló la mente. No hay mucha gente en el mundo que me imponga ese respeto. Cuando hice un Zoom con él, yo estaba en plan… [hace gesto de deslumbrado]. Me dijeron que le hiciera correcciones a la canción, pero yo no hago correcciones a Thom Yorke. Lo único que iba a hacer era decirle: 'Bien hecho, buen trabajo'".  

Empezó en televisión en la sala de guionistas de 'The wire'. En aquellos días, ¿esperaba estar desarrollando series en algún momento del futuro? ¿O solo exploraba este terreno por mera curiosidad? 

Estaba explorando por curiosidad. Solo empecé a disfrutarlo realmente cuando hice 'Boardwalk Empire'. Me gustaba ir al espacio de trabajo y hablar con gente y resolver problemas en equipo. Con aquella serie me enganché a esto, pero todavía pasaron años hasta que me sumergí del todo. Fue poco después de mudarme a California desde Boston. Vine a California para ver cómo estaban las cosas y acabé quedándome. No podía escribir solo libros, porque este es un sitio muy caro [ríe]. Por suerte, todo se aceleró cuando empecé a trabajar con David E. Kelley en 'Mr. Mercedes'. Ahora me divierto más que al principio, me cuesta menos hacerlo. 

¿Qué es lo que más le gusta del trabajo? 

Sobre todo, es saber que estas palabras acabarán saliendo de las bocas de los actores. Voy a ver esto en una pantalla y después voy a poder coger ese material y montarlo. Me encanta el montaje. Viviría en una sala de montaje. Y me encanta elegir todas las canciones.

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