Entrevista | Horacio Castellanos Moya Escritor

Horacio Castellanos Moya: "No hay progreso moral en la humanidad: el hombre siempre puede regresar a la peor bestialidad"

El escritor salvadoreño retoma con 'Cornamenta' la saga de la familia Aragón, proyecto literario que se le sirve para pasar revista a la historia de su país, marcado a fuego por la violencia y la fractura

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Entrevista con el escritor salvadoreño Horacio Castallanos Mora, que participa en el festival KMAmérica

Entrevista con el escritor salvadoreño Horacio Castallanos Mora, que participa en el festival KMAmérica / MANU MITRU

David Morán

David Morán

Barcelona
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Horacio Castellanos Moya (1967) no planeó sentarse a escribir una imponente saga familiar que recorriera la historia de El Salvador (y alrededores) a lo largo del siglo XX siguiendo los pasos de los Aragón así que, 20 años y 6 novelas después, sigue defendiendo que todo esto es una rara mezcla de azar e intuición. “Este grupo de novelas surgió de una forma muy intuitiva, muy caprichosa, no hay una cronología en el sentido estricto de lo que se concibe como una saga”, relativiza mientras desenreda la madeja de pasiones y violencias que dan forma a 'Cornamenta' (Random House), la última entrega de la serie.

En ella, Clemente Aragón, eslabón que conecta la novela a otros títulos como 'Donde no estén ustedes', 'Tirana memoria' y 'Moronga', vadea como buenamente puede el año 1972 mientras su aventura extramatrimonial, lío de faldas nada menos que con la esposa de un general amigo suyo, se ve arrollada por la realidad política de un país con elecciones y fraude electoral a la vuelta de la esquina.

“No es un personaje que tenga un pensamiento político muy definido; participó muy entusiastamente en un golpe de estado, lo condenaron a muerte y se asustó tanto que se alcoholizó y se hizo alcohólico anónimo. Su lectura de la política es secundaria, porque su lectura del mundo es a través del activismo como alcohólico anónimo”, explica Castellanos Moya, invitado a Barcelona para participar en el festival KMAmérica y embarcado aquí en una tragicomedia política con luchadores enmascarados, alcohólicos anónimos complotistas y militares guerracivilistas. 

"Las elecciones de 1972 fueron muy importantes para El Salvador, ya que fue la última oportunidad para muchos sectores de tomar el poder a través de los mecanismos democráticos, pero el gobierno militar hizo fraude y cerró la vía electoral. Ese fue el germen de la guerra civil”, recuerda. Con todo, los problemas de Clemente no tienen tanto que ver con cuestiones sociopolíticas como con ardores mucho más primarios. “El motor de la historia son las pasiones humanas, que se justifican a través de hechos históricos, coberturas políticas o excusas ideológicas”, sostiene. Y el motor de Clemente, queda claro, es la pura testosterona. Sin más. “Su tara es que un hombre muy lujurioso, una persona que no le hace mala cara a lo adulterio ni a la infidelidad”, resume. 

Barcelona 18/06/2025 Icult. Entrevista con el escritor salvadoreño Horacio Castallanos Mora, que cierra con ''Cornamenta' su ciclo de novelas dedicados a la familia Aragón y participa en el festival KM América. AUTOR: MANU MITRU

Horacio Castallanos Mora, fotografiado en Barcelona / MANU MITRU

Ataduras civilizatorias

De fondo, empapándolo todo, un país a la deriva y una violencia endémica alimentada por fracturas ideológicas y conflictos sociales. "La violencia forma parte de las culturas salvadoreña y latinoamericana. En realidad, forma parte del ser humano. En algunas sociedades está más desarrollada por la permisividad, pero cuando caen las ataduras civilizatorias que el hombre ha venido construyendo, se vuelve a la violencia", diagnostica. 

No hay más que ver, señala el autor, lo que ha pasado en Yugoslavia o lo que está pasando en Ucrania y Oriente Medio. "No hay progreso moral en la humanidad. Hay progreso tecnológico y científico, se puede organizar la sociedad para que la gente viva mejor y tenga mejor calidad de vida, pero no hay progreso moral. El hombre siempre puede regresar a la peor bestialidad. Y eso es muy fácil de olvidar, porque uno vive en la ilusión de que siempre puede ser mejor. Pero no. Desgraciadamente, no es así", lamenta.

Frente a tan aciago panorama, Castellanos Moya se aferra al humor como escudo acorazado y desatascador universal. "Es un mecanismo de defensa ante las extremas violencias y las situaciones absurdas de una sociedad con tanta muerte y tanta impunidad”, asegura. De ahí, añade, que la ironía y la burla hayan calado hondo en sociedades latinoamericanas que han padecido mucha violencia. “El apodo, la denigración, son cosas naturales. Todavía tengo amigos en El Salvador con los que me saludo con un insulto”, ilustra.  

La cárcel de Estados Unidos

Siempre atento a lo que ocurre a su alrededor, asegura Castellanos Moya que es aún pronto para llevar a Nayib Bukele y sus prisiones faraónicas a una novela. "Seis años de gobierno no son nada. En la historia política puede ser mucha, pero para el añejamiento literario no es nada", apunta sobre un presidente que, dice, ha convertido El Salvador "en la cárcel de Estados Unidos". Con todo, añade, si algo sobra en su país son contradicciones y tragedias. “Es como una mina de oro para un escritor. El Salvador, por ejemplo, mató a su principal poeta, Roque Dalton. ¿Qué peor tragedia que un poeta nacional asesinado por sus colegas revolucionarios? En un país en que se dan esas tragedias históricas, imagínate las personales”, señala.  

Instalado desde hace años en Estados Unidos, donde ejerce como profesor de escritura ("si es que se puede enseñar a escribir", ironiza), en la Universidad de Iowa, el autor de 'El hombre amansado' esquiva la polémica y, preguntado por la deriva autoritaria de Trump y sus políticas antiinmigración, tira de prudencia. "No es mi país, no soy ciudadano americano, entonces no me involucro porque no creo que sea pertinente. Me recibieron bien, he estado bien. Cuando la cosa se ponga muy fea me voy a ir, seguramente entonces hable", regatea.

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