Agresión sexual

Otras tres ex alumnas denuncian al profesor del Conservatori del Liceu: "Lo confronté y se puso agresivo, empezó a agarrarme del brazo, intentando besarme"

Los alumnos del Conservatori del Liceu se concentrarán hoy martes a las 12 horas a las puertas del centro "para decir basta"

Una ex alumna se une a la denuncia por comportamiento inapropiado: "Restregaba su paquete por mi espalda y con el antebrazo me tocaba el pecho"

La Asociación de Alumnos de la Esmuc condena la agresión sexual del profesor del Conservatori del Liceu y pide su "suspensión inmediata"

Un profesor del Conservatori del Liceu, acusado de tocamientos a una alumna: "Es muy baboso y muy tocón"

Fachada del Conservatorio el Liceu en la calle Nou de la Rambla.

Fachada del Conservatorio el Liceu en la calle Nou de la Rambla. / MANU MITRU

Alba Giraldo

Alba Giraldo

Barcelona
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Nuevas acusaciones contra el profesor de guitarra clásica del Conservatori del Liceu acusado de una presunta agresión sexual hace un año y medio a una alumna del centro, una información avanzada por EL PERIÓDICO. Tres alumnas más han ofrecido sus testimonios a este diario tras conocer la denuncia interna por "tocamientos íntimos" interpuesta por una joven de 18 años en enero de 2024. "He visto el titular de la noticia y, al momento, he sabido de quién hablaba", declara una de las jóvenes que se ha puesto en contacto con este diario a raíz de la información publicada.

Uno de los testimonios, pianista y guitarrista, también sufrió los supuestos abusos de S. V. entre 2012 y 2016, cuando ella tenía entre 22 y 25 años, en las clases de música de cámara del conservatorio y, más tarde, dentro de la Orquesta de Guitarras de Barcelona, que el profesor fundó y sigue dirigiendo actualmente. "Se pasaba de manoseo, era baboso y asqueroso", denuncia. "Me iba tocando, restregaba su paquete por mi espalda y con el antebrazo me tocaba partes íntimas como el pecho. Me llegó a meter la mano casi en la entrepierna", explica. "Recuerdo ir a clase pensando en que a este señor no se le pasara por la cabeza hacer el loco y sobrepasarse", lamenta.

Un hotel por horas

La joven narra que llegó a hacer clases particulares con él en su domicilio particuar. "Uno de los días que se sobrepasó me dijo de ir a tomar algo. Cuando me di cuenta estaba en delante de una especie de hotel por horas y me fui", explica. El momento más complicado, explica, llegó durante un viaje de la orquesta en el que hicieron noche fuera de Barcelona. "Bebió bastante, iba sobrepasado, se puso de rodillas y me dijo que estaba enamorado de mí, que dejaría a su mujer y a su hijo por mí. Yo lo confronté y se puso agresivo, empezó a agarrarme del brazo, intentando besarme en público. Allí empecé a ser consciente de lo que estaba sucediente", manifiesta.

En ese momento, que coincidía con su último año de grado superior del conservatorio, decidió desvincularse de la orquesta y acabar el curso manteniendo el mínimo contacto con él. Otros docentes y miembros de la dirección del Conservatori con los que comentó lo sucedido le dijeron que "estaba exagerando" y que S. V. "era muy cariñoso". La pianista no denunció por miedo a ver su carrera arruinada. De hecho, tiempo después, cree que sufrió las consecuencias de haberle confrontado. "Me presentaba a formaciones y se me rechazaba. Luego veía que él estaba detrás", lamenta.

Las manos "un poco largas"

Otro caso compartido por otra exalumna a raíz de la noticia sucedió hace más de 20 años, durante un curso de verano de una semana en una localidad de Lleida, una actividad desvinculada del Conservatori donde también había menores de edad. Allí, una joven violinista que acababa de cumplir entonces los 18 años sufrió tocamientos de S. V. durante las clases. El primer día se reunieron para formar agrupaciones con las que harían sus prácticas de cámara (pequeños grupos de dos o tres personas de distintos instrumentos que tocan juntos), pero el profesor decidió que esta alumna solo haría clases con él y no en grupo. "Me dijeron que a mí me tocaba hacer clase a solas con S. V. Yo al principio pensaba que era algún alumno y que haríamos un dúo, luego vi que era el profesor", detalla la afectada. "Una de las profesoras me dijo: 'S. V. te ha elegido, quiere hacer clases contigo. Te aviso de que a veces tiene las manos un poco largas, pero tú eres fuerte y valiente, le sabrás parar los pies'", explica.

La joven hizo unas cuatro o cinco clases con él y desde el primer momento el profesor tuvo una actitud que la "incomodaba". "Hacía ver que se le caía el lapiz para restregarse contra mí, me tocaba la parte baja de la espalda para que me colocara más recta, me decía que iba a triunfar porque era muy guapa y me prometía que él me iba a abrir puertas en la música", asegura. Llegó un día en el que el docente le dijo que estaba todas las clases ocupadas y que, por tanto, tenían que reunirse en su apartamento. "Yo lo justificaba, pensaba que no podía ser tan evidente y que todo eran imaginaciones mías", comenta. Sin embargo, al llegar al piso, desde la puerta, vio que la situacion no se correspondía con la docencia. "No se trataba de un ensayo", recuerda. "No llegué ni a entrar, decidí irme antes", explica.

Miedo en el aula

Otra tercera alumna sufrió hace unos cuatro años la "incomodidad" dentro del aula junto al mismo profesor, S. V. "Se acercaba mucho para hablar contigo, te cogía de la pierna, del cuello y de los hombros. Casi me había llegado a tocar el culo y los pechos", explica, una circunstancia que era "recurrente" durante las clases. "Me cogía del muslo y apretaba, me cogía por la cintura y me acercaba a él o del cuello para hablarme de cerca", asegura.

En las clases de instrumento es inevitable que haya contacto físico, pero esta exalumna explica que otros profesores suelen pedirle permiso "para tocarle la espalda, las manos o los brazos" y, en cambio, él lo hacía "en circunstancias extrañas y zonas que no tocaban". "Yo tenía mucho miedo porque él lo normalizaba mucho. Era incómodo y no sabía cómo reaccionar. Sufría cada vez que tenía que ir a clase pensando si me iba a tocar o no", expresa.

A cargo de una orquesta de niños

S. V. dirige también cada año una macro orquesta con niños pequeños de las Escoles vinculades al Liceu. “No entendemos por qué, si el conservatorio tiene constancia de todas estas denuncias, no hace nada y además lo pone a cargo de menores”, manifiesta una de las afectadas. Además, este verano también estará dando una ‘masterclass’ en el Campus Emili Pujol – Guitar Clinic en Torrebesses, donde habrá menores de edad.

S. V. utiliza sus clases en el conservatorio para fichar alumnos para su Orquesta de Guitarras de Barcelona. “El mundo de la guitarra clásica es complicado, no piensas que puedas tocar en grandes recintos, y la orquesta de guitarra lo hace -ha llegado a ofrecer conciertos en el Palau de la Música-. Por eso todos queremos entrar cuando estamos estudiando”, detalla una exalumna. "Te da una oportunidad laboral en un mundo que es muy precario", añade otra afectada. De hecho, el trabajo de V. al frente de esta agrupación ha sido reconocido a nivel internacional y ha sido nominado Director invitado de la ‘European Guitar and Mandolin Youth Orchestra’ y el Ayuntamiento de Barcelona le ha concedido una Mención de Honor “por su labor pedagógica y de difusión cultural de la ciudad”.

Concentración de los alumnos

Ante esta situación, que al parecer era un secreto a voces dentro del centro, los alumnos del Conservatori del Liceu se han organizado y este lunes han habilitado un correo electrónico para recibir denuncias de otros alumnos de manera anónima (testimonisliceu@gmail.com). Además, se concentrarán este martes a las 12 horas a las puertas del centro en la calle Nou de la Rambla "para decir basta" y "por las víctimas, por el derecho a estudiar, trabajar y crear en un entorno seguro, libre y digno".

Por su parte, el conservatorio, que se encuentra ahora mismo en la recta final del curso y en época de exámenes, ha emitido este lunes un comunicado en el que reiteran su "compromiso firme con un entorno educativo seguro, respetuoso y libre de cualquier forma de acoso" y una política de "tolerancia cero" hacia cualquier tipo de acoso. También esgrime la protección hacia "todas las personas que se puedan sentir afectadas". S.V. sigue impartiendo clases en la institución.

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