Agresión sexual

Un profesor del Conservatori del Liceu, acusado de tocamientos a una alumna: "Es muy baboso y muy tocón"

Una estudiante del grado superior del conservatorio de 18 años denunció hace un año y medio a un docente por “tocamientos en sus partes íntimas”

El centro cambió de clase a la alumna y a otras compañeras que pidieron que dejara de ser su profesor

Fachada del Conservatorio el Liceu en la calle Nou de la Rambla.

Fachada del Conservatorio el Liceu en la calle Nou de la Rambla.

Alba Giraldo

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Barcelona
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El Conservatorio del Liceu de Barcelona recibió en enero de 2024 una denuncia interna por parte de una alumna por agresión sexual (presuntos tocamientos en sus partes íntimas) contra el profesor de guitarra clásica S.V., así como una acusación de otra estudiante por acoso y una cercanía inapropiada durante las horas lectivas, según ha podido saber EL PERIÓDICO.

El centro ha recibido además al menos una decena de peticiones de cambio de profesor -en los 30 años que lleva ejerciendo su labor en el conservatorio- por sus actitudes dentro del aula. A pesar de los hechos denunciados, S.V. sigue impartiendo clases en la institución.

Una estudiante del grado superior del conservatorio (lo que sería correspondiente a la carrera universitaria de música) de 18 años, denunció hace un año y medio a V. por “tocamientos en sus partes íntimas”, según algunas fuentes cercanas a la víctima, antes de un concierto de la Orquesta de Guitarras de Barcelona, entidad de renombre en el mundo de la música clásica que el profesor dirige. “Era su profesor de música de cambra. En clase la acosaba, le hacía preguntas incómodas sobre su vida y tocamientos próximos, en zonas como el muslo y las rodillas, con la excusa de enseñarle a tocar”, añade una testigo.

"Sentimos una desprotección total"

La relación más íntima de la joven con el profesor comenzó cuando el docente la fichó para formar parte de la Orquesta de Guitarras de Barcelona, una agrupación que el propio docente fundó y que está desvinculada a las clases oficiales del conservatorio Liceu. “Es su dinámica: es profesor del Liceu, conoce a alumnos y, si le cuadran, los ficha en su orquesta”, explican. Los hechos ocurrieron poco antes de un concierto de la banda hace un año y medio. Tras lo ocurrido, la joven dejó la orquesta, denunció al conservatorio los tocamientos y pidió un cambio de profesor.

La joven se dirigió al centro profesional para explicar la situación y el conservatorio hizo constar todo lo ocurrido en una declaración por escrito que redactó la alumna junto a la directora, que desde 1999 es Maria Serrat, y una responsable de administración. Un documento en el que finalmente constó por escrito lo ocurrido “muy por encima”, con muy pocos detalles, según las compañeras de la víctima, que definen el acompañamiento por parte del centro como “nulo”. “Ante esa situación, la directora le respondió: ‘Yo ya le digo a S. que me toque a mí’. Sentimos una inseguridad y una desprotección total por parte del centro”, explica una de las exalumnas.

La respuesta del centro

Dentro de la Fundació Conservatori Liceu existe una Comisión de Igualdad, integrada por la directora, un responsable de Recursos Humanos y personal de administración, para hacer frente a estas situaciones y aplicar su ‘Protocolo de Prevención y actuación ante el acoso’. Las personas afectadas tienen que dirigirse a este comité a través de un correo electrónico explicando lo ocurrido. A continuación, la comisión se reunirá con ellas y “redactará un acta de cada caso con las acciones y procedimientos seguidos, tomará medidas para prevenir casos futuros y guardará informes de lo sucedido, ofreciendo en todo momento acompañamiento a la persona afectada”, según el documento. Asimismo, añaden que, “en caso de que la conducta objeto de denuncia pueda ser considerada como acoso […] se iniciaría un procedimiento formal de comunicación a los organismos públicos competentes”.

Fachada del Conservatorio el Liceu en la calle Nou de la Rambla.

Fachada del Conservatorio el Liceu en la calle Nou de la Rambla. / Manu Mirtru

EL PERIÓDICO se ha puesto en contacto con el Conservatori para preguntar por los hechos y las medidas que el centro tomó en relación al docente. “El Conservatorio actuó de forma inmediata en cuanto recibió, hace más de un año, la comunicación de un estudiante. Se activó el Protocolo establecido, manteniendo en todo momento la confidencialidad y el acompañamiento necesario a la persona afectada”, responden desde la institución.

“La estudiante expresó su voluntad de no interponer una denuncia formal, pero sí de no mantener ningún tipo de relación ni coincidencia académica con el profesor. Esta voluntad fue plenamente respetada: se aplicaron medidas específicas para evitar cualquier interacción entre ambas partes, reubicando también a otros dos estudiantes que, por solidaridad, solicitaron no coincidir con el docente”, añaden desde la Fundació Conservatori Liceu. El profesor aceptó “por escrito” estas medidas, que todavía “se mantienen vigentes” a día de hoy.

Ante esta situación, el conservatorio no avisó a los organismos públicos competentes, un procedimiento que ellos mismos indican en su Protocolo y que tendrían que haber seguido a pesar de que la víctima no quisiera interponer una denuncia a las autoridades. Además, pese a que la dirección del centro conocía los hechos, ha seguido trabajando en él.

“Es muy baboso y muy tocón"

Al menos una decena de alumnas (y también algunos chicos) han pedido cambio de profesor desde hace más de 10 años. Algunas lo solicitaron tras conocer la denuncia contra el docente y constatar la incomodidad que podían llegar a sentir con él en las clases. “Es muy baboso y muy tocón”, declara una exalumna a este diario. Otras que pidieron un cambio de docente lo definen como un “mal profesor”, “narcisista” y “manipulador”. “Te decía que te iba a conseguir conciertos en eventos importantes y, cuando tú conseguías algo por tus propios méritos, te decía que había sido gracias a él y sus contactos. Luego te enterabas de que él no tenía nada que ver en todo eso”, asegura una joven.

S. V. es profesor del conservatorio desde hace más de 30 años. El guitarrista se graduó en el centro y después siguió su carrera como docente allí mismo, siendo en sus inicios uno de los únicos profesores de guitarra clásica que tenía el Liceu. Hace más de diez años, una alumna pidió a la dirección que le cambiaran el profesor porque sentía que no le enseñaba nada. “Cuando se enteró, se puso a llorar en la clase como si fuera mi pareja y hubiéramos roto”, comenta la afectada. A pesar de haber superado con un sobresaliente la anterior evaluación, decidió suspenderla “seguramente por venganza”. “Desde el conservatorio me dijeron que era mi palabra contra la suya”, declara.

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*Fe de errores

En una versión anterior de la noticia se afirmaba que el profesor admitió “los hechos” relatados por las alumnas del Conservatori. El profesor no reconoció los hechos, sino que solo “aceptó por escrito las medidas” adoptadas por el Conservatori tras las quejas por presunto comportamiento inapropiado de las alumnas.