Regreso del proyecto pop

El Petit de Cal Eril, artista: “La música vive un gran momento de público masivo, pero si se olvida el ‘underground’ luego no saldrá nada”

El grupo de Joan Pons presenta su nuevo álbum, ‘ERIL ERIL ERIL’, tras una pausa de casi tres años, en un ciclo de cuatro conciertos singulares, dentro de “un globo aerostático convertido en un iglú de viento”, a partir de este martes en el Ideal

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Entrevista con el músico y cantante 'El Petit de Cal Eril'.

Entrevista con el músico y cantante 'El Petit de Cal Eril'.

Jordi Bianciotto

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Barcelona
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El Petit de Cal Eril hizo mutis el 11 de septiembre de 2022, noche del cierre de gira de su álbum ‘N.S.C.A.L.H.’. Ahora vuelve con ‘ERIL ERIL ERIL’ y los cerca de tres años transcurridos parecen una eternidad en esta escena pop catalana que cambia a gran velocidad. ¿No tuvo miedo de verse descolocado entre ‘julietas’ y ‘tyets’? “Podría haberlo tenido, pero he intentado no ponerme esta presión. Lo que más me agobiaba era ver si era capaz de hacer canciones buenas, que perduren”, cuenta el factótum del grupo, Joan Pons, consciente de que El Petit de Cal Eril ya hace tiempo que dejó de ser “una joven promesa”. 

Su nuevo álbum, el noveno, responde por ‘ERIL ERIL ERIL’, título que transmite “una reafirmación”, dice. “Como decir: nosotros somos esto”. Aunque El Petit de Cal Eril luce algo cambiado, sin dejar de ser él mismo, como insinúa en la primera canción, ‘Jo ja no soc qui era’. “¿No te pasa esto, que sientes que ya no eres el mismo que antes?”, pregunta Pons al periodista. Sí, y a la vez todo lo contrario. “Exacto, 100%. Pues de eso va esa canción, de ti y de tu núcleo, tu alma, y cómo cambia todo alrededor, y tú también”.

Entrevista con el músico y cantante 'El Petit de Cal Eril'.

Entrevista con el músico y cantante 'El Petit de Cal Eril'. / R. Cugat

En ‘ERIL ERIL ERIL’ no hay teclados y son las guitarras eléctricas las dominadoras, en contraste con los últimos discos. A Pons no le ha preocupado tanto la pulcritud del sonido como la energía, obtenida al grabar todos los músicos juntos, en directo, en el estudio. Él sentía que “el tipo de discos” que estaba haciendo el grupo en los últimos años “se había llegado a agotar”. Ahí, observa que “el acto de tocar no estaba presente en ninguno de los álbumes” y esta vez se trataba “no tanto de buscar la toma perfecta sino la que tuviese vida”. 

Crudo y sin teclados

Lo llamativo es que los cómplices de Pons siguen siendo los mismos: Jordi Matas, Ildefons Alonso y Dani Comas, y solo Artur Tort (el teclista) se ha tenido que desmarcar temporalmente por sus compromisos (razón por la cual su instrumento quedó fuera del disco). “Pensamos que hacer un álbum sin teclados nos ayudaría a cambiar mucho. Es un disco muy crudo, que conecta con algunos antiguos, ‘Vol i dol’ (2010) y ‘La figura del buit’ (2013)". Con embestidas de electricidad (‘La por i l’oblit’), quiebros melódicos sutiles (‘Riu avall’) y un ‘tour de force’ con tacto krautrock (‘Totes les lleis dels homes’). Sí son novedad los cómplices a la producción y grabación, el estadounidense Luke Temple y el asturiano Paco Loco.

La publicación de ‘ERIL ERIL ERIL’ se anunció con tan solo dos semanas de antelación, y no se extrae del álbum ningún sencillo. “Estoy muy cansado de los ‘singles’. Estamos un poco de vuelta de esto. No va conmigo”, medita Joan Pons. Hay un video, pero poco convencional: dura 37 minutos y en él aparecen los primeros planos de 300 personas en expresión libre mientras suenan una a una las doce canciones. Espontáneos cazados del entorno de Cal Eril, desde sus tres hijos a colegas como David Carabén, Joan Miquel Oliver, Clara Viñals, Miqui Puig, Mazoni, Martí Sales… “Una pieza muy emocionante e hipnótica, y deja mucho espacio para escuchar el disco entero”.

Entrevista con el músico y cantante 'El Petit de Cal Eril'.

Entrevista con el músico y cantante 'El Petit de Cal Eril'. / R. Cugat

El alimento ‘underground’

Joan Pons dice haber llegado a un punto en el que no se muerde la lengua a sus 43 años. “Ya tengo una edad y debo podr decir qué cosas no me gustan. Como Spotify, que es muy perjudicial para la música e injusto con los grupos pequeños, y el problema que Catalunya tiene con los conciertos en salas. Nos debería preocupar”, cavila. “La música vive un gran momento de público masivo y eso está bien, pero el ‘mainstream’ siempre se ha alimentado del ‘underground’ y, si eso se olvida, luego no saldrá nada”. De la escena en catalán le interesan “los ‘micromundos' de Remei de Ca la Fresca, Dan Peralbo i El Comboi o Gavina.mp3, grupos que me sabe mal que no puedan hacer 40 conciertos tocando por salas de toda Catalunya”. Mandan bastante las fiestas mayores. “Y no puede ser que ahí solo toquen Figa Flawas”.

El Petit de Cal Eril hará está vez “menos actuaciones y más especiales”, empezando por las cuatro que, a partir de este martes, ofrecerá en el Ideal, Centre d’Arts Digitals, donde músicos y público se colocaran dentro de un “globo aerostático convertido en un iglú de viento”, diseñado por Jordi Enrich. Le seguirán conciertos en Lleida, Tarragona y Girona. Y más adelante, ya se verá. Pons opera a su manera. “Eril es un milagro y estoy orgulloso del nivel al que hemos llegado sin ser ‘mainstream’”.

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