Centro cultural

La ampliación del aeropuerto compromete el futuro de la Casa Gomis, por la que el Ministerio de Cultura pagó 7,2 millones

El ministro Urtasun expresa su "preocupación" y pide una reunión a Aena y Transportes para analizar las consecuencias que el proyecto tendrá en la viabilidad de la finca como centro cultural

El MNAC gestionará la Casa Gomis en El Prat, que abrirá al público en 2026

El ministro Ernest Urtasun, en la Casa Gomis, el pasado enero

El ministro Ernest Urtasun, en la Casa Gomis, el pasado enero / Zowy Voeten

Rafael Tapounet
Alba Giraldo
Barcelona
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Apenas ha pasado un mes desde que el Ministerio de Cultura anunció la cesión al Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC) de la gestión de la Casa Gomis, pieza emblemática de la arquitectura racionalista del siglo XX en Catalunya, ubicada en el paraje natural de La Ricarda, en el Delta del Llobregat. La idea era -¿es?- que una vez concluyan las obras de reforma y mantenimiento del edificio sufragadas por el Ministerio (que en enero desembolsó 7,2 millones de euros para hacerse con esta joya arquitectónica), la Casa Gomis quede integrada dentro del mapa museístico catalán y el MNAC se haga cargo de la programación de las visitas y de las actividades culturales que allí se celebren. Sin embargo, el acuerdo con la Generalitat para la ampliación del aeropuerto de Barcelona-El Prat abre ahora de nuevo un interrogante sobre el futuro de la obra maestra de Antoni Bonet Castellana, y así lo ha reconocido el propio ministro de Cultura, Ernest Urtasun, que ha expresado su "preocupación" y ha pedido una reunión a Aena y al Ministerio de Transportes para analizar la situación.

Cuando el Ministerio de Cultura adquirió la finca, Urtasun subrayó que en ese momento no había sobre la mesa ningún proyecto de ampliación del aeropuerto que afectara a La Ricarda. De hecho, no faltaron las voces que apuntaron que la creación de ese nuevo centro cultural era en parte una maniobra para obstaculizar el crecimiento de la tercera pista del aeródromo, cuya cabecera está a solo 400 metros de la edificación. Pero también desde el bando conservacionista hubo quien alertó de que la operación de compraventa podía allanar el camino a una futura ampliación, al eliminar a un intermediario privado.

Un grave problema de accesos

El proyecto de ampliación anunciado esta mañana por Salvador Illa dispone que esa tercera pista se prolongará 500 metros en dirección al lago de La Ricarda. De este modo, la Casa Gomis quedará encajonada entre la pista del aeropuerto, la zona lacustre y el mar, circunstancia que complicará considerablemente los accesos y pondrá en entredicho la viabilidad de la finca como espacio de visitas (“se convertirá en un cadáver”, han advertido arquitectos y ecologistas). A ese problema de comunicación hay que añadir el ruido de los aviones, que ya antes de la ampliación resulta ensordecedor y que supondrá una interferencia difícil de soslayar a la hora de programar actividades culturales. Aun así, los técnicos del Govern aseguran que la histórica edificación no quedará afectada.

EL PRAT DE LLOBREGAT 07/01/2025 Cultura. La Casa Gomis con el ministro cultura Urtasun. FOTO de ZOWY VOETEN

La Casa Gomis, obra del arquitecto Antoni Bonet Castellana. / Zowy Voeten

Horas después del anuncio del proyecto de ampliación, Ernest Urtasun ha mostrado su rechazo total al plan presentado por Illa. "Como socios del gobierno de coalición en el Estado, nosotros no compartimos este proyecto", ha manifestado el ministro y portavoz de Sumar en un encuentro breve con los medios a las puertas de la estación de Sants. Asimismo, ha expresado su "preocupación" por las posibles consecuencias que podría tener la ampliación del aeropuerto sobre el futuro de la Casa Gomis, "una joya arquitectónica del racionalismo catalán". "En este sentido, les traslado que he pedido una reunión a Aena y al Ministerio de Transportes para ver qué afectaciones tendría este proyecto en nuestro patrimonio, que, como autoridades culturales, estamos intentando proteger", ha anunciado.

"Monocultivo turístico"

Según Urtasun, la ampliación del aeropuerto "supone un paso hacia atrás" y promover un modelo económico "basado en el monocultivo turístico, con todas las problemáticas que está comportando esto en nuestras ciudades". "Trabajar para aumentar la carga de capacidad del aeropuerto de los 50 millones de pasajeros actuales a los 70 es apostar por un modelo productivo que nosotros en ningún caso compartimos", ha declarado el político barcelonés.

Urtasun también ha hecho constar su inquietud ante "las afectaciones ambientales que [el proyecto] puede tener, no solamente el Remolar y la Ricarda; en un contexto de emergencia climática -ha añadido-, seguir multiplicando el tráfico aéreo es un error". El ministro ha expuesto que la "prioridad absoluta" tendría que ser trasladar a los pasajeros del avión al ferrocarril y, en el área metropolitana de Barcelona, "invertir en la infraestructura cotidiana de miles de ciudadanos, que es el Rodalies". Finalmente, el ministro ha asegurado que serán "estrictamente vigilantes" con que el proyecto final que se lleve a cabo "no vulnere ni derechos ciudadanos, ni ambientales, ni patrimoniales". "Trabajaremos porque una ampliación como la que se ha anunciado esta mañana no se produzca", ha zanjado.

Construida entre 1957 y 1963 por encargo del matrimonio formado por el ingeniero Ricardo Gomis e Inés Bertrand, que querían una residencia de veraneo diseñada de acuerdo con los postulados de la arquitectura moderna, la Casa Gomis no solo es un referente del racionalismo con escasos equivalentes en Catalunya (tal vez ninguno), sino que es también un capítulo importante de la historia cultural del país, ya que sus salones acogieron una parte de las actividades musicales y teatrales que organizaba el Club 49 y por ellos pasaron artistas e intelectuales de la talla de Joan Miró, Antoni Tàpies, Mestres-Quadreny, John Cage, Robert Gerhard, Joan Brossa y Merce Cunningham. El éxito de público que supuso su inclusión como sede de la última edición de la bienal cultural Manifiesta es buena prueba del interés que despierta esta joya arquitectónica.