Novedad editorial

Pilar Adón, Premio Nacional de Narrativa: "Para mí el encierro está relacionado con la libertad"

La multigalardonada autora publica el libro de relatos 'Las iras', poblado por mujeres heridas que acaban convirtiéndose en monstruos

Entrevista a la escritora Pilar Adón, que publica 'Las iras'.

Entrevista a la escritora Pilar Adón, que publica 'Las iras'.

Elena Hevia

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Barcelona
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Pilar Adón (Madrid, 1971) es un verso libre en la floreciente pero un tanto uniformizada literatura española actual. El suyo es un mundo cerrado e íntimo que solo le pertenece a ella, poblado por adolescentes y mujeres solitarias, acumuladoras de violencia soterrada, seres heridos que se sienten víctimas y que como reacción acaban convirtiéndose en monstruos. La autora publicar ahora ‘Las iras’ (Galaxia Gutenberg), un libro de relatos que sigue a ‘De bestias y aves’, premiadísima novela con la que amplió lectores tras conseguir el Nacional de Narrativa, el Francisco Umbral, el Cálamo y el de la Crítica. A partir de ese mundo casi de terror que es el suyo alguien podría deducir que Adón es una mujer arisca y difícil, pero no hay nada de eso en la acogedora conversación de una autora (y editora del sello Impedimenta) que a sus 53 años sigue conservando una apariencia de niña sabia y traviesa. 

¿De dónde surgen las atmósferas esquinadas e inquietantes de sus obras de ficción? 

Yo vengo escribiendo sobre el aislamiento, el miedo, la naturaleza y las mujeres desde mi primer cuento, hace unos cuantos años, en el que una jovencita se encerraba en una habitación y no salía de ahí. Lo que primaba entonces era el realismo social y urbano y yo no escribía así. Una escritora amiga, cuyos libros tenían entonces más salida que los míos, me preguntó por qué escribía esas cosas tan extrañas y yo lo sentí como un bofetón. Pero sencillamente es lo que me llama y por decirlo de alguna manera, un mandato al que obedezco. 

Isaiah Berlin decía que los escritores se pueden dividir entre zorros y erizos, dando por sentado que los zorros saben muchas cosas, y los erizos solo una, pero muy importante. 

(Ríe) Diría que yo soy un erizo. Totalmente. Una y otra vez repito los mismos temas. De libro en libro me da la sensación de que los paisajes son el mismo y también lo son las mujeres que lo habitan. Siento que son parte de una historia que no termina nunca. Y es que a mí como escritora y como lectora no me gusta que las cosas finalicen.

La escritora Pilar Adón en Barcelona.

La escritora Pilar Adón en Barcelona. / Zowy Voeten / EPC

Alguna vez ha dicho que aísla a sus personajes para que sean libres. ¿Me explica la paradoja? 

Siempre, desde que de pequeña me encerraba para leer a mis anchas, he sentido que estar aislada mientras te encuentras rodeada de naturaleza te libera de muchas presiones sociales. No tienes que prepararte para los demás, ni sentir que te enjuician u opinan sobre ti y puedes dedicarte a leer, pintar o mirar por la ventana. Para mí el encierro está muy relacionado con la libertad. 

En estos cuentos, y en sus libros en general, suele haber una violencia latente que inquieta mucho porque no sabes cuándo va a estallar. 

Pero no hay fuerza física, ni sangre. No hay en absoluto un lenguaje agresivo. Es el lector quien debe imaginar el peligro de una violencia relacionada con el horror y también con la belleza, una dualidad que ha inspirado al Romanticismo. Los abismos, la noche, las tormentas… todo eso está muy presente en estos cuentos y me he dejado llevar por ese espíritu. 

Estas niñas terribles han creado sus propias reglas, son extraños rituales que, se diría, tienen un origen bíblico.

El primer ser de la Biblia que sintió ira fue Caín y no solo cuando mató a su hermano, también padeció la ira de Dios. Las niñas de mis relatos tendrían que haber sido cuidadas, pero no lo han sido y esto hace que se revuelvan y que en cierta manera arrastren la marca de Caín. Hay quien ha pensado que están en un purgatorio penando sus pecados. Sí, claro, todo esto es bíblico.

Entrevista a la escritora Pilar Adón por su libro de cuentos, Las iras.

Entrevista a la escritora Pilar Adón por su libro de cuentos, Las iras. / Zowy Voeten / EPC

Imagino que los cuentos de hadas también forman parte de su genealogía. 

Eso y las historias que las mujeres del pueblo de mis padres contaban en la puerta de sus casas. Historias tremendas que te ponían los pelos de punta. Tuve suerte de escucharlas y de que no me dieran los cuentos expurgados. Recuerdo la inquietud que me produjo que la protagonista de las zapatillas rojas decidiera cortarse los pies para detenerse de una vez y que los pies escaparan bailando. Era un terror exquisito. 

Con esas mujeres que son más verdugos que víctimas, ¿en qué medida cree que su feminismo se ha filtrado en sus ficciones? 

En Impedimenta hemos publicado un libro, 'Damas asesinas', y la autora sostiene en el prólogo que durante mucho tiempo las mujeres no hemos sido capaces de convertirnos en asesinas en serie. Por supuesto que era un halago pero también se puede interpretar como una incapacidad para el mal. Por eso le he dado la vuelta a esa idea a través de esas niñas que se han desprendido de sus lacitos y su candor para convertirse en figuras terribles. 

¿Ha disfrutado imaginándolas?

Pues sí. Yo me lo paso muy bien escribiendo.