Ana Belén, con poder y un vigor juvenil en el Palau

El álbum que anunció a finales de 2024 se hace esperar, pero Ana Belén destapó cinco de esas nuevas canciones este viernes en el Palau (festival Guitar BCN), en el concierto encuadrado en su gira ‘MÁS D ANA’. Pasaron seis años desde su anterior campaña, ‘Vida’, que recaló en el mismo escenario, un período más largo de lo hubiera preferido, vino a decir. “Estoy aquí porque lo necesitaba. Necesitaba subirme y cantar, y tener un nuevo y pequeño trabajo que enseñaros’, confesó tras abrir con ese llamamiento a la conciencia universal que es ‘Solo le pido a Dios’ (y que el dolor, la guerra y el engaño no nos sean indiferentes), el clásico del argentino León Gieco.

Ahí estaba ella, de blanco, sonriente y cordial, como siempre fue, y con la voz en excelentes condiciones. Cantante de técnica impecable, siempre un poco actriz, dominando el cuadro y fundiéndose poco a poco con algunos números canónicos de su catálogo (de ‘Yo también nací en el 53’ a un volcánico ‘Desde mi libertad’), alternándolos con algunas novedades. Se trataba de “balancear”, apuntó.

Los cinco temas de estreno desprendieron estilos y fondos variados, y relieves. ‘Que no hablen en mi nombre’, bello y solemne, apuntó a las niñas que sufren la tragedia palestina. La peliculera ‘Cinecittà’, que cantó envuelta en una boa de plumas color violeta, evocó “el glamur que se ha ido perdiendo” y a algunas figuras adoradas (“siempre que la canto pienso en Marcello Mastroianni”). ‘Mala para los huesos esta humedad’ es una pieza irónica de Víctor Manuel. “Que piensa que todo lo anterior fue mejor… No, lo que pasa es que eras joven”, bromeó. ‘Vengo con los ojos nuevos’ es la que dará título al nuevo álbum y se entiende, por el refrescante mensaje de actitud vital y por su emotiva dinámica catedralicia. Y ‘Bachátame’, del aragonés Jorge Usón, es lo que parece, un suave ritmo tropical como colchón de la añoranza sentimental.

Vimos a una Ana Belén en plena forma, cautivada por lo nuevo y abordando lo antiguo con un vigor y un brillo juveniles, más si cabe que en visitas anteriores, arropada por un pulcro sexteto dirigido por su hijo, David San José. La ristra de hitos pasados completó el temario hasta las 25 canciones. Altas cumbres vocales en ‘A la sombra de un león’, y la sensualidad mestiza de ‘Contamíname’ y ‘Derroche’. Poderío en aquel ‘Piano man’ que un día tomó prestado de Billy Joel y en ese ‘Agapimú’ que ha rescatado en esta gira después del gag gamberrete con Ojete Calor. El sentimiento de una era en ‘España, camisa blanca de mi esperanza’, el himno ‘La puerta de Alcalá’, el viaje a los tiempos de ‘Ana en Río’ de ‘Balancê’…, y una prórroga a la vista tras el lleno de este viernes, el 18 de noviembre en el mismo Palau.

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