Música
De Mishima a Maria del Mar Bonet: poetas al poder en la gala de la Creu de Sant Jordi
El grupo barcelonés y la cantante mallorquina invocaron el romanticismo y la catalanidad en sus canciones, ambas adaptaciones de poetas, en el acto del MNAC

Actuación de Mishima durante la entrega de la Creu de Sant Jordi de la Generalitat / Zowy Voeten / EPC


Jordi Bianciotto
Jordi BianciottoPeriodista
Corazones en rojo en la pantalla, acompañando a Mishima en el enternecedor manifiesto de ‘Qui més estima’, y el tronco, la copa y las hojas de ‘El pi de Formentor’ en una abrumadora interpretación de Maria del Mar Bonet. Mucho romanticismo flotando en el ambiente, con vistas al amor aunque no sea correspondido, y a la expresión heroica de la naturaleza, en este acto de entrega de las 'creus' de Sant Jordi por parte del 'president' Salvador Illa, este jueves en el MNAC.
Sentimiento y sintonía con la poesía, puesto que ambas canciones tienen en común que son adaptaciones líricas de autores de otro tiempo. ‘Qui més estima’ llevó al catalán el texto del británico W. S. Auden (1907-73), un canto a la pulsión amorosa que desliza una aportación al dilema de si es mejor amar o ser amado. En caso de asimetría, mejor sentir que ser el objeto pasivo o inerte, nos dice: “Deixeu que sigui jo qui més estima / deixeu que sigui jo qui més estima dels dos”, cantó David Carabén arropado por sus compañeros de grupo, tratando todavía de sobreponerse a la pérdida, el pasado febrero, de su amigo y teclista Marc Lloret (a quien le fue otorgada, a título póstumo, una ‘creu’ que recogieron sus dos hijos, Violeta y Guillem). Mishima con cajón en lugar de batería, finísimo en esta canción de esbelta línea melódica, reflejo de la tradición del mejor pop británico.
Respecto a ‘El pi de Formentor’, es la canción que Maria del Mar Bonet compuso (con su entonces cómplice a la guitarra, el charango y el ‘bouzouki’ Lautaro Rosas) a partir del poema de Miquel Costa i Llobera (1854-1922), tal como ella se encargó de precisar en el MNAC. Una pieza, bromeó, “llena de juventud, solo tiene 150 años”, composición celebrada en Mallorca con motivo del aniversario redondo. En su día, la pieza fue parte del álbum ‘Jardí tancat’, consagrado a poetas mallorquines, y su elección en la gala puso un acento en esa compartida cultura en catalán.
Bonet dio la mezcla de empuje y pulcritud requerida, bien acompañada del pianista Dani Espasa, a esa oda al árbol solitario, al “gegant guerrer”, que combate las ventiscas y se eleva, en el confín norte de la isla de Mallorca, aspirando a la trascendencia. Interpretación con todos los relieves, cantando y diciendo, la de Maria del Mar Bonet, una conocedora de las galas de la Creu de Sant Jordi: la obtuvo en su cuarta edición, en 1984, de manos de Jordi Pujol. Otros tiempos.
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