Política cultural

Entidades culturales exigen al Ayuntamiento de Lleida el concurso público de dirección de La Panera

La Associació Catalana de Crítica d'Art lanza un comunicado junto a una decena de entidades para denunciar la situación del centro, que lleva ocho meses esperando un nuevo director

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El equipo actual de La Panera en la presentación de la programación artística de 2025.

El equipo actual de La Panera en la presentación de la programación artística de 2025. / Ayuntamiento de Lleida

Barcelona
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Diversas entidades culturales y sociales exigen al Ayuntamiento de Lleida que se convoque el concurso público de dirección para el Centre d'Art Contemporani de La Panera. Además, pide que este sea un contrato laboral y de cuatro años "para poder trabajar a medio y largo plazo para un centro tan importante como La Panera y acabar así con una mala praxis inaceptable". Con esa mala práctica se refieren a contratos mercantiles de los que han tenido constancia, en los que los directores de los centros se transforman en trabajadores autónomos que proveen de programación al centro.

"Esta situación atenta contra las condiciones laborales del trabajador, ya que no se ajusta a la naturaleza del cargo (es un trabajo estructural y repetitivo, que va más allá de la mera programación) y crea o puede generar situaciones de indefensión, desprotección, disfuncionalidades y falta de independencia muy graves para el trabajador". Por lo que ha podido saber la Associació Catalana de Crítica d'Art (ACCA), el último director del centro, Christian Alonso, estuvo dos años con ese tipo de contrato, hasta que el ayuntamiento decidió no renovarlo el pasado 28 de agosto. Desde entonces no se ha hecho público el concurso para encontrar al próximo director del centro.

Falta de dirección

"Lo que denunciamos es que en el momento en que se acaba el contrato de dirección del centro de arte, debería haber estado preparada la convocatoria del siguiente nombramiento, para que el centro no se quede sin dirección", señalan desde la ACCA. Medio año después de la salida de Alonso, el ayutamiento anunciaba el nombramiento de Roser Sanjuan, miembro del equipo interno del Centro La Panera, como directora en funciones. Pese que en el comunicado las entidades dejan claro que "eximen de toda responsabilidad de la situación actual" a Sanjuan y "reconocen su trabajo para salvaguardar el centro y su actividad", denuncian que "la Paeria no ha hecho lo que le correspondía desde un punto de vista profesional del sector: tener preparado y convocar el concurso de dirección".

En el comunicado, firmado no solo por la ACCA, sino por la Plataforma Assembleària d'Artistes de Catalunya (PAAC), la Associació de Professionals de la Museologia de Catalunya (AMC), la Associació de Crítics i Comissaris de les Illes Balears (ACCCAIB), la Associació Valenciana de Crítics d'Art (AVCA), el Ateneu Popular de Ponent, la Plataforma Virtual espaiperformatiu, la Associació Cultural d'Artistes Promethea, Colors de Ponent, Bronca y Mujeres Artes Visuales, se señala también que la situación actual de la Panera va en contra de la orden sobre las funciones y los parámetros mínimos de los equipamientos de artes visuales del Sistema Públic d'Equipaments d'Arts Visuals de Catalunya. En este, se especifica que el equipo de dirección tiene que contar con una persona calificada profesionalmente, escogida por concurso público y por un periodo determinado y prorrogable

Respuesta de la Paeria

Poco después del comunicado, el Ayuntamiento de Lleida ha contestado a las entidades rechazando que "se haya incurrido en ninguna mala praxis relativa a los puestos de dirección del Centre d'Art La Panera". En su respuesta, la Paeria señala que "muchos otros centros similares en Catalunya operan, actualmente, con el mismo tipo de dirección" que denuncia el comunicado; achaca la tardanza de la publicación del concurso a "la voluntad de buscar e impulsar el modelo de selección más idóneo para la dirección del centro, que encaje tanto con los requerimientos legales como con las atribuciones necesarias de esta figura", y afirma que ha habido diferentes fórmulas legales de contratación, como contratos mercantiles y nombramientos eventuales, "de acuerdo con la naturaleza no estructural de estas funciones, orientadas a la realización de proyectos culturales concretos y con una dirección no exclusiva".

Desde la ACCA se apunta que estos contratos mercantiles son una práctica habitual en los centros de arte y que "atentan contra los derechos laborales de estas personas, además de jugar en contra de la estabilidad del centro". Esta situación va cambiando poco a poco; en centros como el Bólit de Girona cuentan ya con un contrato laboral de cuatro años, y también en el Centro de Arte Contemporáneo Fabra i Coats.