La Caldera cumple 30 años como motor de la danza en Barcelona

La Caldera, motor de la danza en Barcelona, cumple 30 años como centro referente de creación y experimentación de danza contemporánea. Conmemora su pionera creación - en un momento donde no había nada similar en la capital catalana- con una programación en tres dimensiones 'Conjurs, Complots i Clamurs', en la que destaca el homenaje que jóvenes artistas harán a grandes creadores que han formado parte de la Caldera. "Para este 30 aniversario, La Caldera se ha puesto al servicio de ese hilo de memoria importante que hace que el proyecto sea en este momento un espacio referencial para la danza en Barcelona, Catalunya, Espanya y Europa", explica su director, Javier Cuevas.

A través de estas tres líneas argumentales, que se traducen en el lema 'Honrar, invocar y celebrar', proponen toda una serie de originales actividades abiertas al público. Con 'Complots', "tiramos el hilo de la memoria para recuperar tres piezas antiguas fundamentales de socias fundadoras". El día 10 de mayo, Guillem Jiménez presenta a 'Capricho reloaded', a partir de una 'Capricho', de Inés Boza y Carles Mallol de Senza Tempo, estrenada en el Parc Güell durante un Festival Grec. El día 24, Amaranta Velarde presentará 'FIN (Fantasmas invaden la nada)', una creación basada en 'END (Esto no es danza)', de Sol Picó. Y el 31, Søren Evinson presentará 'El amor de mi vida', pieza creada a partir de 'The lizard's skin', de Roser López Espinosa. 

En 'Conjurs', con un espectáculo de Elsa Arteta, 'Habitar lo que aún no es' (9 de mayo), y la formación 'Cuerpo al rito - La Caldera 30 Años', de Patricia Caballero, "generamos una serie de situaciones y contextos más esotéricos y brujiles en los que invocar un futuro para la danza y para la Caldera". Por último, pero no menos importante, 'Clamors', una gran celebración del aniversario que tendrá lugar el 17 de mayo en la Fiesta Descomunal Especial 30 años, "que estará cargada de DJ, comida comunitaria y piezas de danza".

Pionera de las fábricas de creación

Mucho antes de que las fábricas de creación existieran, el colectivo de la danza se organizó y convirtió una antigua fábrica de cinturones en Gràcia en una caldera donde cocinar sus proyectos, acoger residencias e intercambiar conocimientos con bailarines y coreógrafos locales e internacionales. En 2015 dejaron ese local y se instalaron en los antiguos cines Renoir de Les Corts donde el año pasado trabajaron más de 500 artistas y un centenar de residencias. Muchos de estos proyectos han acabado en escenarios y festivales de referencia. El espacio lleva años nutriendo el ecosistema de la danza contemporánea.

Esta gran celebración quedará de manera palpable en el local a través de un mural que refleja la transmisión inmaterial de un legado a través de la danza que, como las olas del mar, cada una es diferente pero todas están conectadas. 'Cosmogonies', la obra de arte de tres por cuatro metros de Clara Nubiola muestra toda una constelación de nombres, trayectorias e influencias entre los artistas fundadores y los socios La Caldera.