Sant Jordi, a por un nuevo baño de libros y masas

Han pasado tantas cosas en los últimos días que habrá quien incluso se haya olvidado de chequear constantemente la aplicación del Meteocat para ver si esa nube gris se convierte finalmente en un sol resplandeciente, pero ya no hay excusa. Llega Sant Jordi, se supone que la lluvia no hará de las suyas y dos millones de libros esperan pacientemente el cambio de guardia y de manos. Junto a ellos, seis millones de rosas se echan a la calle este miércoles para cumplir un año más con la tradición. Libros, rosas y medio millar de escritores convertidos en hombre-anuncio de sí mismos. ¿Una firmita? A eso vamos.  

El milagro de Sant Jordi, resumido tal vez en esos tres kilómetros de rosas y libros con los que, del mar a la montaña (o viceversa), Barcelona recibe una jornada que representa una parte muy importante del pastel editorial anual. Como recordaba hace unos días el presidente de la Cambra del Llibre de Catalunya, Patrici Tixis, “es una fecha clave para el sector y la época en la que más libros en catalán se venden”. 

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La marca a batir este año es el récord de facturación de 2024, cuando se despacharon 1,9 millones de ejemplares de 70.250 títulos distintos y las ventas alcanzaron los 25,4 millones de euros. Para conseguirlo, Barcelona mantendrá la centralidad de la Rambla (sí, a pesar de las obras) y desplegarán 448 paradas de ventas de libros en siete distritos de la ciudad. La zona profesional de paseo de Gràcia, con stands de copago y cerca de 200 puntos de firmas de libros, concentrará buena parte de la oferta, pero la diada sigue expandiéndose y gana presencia en Gràcia, Sant Martí, Les Corts, Sarrià y Ciutat Vella. 

Vargas Llosa y el Papa

Entre los protagonistas de la diada, pocas sorpresas, por más que la muerte de Vargas Llosa pueda reflotar el interés por la obra del Nobel hispanoperuano y la del papa Francisco situé a Javier Cercas y su ‘El loco de Dios en el fin del mundo’ entre los claros favoritos de la jornada. A pie de calle, la editorial Salamandra celebra su 25 aniversario con Pierre Lemaitre, coloso de la novela histórica que debuta en Sant Jordi con ‘Un futuro prometedor’,  tercer volumen de la tetralogía ‘Los años gloriosos’. A falta de Amélie Nothomb, baja de ultimísima hora, el francés es la avanzadilla internacional de una diada que ahonda en la senda cosmopolita del año pasado, cuando escritores como Hernán Díaz, Bonnie Garmus, Lauren Beukes y Won Pyung Sohn, entre otros, recuperaron el pulso de los autores extranjeros tras la sequía pospandémica.

Abrió fuego ayer la mexicana Cristina Rivera Garza, pregonera de la lectura e invitada de lujo a una ciudad que prepara ya su participación como ciudad invitada en la FIL de Guadalajara, y este miércoles se sumarán hoy al coro pesos pesados como el británico David Nicholls, autor de ‘Nosotros’ y ‘Siempre el mismo día’; la italiana Francesca Gianone, responsable de ese fenómeno editorial que es ‘La cartera’; y Priscilla Morris, inglesa de madre bosnia y padre irlandés que sigue cosechando elogios gracias a su primera novela, 'Papallones negres'.

Otro italiano con pedigrí, el historietista Zerocalcare, también estará en Barcelona para firmar ejemplares de ‘Será todo para mí’ y, como avanza en el cartel que ha dibujado especialmente para la ocasión, pelearse si hace falta con el dragón.

Junto a ellos, los sospechosos habituales de un día de euforia superventas: María Dueñas, Ildefonso Falcones, Javier Sierra, Xavier Bosch, María Oruña, Eva García Sáenz de Urturi y Dolores Redondo, por citar sólo algunos de los nombres que aspiran a podio. Según el último ránking de Libridata, plataforma digital que registra la venta en más de 150 librerías y grandes superficies de Cataluña, este será también el Sant Jordi de Joël Dicker, autor más vendido de la semana en castellano y catalán gracias a 'La muy catastrófica visita al zoo'.

Junto a ellos, los números habituales que hacen de la diada una fiesta única e irrepetible, como celebró Javier Cercas el martes en su diálogo previo con el president Salvador Illa. Esto es: hasta un millón de personas paseando por las calles de Barcelona, un centenar de puestos solo en La Rambla y más de 500 autores firmando ejemplares en alguna de las 20 mesas dispuestas para la ocasión. "No existe nada parecido en el mundo. Antes decía que lo mejor de Cataluña era el pan con tomate y Sant Jordi, pero el pan con tomate ya lo hacen hasta en Madrid. Sant Jordi, en cambio, es irrepetible”, que resumió ayer Cercas.