Firmas desde la trinchera

Marc Marginedas, un corresponsal de guerra "abrumado" por Sant Jordi

El autor de 'Rusia contra el mundo', reportero de EL PERIÓDICO, asegura estar "muy sorprendido" por el interés que despierta su libro sobre la amenaza que supone el régimen de Vladímir Putin

Marc Marginedas: "La realidad rusa es tan aterradora que no se quiere ver"

Marc Marginedas firma ejemplares de su libro 'Rusia contra el mundo'

Marc Marginedas firma ejemplares de su libro 'Rusia contra el mundo' / JORDI OTIX

Rafael Tapounet

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Barcelona
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Marc Marginedas asegura que se siente “abrumado”. Con su primer libro, ‘Periodismo en el campo de batalla’, publicado en 2012, ya tuvo un primer vislumbre de lo que supone ser autor el día de Sant Jordi, pero aquella experiencia, señala, no es para nada comparable a lo que está viviendo este año de la mano de ‘Rusia contra el mundo’ (Península), un documentadísimo y aterrador ensayo sobre la peligrosa deriva del régimen de Vladímir Putin y su papel como principal agente de desestabilización del orden mundial que va camino de la sexta edición. “Me sorprende muchísimo ver el interés que despierta el libro, sobre todo teniendo en cuenta que España es un país que ha vivido supuestamente lejos de la órbita de influencia rusa”, apunta.

El Sant Jordi de Marginedas, como casi todos sus días, empieza en el gimnasio. De ahí, corriendo a la primera sesión de firmas, frente al edificio que aloja la sede del Col·legi de Periodistes de Catalunya. Es una manera de honrar el oficio al que el autor ha dedicado gran parte de su vida, casi siempre desde las páginas y la web de EL PERIÓDICO. La primera dedicatoria, despachada antes incluso de la hora programada para el inicio de las firmas, se la llevan Alfredo y Lidia, un matrimonio de Pallejà que se confiesa seguidor de las crónicas de Marginedas “desde hace mucho tiempo”.

La Rusia real

A partir de ese momento, los encuentros con lectores mantienen un ritmo constante. A todos ellos, Marginedas les pregunta si les interesa Rusia. Las respuestas son casi siempre afirmativas, aunque también hay estimulantes sorpresas. “Me interesa todo lo que no sé, y de este tema no sé mucho”, le comenta una chica joven llamada Vadinia (“parece un nombre ruso, pero es cántabro”, explica). "Me interesa pasarlo mal", contesta entre risas Carla, también chica y también joven. Marginedas firma con un bolígrafo Cross plateado con sus iniciales grabadas, regalo de la también periodista Maria Alba Gilabert, con quien compartió trinchera como corresponsales de guerra. La dedicatoria es casi siempre la misma: “Para X, un libro sobre LA RUSIA REAL en este momento crítico de la historia”. Las mayúsculas de ‘LA RUSIA REAL’, apunta el autor, “son importantes”.

De vez en cuando, se producen apariciones inesperadas. Por ejemplo, la de Mariano Rigau, que fue profesor de Filosofía de Marginedas cuando este cursaba COU. “Tuvimos un cierto contacto por correo electrónico después de mi secuestro [el periodista fue secuestrado por Estado Islámico en septiembre de 2013 y pasó 178 días de cautiverio], pero hacía como unos 25 años que no nos veíamos”, relata emocionado el autor. Rigau recuerda que ya en su época de estudiante Marginedas era “un chico con muchas inquietudes, muy interesado en la historia, en las cuestiones sociales y en la política”. Hay vocaciones que no se extinguen nunca.

La dedicatoria, en alfabeto cirílico, de Marc Marginedas

La dedicatoria, en alfabeto cirílico, de Marc Marginedas / EPC

También abundan durante la jornada los encuentros con otros periodistas y con civiles que llevan su afición a los asuntos eslavos a cotas cercanas al activismo. Como Pily Martín, que comparece luciendo en su cazadora tejana un vistoso parche de la Brigada Azov y lanzando invectivas contra el militar y escritor Pedro Baños. Algunos lectores se dirigen a Marginedas simplemente para darle las gracias por su trabajo y al periodista le cuesta encontrar palabras con las que expresar la satisfacción que le produce ese gesto. En cambio, no tiene problemas para manejarse con fluidez en ruso cuando una familia procedente del país más extenso del mundo se acerca atraída por el título del libro. No solo eso. Apelando a la importancia que tiene para ellos lo que en él se explica, les convence para que compren 'Rusia contra el mundo'. Y se lo dedica en alfabeto cirílico: "Para Marina, este libro sobre la Rusia real. Rusia será libre".

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