Música

Camisetas de 'I love BCN' y desamores como souvenirs: el turismo es un imán (de nevera) de nuevas canciones

'Sarnalona', el nuevo EP de Svetlana, ejercicio brillante sobre la transformación de Barcelona, sigue, desde la sátira y el sarcasmo, la exitosa estela de Maria Jaume y su 'Nostàlgia Airlines': gritos de auxilio disfrazados de pop

"La reivindicación no tiene que ser siempre una cosa enfadada, directa, agresiva o panfletaria", comenta el dúo barcelonés

Júlia Díaz y Roc Bernadí, el dúo barcelonés Svetlana, en una imagen promocional de 'Sarnalona'.

Júlia Díaz y Roc Bernadí, el dúo barcelonés Svetlana, en una imagen promocional de 'Sarnalona'. / Aina Canyelles

Ignasi Fortuny

Ignasi Fortuny

Barcelona
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Retumba el bombo y las voces se saturan hasta el extremo cuando 'I love BCN', una de las cuatro piezas soberbias que componen el EP 'Sarnalona' (Propaganda pel Fet!), del dúo barcelonés Svetlana (Júlia Díaz y Roc Bernadí), se acerca a su final demente, sobresaturada por los mil estímulos y contradicciones de la ciudad, y estalla: "I love Barcelona perquè a mi la bossa em sona". La 'bossa' suena para estos dos barceloneses una vez se ponen en la piel del 'expat' o del turista, en una canción que juega con la sátira y un sarcasmo picante y juguetón."Me llaman puto guiri; para insultar; yo me quedo con su casa; y les mando a otro lugar", por ejemplo.

Júlia Díaz y Roc Bernardí, el dúo barcelonés Svetlana, en una imagen promocional.

Júlia Díaz y Roc Bernadí, el dúo barcelonés Svetlana, en una imagen promocional. / Aina Canyelles

Se cuentan por decenas -¡incluso más!- las canciones que, de una forma u otra, se han ido abriendo espacio entre cruceristas en la última larga década con la mirada puesta en el turismo, pues impregna la vida de los barceloneses y, de una manera natural, eso ha ido cuajando también en la música. "No nos inventamos nada nuevo, en todos los ámbitos de la cultura se está hablando de esta temática porque es el presente y traspasa a nuestras vidas", comenta Júlia Díaz, que apunta a su desdibujado barrio (Poblenou), en el que constantemente, señala, hay nuevos vecinos y establecimientos. Y eso desemboca en el precio de la vivienda, claro.

'I love BCN' no deja de ser el último grito de auxilio y, de alguna manera, es una crítica disfrazada que une fiesta con lucha. "Es muy festiva porque la reivindicación no tiene que ser siempre una cosa enfadada, directa, agresiva o panfletaria", apunta Roc Bernadí. Un camino que, de una manera más refinada pero igual de punzante, con sonidos latinos para acercarlo al pop actual, ya recorrió Maria Jaume en, sin duda, uno de los mejores discos de 2024, 'Nostàlgia Airlines' (Bankrobber), del que ahora, un año después, publicó una reedición con cinco canciones extras. "Ha sido una fuente de inspiración. A mí me flipaba mucho esto: aparentemente, ves una reina del pop, muy mona ella, pero cada canción tiene unas barras brutales", reconoce Bernadí. Un álbum, el de la mallorquina afincada en Barcelona -vaya, que de esto sabe-, en el que mezclaba nostalgia y, sobre todo, pena por ver el presente de una isla consumida por el turismo en canciones como 'Hoteles, sol y playa' ("I per la mar; arriba un creuer; de quinze pisos; 100% ecofriend'"), 'Cala Rajada 1964', entre otras.

Maria Jaume, en una imagen promocional

Maria Jaume, en una imagen promocional / CEDIDA

La reedición la ha titulado brillantemente: 'Nostàlgia Airlines Souvenir'. Y dentro de esta ampliación hay otra canción, junto a Fades, que merece ser señalada: 'Mon cheri go home'. Más desamores en forma de souvenirs. "Un turista dins es meu cor; esper que no el rompis; tourist, go home, please go home; mon cheri go home", claman los baleares Fades y Maria Jaume en lo que, medio en serio medio en broma, es "una història de ciencia ficció; aquestes barres són revolució". Una nueva generación que ha explotado otra manera de protestar. "Nos mueve mucho lo de crear comunidad, ir todos juntos a un punto común, y vemos que a través de la fiesta, el 'divertimento' y la deshinibición, hemos podido transmitir el mensaje nuestro a gente muy diversa, es una manera muy efectiva de hablar cosas que serían más difíciles de tratar. O de hacerlas más 'mainstream', que lleguen a más gente. Una cosa muy politizada hacerla lo más 'mainstream' posible", define Bernadí.

'Sarnalona', el EP de Svetlana, (presentación el 24 de mayo en Paral·lel 62) es un ejercicio brillante sobre la transformación de la ciudad ("la més 'popu' y la que té més 'likes'", dicen en 'Posa't guapa' sobre Barcelona) que termina con, a pesar de todo, una rumba llena de amor y resistencia ('Carinyo') con un estribillo meridiano: "Jo he nascut en aquesta ciutat que a mi tant m’agrada; i per molt que s’ompli de turistes o manin aquells que no han de manar; jo no m’en vaig; perquè tu ets la meva estimada; una ciutat de la gent; una ciutat per la gent". Tras escuchar 'Sarnalona' uno imagina... ¿Han recibido mensajes de partidos políticos? "Sí, y no queremos hacer bandera de ningún partido. Nos han escrito para decir algo así como: '¡Qué guay estas mariconas! Quedamos superguay poniendo 'I love BCN' en nuestras 'stories'". 

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