Entrevista

Nacho Duato: "Si Abascal, Ayuso y Smith se vienen conmigo a ver 'La clemenza di Tito' me siento con ellos, pero a cantar 'Cara al sol', no"

El bailarín y coreógrafo regresa a Barcelona con un programa que ofrecerá del 30 de abril al 4 de mayo con su compañía

Nacho Duato, director Compañía de Danza Nacho Duato, en el hotel ME en Barcelona.

Nacho Duato, director Compañía de Danza Nacho Duato, en el hotel ME en Barcelona. / Irene Vilà Capafons / EPC

Marta Cervera

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Barcelona
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Nacho Duato, el bailarín y coreógrafo que llevó a lo más alto a la Compañía Nacional de Danza entre 1990 y 2010, regresa a Barcelona al frente de una compañía con el mismo acrónimo, CDN, pero con otro nombre: Compañía Nacho Duato. Del 30 de abril al 4 de mayo ofrecerán un programa con piezas de Duato, entre ellas 'Duende', 'Gnawa' y 'Cantus', su última creación.

"Esta compañía surge de dos bailarines míos que ahora están empeñados en hacer una fundación. Yo me voy a morir y nadie se acordará de mí, pero lo importante es que quede el trabajo", explica. "Ellos han impulsado el proyecto de mi escuela de danza, un proyecto para el que unos sponsors nos ha dado casi tres millones de euros. Destinamos ese dinero a comprar el antiguo teatro de Antonio, el bailarín. Aquello debería haber sido la casa de la danza o un museo, pero como al Ministerio le interesaba un pepino, lo hemos comprado nosotros".

Allí tienen una escuela.

Contamos con unos 200 alumnos con niños y niños de 4 a 17 años. Además, alberga el Nacho Duato Trainning Program, usan mi nombre como reclamo y les va muy bien. Tenemos a los 20 bailarines de la compañía y 40 que esperan a que esos 20 encuentren trabajo en otras compañías para pasar a estar en ella. Funciona igual que la Compañía Nacional de Danza júnior que creé en su día y va fenomenal. Hay muchos más bailarines extranjeros que españoles, muchas asiáticas.

Nacho Duato, director Compañía de Danza Nacho Duato, en el hotel ME en Barcelona.

Nacho Duato, director Compañía de Danza Nacho Duato, en el hotel ME en Barcelona. / Irene Vilà Capafons / EPC

Esta temporada se estrenó en la ópera ‘Carmen’ que dirigió en el Teatro Mijáilovski de San Petersburgo, donde dirige el ballet desde 2010. ¿Dirigirá más óperas?

Es que me encanta. Estoy entre hacer ‘La flauta mágica’ o ‘La bohème’. Es mucho más fácil que el ballet donde tienes que hacer cada paso y donde todo el mundo se mueve constantemente. En la ópera los cantantes se mueven menos porque la prioridad es la voz.

¿En qué ayuda la visión de un coreógrafo a un cantante?

Pues les corrijo mucho pero a ellos les gusta. Les recuerdo cosas básicas como la colocación de los pies. Y, otra cosa importante: no puedes empezar a cantar hasta que no mires. Primero mira, después canta. A los coros los muevo mucho.

En España se sabe poco de su éxito en el extranjero. ¿Le duele?

Desde que me fui, lo que quieren es que me quede fuera. Y tampoco me ayudan con la nueva compañía. Por ejemplo, al Ministerio le estoy pidiendo decorados y vestuario de los ballets que he hecho, que no van a bailar nunca más, y ¡quieren alquilármelos!. Con lo que me hacen pagar por usarlo cada vez, irlo a buscar y devolvérselo me sale más a cuenta volverlos a crear, así que estoy muy distraído: ya me ves tiñendo faldas, pintando, cosiendo… Es alucinante. En cambio, la ópera de Toulouse me ha regalado un telón, la ópera de Niza me ha vendido dos vestuarios por 1.900 euros, la de Innsbruck Me ha dado los vestuarios de ‘Por vos muero’, Catherine Allard de IT Dansa me ha dejado el suelo y los palos de ‘Jardí tancat'...

Nacho Duato, director Compañía de Danza Nacho Duato, en el hotel ME en Barcelona.

Nacho Duato, director Compañía de Danza Nacho Duato, en el hotel ME en Barcelona. / Irene Vilà Capafons / EPC

Hablemos de lo positivo.

Lo positivo es que tenemos esta compañía y que venimos a Barcelona. Allí donde vamos, solemos gustar. Vamos por todos lados en España y está todo vendido. Nos están llamando ya de otros países, nos quieren en Alemania y en Nueva York. También nos han invitado a Rusia pero quiero ir paso a paso. Y quiero que se quede como una compañía escuela. Recuerdo que al final. la CND2 giraba tanto como la grande.

¿Hasta ahora ningún bailarín a ‘volado’ a otro conjunto?

No. Han hecho audiciones. El problema que tenemos es que no se quiere ir nadie. Se vive muy bien en España y les cuidamos muchísimo. Mis asistentes son una maravilla. Eran bailarines míos en la CND y conocen perfectamente mi trabajo. Estamos por ellos. Incluso les animo leer. Les pongo en la pared poemas todas las semanas y les animo a aprendérselos de memoria. “Es mejor aprender un poema a que te regalen un Rolex”, les digo. ¡Es que ni uno me sabía recitar un poema! Les puso algunos de Kipling, Yeats, Lorca y Garcilaso de la Vega. 

Pero eso no se estila en las redes sociales. ¿Cómo valora la presencia de la danza en ellas?

La tecnología permite a los bailarines una conexión a distancia con el público como nunca. Pero el otro día les dije a mis bailarines: el ’tendu en dehors’ no se aprende en TikTok, hay que hacerlo. Puedes mirar muchas veces el pie de Zajarova, pero tienes que hacerlo tú. La tecnología está haciendo mucho daño a la gente joven. Hay una creciente incapacidad en muchos para entender lo que leen o lo que les dicen. Se está viendo en universidades. Lo interesante es que quien toca instrumentos o baila no los tiene.

Pero la capacidad de concentración...

Yo les digo a mis alumnos: si queréis escuchar música tenéis que estar en vuestra casa sentados conscientes de que una ópera son 2,5 horas y una sinfonía 45 minutos. ¡No se pueden estar concentrados solo con la música! Mira yo me he llegado a pasar en Holanda, Londres o Suecia fines de semana solo oyendo música. Todo Debussy, todo Ravel, todas las sinfonías de Brahms. Para alcanzar la belleza, la excelencia y la verdad necesitas tiempo. La introspección es necesaria. Si te paras delante de ‘Las Meninas’ y no piensas, no te enteras de nada. Hay que tratar de buscar la verdad.

¿Qué piensa cuando ve la Compañía Nacional de Danza?

Hace 15 años que me despidieron y ahora, si miramos dónde está la compañía, queda claro lo conseguido. Querían a alguien que no fuera autor y lo han logrado; a alguien que no la eclipsara, también lo han logrado; a alguien que no tuviera tanto éxito. ¡Su proyecto ha sido un gran éxito!

Qué fina ironía se gasta.

Es que querían que me fuera y les dejara mi trabajo y yo les dije: "No. Si nos divorciamos me voy con mis coreografías". Jose Carlos me pidió hacer un ballet y el año pasado hice ‘Morgen’, una pieza nueva con ellos…. Ahora Rubén Olomo, el nuevo director, va a hacer ’White darkness’. Pero en Rusia se bailan al mes 15 ballets míos y tenemos 20 espectáculos al mes de ballet y 15 de ópera.

Nacho Duato, director Compañía de Danza Nacho Duato, en el hotel ME en Barcelona.

Nacho Duato, director Compañía de Danza Nacho Duato, en el hotel ME en Barcelona. / Irene Vilà Capafons / EPC

Es otro planeta.

Rusia es otra galaxia. Es que en España ningún teatro de ópera tiene compañía de ballet, ni tampoco tiene el Centro Dramático Nacional una compañía propia de teatro. 

Desde las instituciones dicen que tener un ballet sale muy caro.

Y más caro es traer a gente de fuera. En el Mihailovski la compañía tiene 40 personas y puntualmente invitamos a alguien. Y en la compañía que dirigí en Berlín, eran 50. Esos son teatros donde entras y escuchas a uno haciendo ejercicios de voz, a otro de piano… aquí entras en el Real y parece que entres en un cementerio. Y a mí, que soy el único que lo digo, me tildan de todo: antipático, narcisista....

En Instagram no se calla nada.

La última vez que critiqué a la ultraderecha de Vox me cancelaron las cuatro funciones que tenía la compañía en los Teatros del Canal en Madrid. Me llamó Mariano de Paco, el consejero de Cultura de la Comunidad y me dijo: "Si no te retractas públicamente te vamos a cancelar las funciones". Y, como me negué, eso pasó. Sinceramente, prefiero que no vengan fachas a verme. En Murcia también me cancelaron, y en Castellón. Donde mandan ellos. Los del equipo de producción de mi compañía se enfadaron conmigo. Pero yo he luchado mucho por ser quien soy y decir lo que me da la gana. Desde que salí del armario digo lo que me parece, con respeto. Siempre defiendo mi verdad. Si Abascal, Ayuso y Smith se vienen conmigo a ver 'La clemenza di Tito' me siento con ellos, pero a cantar 'Cara al sol', no. Hay que ir en busca de la verdad y de la belleza interior.

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