Día del libro y la rosa 2025
El Sant Jordi de los 'best sellers' de pura cepa: Dueñas, Bosch y Falcones contra todos los demás
Una alineación casi insólita de sospechosos habituales de las listas de los más vendidos convierten la diada de 2025 en lo más parecido a un Primavera Sound de la literatura comercial
María Dueñas, Ildefonso Falcones, Javier Sierra, Xavier Bosch, María Oruña, Eva García Sáenz de Urturi y Dolores Redondo, entre muchos otros, presentan novedad por Sant Jordi
Sant Jordi crece en Barcelona para ser "más amable” y ya duplica el número de estands de antes de la pandemia

Ambiente en Sant Jordi en el centro de Barcelona / JORDI OTIX


David Morán
David MoránPeriodista
Periodista de la sección de cultura.
Ken Follet va por libre, Santiago Posteguillo se reserva su tercera novela sobre Julio César para la campaña de Navidad, y a Dan Brown lo tienen calentando en la banda mientras un equipo de traductores ultima de forma conjunta y confidencial el lanzamiento internacional de ‘El último secreto’, pero, por lo demás, no falta ni uno. Sant Jordi a la vuelta de la esquina y casi todos los superventas apiñados en la parrilla de salida. En primera línea, aspirando a podio, plusmarquistas del ‘best seller’ como María Dueñas, Ildefonso Falcones, Javier Sierra, Xavier Bosch, María Oruña, Eva García Sáenz de Urturi y Dolores Redondo.
También Javier Cercas aparecía en todas las quinielas con ‘El loco de Dios en el fin del mundo’, pero la muerte del papa Francisco ha disparado la expectativas y redoblado el interés por esta novela de no ficción construida a partir del viaje del pontífice a Mongolia en 2023. Los libreros, que algo debían intuir, ya empezaron este lunes a pedir más ejemplares para satisfacer la demanda. Ojo, que puede haber 'sorpasso'.
¿Más? Veamos. Por ahí andan Paloma Sánchez-Garnica en su primer Sant Jordi como premio Planeta; un Joël Dicker recién llegado a la novela infantil para adultos con ‘La muy catastrófica visita al zoo; y el ‘tapado’ David Uclés, inesperado fenómeno del curso gracias a las 15 ediciones que acumula de ‘La península de las casas vacías’ desde marzo del año pasado. También, que no se diga, Albert Espinosa, Freida McFadden, Estel Solé y Sílvia Soler. Todos con novedad, todos con la voluntad de imponerse en una diada insólitamente disputada. Porque, por más que cada año se produzcan coincidencias y solapes y las grandes editoriales programen y contraprogramen con estilete y bisturí, lo de este año es como de Primavera Sound de los 'best sellers': un tetris diabólico para encajar ventas, firmas y colas en un pedestal a medida.

María Dueñas firma libros en Sant Jordi / Ferran Nadeu
No solo puede quedar uno, como en 'Los inmortales', pero casi: para cerrar la jornada del 23 de abril, el Gremi de Llibreters emitirá una lista “provisional” con los cinco libros más vendidos. Y muy mal se tendría que dar el día para que el ranking no estuviera copado por superventas de pura cepa. ¿Apuestas? Según las tendencias de los últimos días, María Dueñas barrerá en castellano y Xavier Bosch hará lo propio en catalán. Una excusa tan buena como cualquier otra para tomarle las medidas al género y preguntarse qué tienen libros como ‘Por si un día volvemos’ o ‘Diagonal Manhattan’ para gobernar Sant Jordi con puño de hierro.
El peligro de generalizar
Pero antes, una aclaración. “Hay un error, que es considerar el ‘best seller’ un género cuando en realidad es una consecuencia”, apunta Toni Hill, editor de Grijalbo y de Ildefonso Falcones en ‘En el amor y en la guerra’, tercera entrega de ‘La Catedral del Mar’. “¿Qué tienen que ver ‘50 sombras de Grey’ y ‘Los pilares de la tierra’? En cada género se producen ‘best sellers’, así que generalizar quizá no tiene demasiado sentido”, añade el también novelista. Dicho esto, si algo tienen en común estos libros capaces de hacer saltar la banca es, entre otras cosas, el don de la oportunidad. “Coinciden en que actualizan determinados códigos y, sobre todo, cubren un vacío y una necesidad que la gente ni siquiera sabía qué tenía. ¿Cómo se explica si no que casi todo el mundo leyera ‘El Código Da Vinci’ al mismo tiempo?”, sugiere Hill.
A veces lo que pasa es algo tan sencillo como que son buenos libros. Y punto. El lector disfruta, se emociona y se lo pasa bien. Y si hubiese una crítica seria de 'best sellers', seguro que notaría la diferencia entre uno u otro"
Lola Gulias, editora de Planeta y, por tanto, de María Dueñas, coincide en el diagnóstico. “Casi todos los ejemplos de ‘best sellers’ que han funcionado últimamente han tenido algo de disruptivo -asegura-. Cuando apareció ‘El tiempo entre costuras’, por ejemplo, no había nada parecido. Fue una sorpresa que tuviera el éxito que tuvo. Lo mismo con Zafón o con Falcones”. Gulias sabe bien de lo que habla, porque ella ya estaba aquí, entonces como parte de la agencia literaria de Antonia Kerrigan, cuando todo comenzó a cambiar. "Cuando yo empecé en esto, a finales de los noventa, casi todos los superventas que se publicaban eran traducciones. A partir de entonces fue cuando se empezó a trabajar el ‘best seller’ propio, primero con Matilde Asensi y después con Carlos Ruiz Zafón después”, recuerda.

Vista aérea del paseo de Gràcia durante la diada de Sant Jordi de 2024 / JORDI OTIX
Veinte años después, las listas de ventas están prácticamente copadas por autores nacionales que acumulan unas cuantas horas de vuelo y una racha de varios títulos en lo más alto. ¿Casualidad? No lo parece. “Hay una cosa muy importante: uno puede ser ‘best seller’ una vez en la vida, pero es que estos autores han sido ‘best sellers’ con todos sus libros. El valor no es que hayan escrito uno, sino que lo repitan una y otra vez”, constata Hill. Y Sant Jordi, coinciden editores, libreros y autores, es un ingrediente esencial para que el ensalmo se repita libro tras libro. “Están pegados Sant Jordi, la Feria del Libro y luego verano, así que evidentemente en uno de los momentos más importantes del calendario editorial”, subraya Hill.
El vigor comercial de los grandes fenómenos
Es, además, el momento perfecto para someter a un test de estrés público el vigor comercial de los grandes fenómenos: en poco más de un día, una semana si se quiere, Sant Jordi factura casi el doble que la Feria del LIbro de Madrid en dos semanas, una razón de peso que explica que desde el pasado mes de febrero se hayan publicado de manera más o menos escalonada ‘En el amor y en la guerra’, de Ildefonso Falcones; ‘El plan maestro’, de Javier Sierra; ‘El albatros negro’, de María Oruña; ‘Diagonal Manhattan’, de Xavier Bosch; ‘Los hijos de Adán’, de Eva García Sáenz de Urturi; y ‘Por si un día volvemos’, de María Dueñas.
Un par de ‘flashbacks’ para dimensionar el fenómeno: en 2006, Ildefonso Falcones se estrenó en la diada con más de 200.000 copias vendidas de ‘La Catedral del Mar’ y lo que algunos diarios saludaron desde los titulares como “un atasco catedralicio”. Dos años después, en 2008, jugada maestra de Planeta: publicó ‘El juego del ángel’, la continuación de ‘La sombra del viento’, sólo 6 días antes de Sant Jordi y con una tirada de un millón de ejemplares. A Ruiz Zafón, claro, no hubo quien le tosiera: libro más vendido, regalado, firmado, manoseado (y envidiado) del día, y una carpa propia para firmar a una velocidad de crucero de 5 ejemplares al minuto.

Zafón, el hombre récord de Sant Jordi, en 2008 / JULIO CARBO
Ahí está, aún hoy, una de las marcas a batir y lo que sigue determinando la estrategia comercial de la mayoría de ‘best sellers’. Porque, lo saben bien los grandes grupos, ya no basta con tener una novela: también hay que saber venderla. “Antes como editora, tenías la idea romántica de que tu trabajo era tener un buen libro. Ahora, además, has de tener argumentos de venta para dar al departamento de marketing. Está todo mucho más parametrado”, explica Gulias.
No es fácil hacer un libro como 'La sombra del viento'. La prueba es que es una novela de 2001 y todavía no ha existido nada parecido"
Sin exagerar, un lanzamiento como el ‘Por si un día volvemos’ empieza a prepararse un año antes de que llegue a las tiendas. “ ¿La cubierta? ¿El título? Ya no son simplemente decisiones editoriales, ahora opina mucha más gente”, añade la editora de Planeta. Cosas como esta explican que, por ejemplo, Javier Sierra abra el Museo del Prado por la noche, Ildefonso Falcones se pasee por Nápoles escoltado por un grupo de periodistas, o los 'tuk tuk' de Alicante circulen logotipados con la portada de ‘Por sí un día volvemos”. "El best seller toca una tecla imposible de prever. Rebasa toda lógica. Si no, al final solo editaríamos 3 o 4 libros al año", concede Hill.

Xavier Bosch firma libros durante una diada de Sant Jordi / Manu Mitru
¿Y con la crítica qué hacemos?
Otra cosa es que, llegado el momento, todos estos superventas sigan circulando bajo el radar de la crítica digamos que seria, felizmente ajena a las bondades de la literatura comercial. “Todo el mundo quiere lo que no tiene: los literarios quieren vender y los comerciales quieren el prestigio. Lo que no tiene sentido es despreciar algo sólo porque venda mucho", asegura Gulias. Para Hill, la cosa tiene que ver también con una falta de espíritu, valga la redundancia, crítico. "A veces lo que pasa es algo tan sencillo como que son buenos libros. Y punto. El lector disfruta, se emociona y se lo pasa bien. Y si hubiese una crítica seria de 'best sellers', seguro que notaría la diferencia entre uno u otro", reflexiona.
El problema, añade el también autor de 'El último verdugo', es cuando el acercamiento a un libro de estas características se convierte en poco más que un divertimento perverso para suplementos literarios. "Si quieres reseñar un 'best seller' desde el mismo lugar que un libro de Mircea Cărtărescu, ni lo entenderás ni lo sabrás valorar. Y como no se entiende, Casavella hace una crítica de ‘El Código Da Vinci’, lo destroza y todos nos reímos mucho. Pero la está haciendo desde el punto de vista equivocado". "No es fácil hacer un libro como 'La sombra del viento'. La prueba es que es una novela de 2001 y todavía no ha existido nada parecido", remata Gulias.