Entrevista |

Jonathan Coe: "Me sorprende la falta de respuesta de la narrativa a Trump"

El novelista inglés pasó por Barcelona en vísperas de Sant Jordi para hablar de 'Bournville', un repaso a los últimos 75 años de historia del Reino Unido que es también un homenaje a su madre fallecida

Barcelona se prepara para una Sant Jordi con récord de puestos y ventas de libros

El novelista inglés Jonathan Coe, en Barcelona

El novelista inglés Jonathan Coe, en Barcelona / Manu Mitru

Rafael Tapounet

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Barcelona
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El novelista británico Jonathan Coe (Birmingham, 1961), a quien se deben algunos de los más afilados (y compasivos) retratos de la Inglaterra contemporánea, pasó por Barcelona para participar en los Diàlegs de Sant Jordi y para hablar de su último libro publicado en España, 'Bournville' (Anagrama), una saga familiar que el autor utiliza para pasar revista a los cambios sociales experimentados por su país desde la segunda guerra mundial y para rendir homenaje a su madre, fallecida en 2020.

Ese paseo por 75 años de historia que propone 'Bournville', ¿es un intento de entender cómo llegó el Reino Unido al Brexit y a Boris Johnson?

La idea inicial era ir tan atrás como pudiera en mi propia vida para intentar entender algunas cosas sobre la dirección en la que el país ha ido en los últimos años. En general, no me siento muy cómodo escribiendo sobre periodos históricos que yo mismo no puedo recordar. Pero después decidí que este sería también un libro sobre mi madre, y eso me permitió ir un poco más lejos, gracias en parte a algunas cartas, diarios y fotografías que encontré cuando ella murió. La primera escena verdaderamente autobiográfica es la de la final del Mundial de 1966, que es uno de mis primeros recuerdos. Yo había visto la final en televisión en blanco y negro, pero luego se hizo una película sobre el Mundial que era en color y eso me impresionó mucho.

'Bournville' es también una novela sobre cómo todos esos recuerdos nacionales fueron retransmitidos y preservados, ¿no?

Exactamente. Hay una gran diferencia entre ver la ceremonia de coronación de 1953 en una pequeña pantalla de televisión junto a un montón de vecinos de la misma calle porque muchos de ellos no tenían televisor y ver el funeral de Diana en una gran pantalla en color en casa o en un pub.

"Me entristece cuando veo que mi país cae por debajo de las expectativas que yo había depositado en él"

Podía haber sido fácilmente un libro airado, pero en realidad puede leerse como una carta de amor a Gran Bretaña.

Nadie lo había descrito de esa manera, pero acepto la descripción. A veces me encuentro con británicos, generalmente del ámbito conservador, que después de haber leído alguno de mis libros me dicen: ¿Por qué odias a tu país? ¿Por qué lo criticas tanto? Yo no odio a mi país, y la razón por la que lo critico es porque quiero que sea tan bueno como pueda ser. Me entristece cuando veo que cae por debajo de las expectativas que yo había depositado en él. No me gustan el patriotismo ni el nacionalismo, pero hay aspectos de Inglaterra que amo, sobre todo en el terreno cultural. Por otro lado, este libro quería ser un homenaje a mi madre, y ella no era no era una persona iracunda en absoluto; no recuerdo haberla visto enfadada casi nunca. Su figura me sirvió para escribir una historia política de Gran Bretaña desde el fin de la guerra en la que el personaje principal no tiene el menor interés en la política.

Escribir sobre su madre justo después de su muerte, ¿le resultó catártico o consolador en algún sentido?

Fue un consuelo, sí. Yo estaba muy consternado, y hasta furioso, por las circunstancias de su muerte, que aparecen relatadas en la novela exactamente como sucedieron [su madre murió en plena pandemia, sin que su familia pudiera tener ningún contacto con ella]. Y el libro me ayudó. Durante los 18 meses en que estuve escribiéndolo, mantuve en mi imaginación una relación muy estrecha con mi madre, más íntima incluso que la que tuvimos cuando estaba viva. El único problema, que yo no había previsto, fue que cuando la novela estuvo terminada, ella, de alguna manera, volvió a morir, y eso fue triste.

Bacelona 10/04/25 Icult. Entrevista al escritor inglés Jonathan Coe. En el Hotel Vincci Mae. AUTOR: MANU MITRU

El novelista inglés Jonathan Coe, en Barcelona / Manu Mitru

Una de las lecciones del libro es que esa idea de un pasado nacional glorioso que resulta deseable recuperar es sencillamente ridícula.

Es del todo absurda. Hay aspectos de los años 50, 60 y 70 por los que yo mismo siento cierta nostalgia, pero tengo la convicción de que en los últimos 75 años se ha producido en el mundo occidental un progreso social indudable. Nuestras actitudes, como sociedad, se han vuelto más maduras y tolerantes. También es cierto que, tal como estamos viendo estos días en Estados Unidos, estas cosas pueden revertirse muy rápidamente, pero eso pertenece a otra novela.

¿Quién escribirá esa novela?

Eso es algo que me pregunto muy a menudo. ¿dónde está la gran novela americana sobre lo que está pasando en Estados Unidos? Yo la espero con ganas. Es posible que me haya perdido algo, pero debo decir que estoy bastante sorprendido por la falta de respuesta de la narrativa a Donald Trump. Al menos, hasta el momento. Recientemente he estado leyendo el libro de Joseph Heller 'Tan bueno como el oro', que es una sátira política ambientada en los años de Gerald Ford en la Casa Blanca, y es divertidísimo. Y me hizo pensar que me encantaría devolver a Joseph Heller a la vida para que escribiera una novela sobre Trump. Quizá la IA podría hacerlo, pero no sé si esa sería una buena solución [risas].

"Me satisfizo que los británicos votaran a un político que es el polo opuesto de Boris Johnson: un tipo sin carisma, aburrido, serio, tecnócrata"

En 'Bournville' aparece Boris Johnson en la época en que ejercía el periodismo en Bruselas con una mezcla de ingenio y desfachatez. ¿Podía alguien imaginar entonces que un tipo como él llegaría un día a primer ministro?

Había una importante falta de seriedad en el periodismo que hacía Boris Johnson, y eso es algo que se llevó consigo cuando se dedicó a la política. Una de sus tragedias, supongo, es que él se ve a sí mismo como alguien inteligente, divertido, encantador y capaz de reírse de sí mismo, que son cualidades que los ingleses suelen considerar irresistibles, pero tan pronto como llegó a primer ministro se encontró con una pandemia global, una crisis sanitaria muy grave. Así que en lugar de salir en la tele contando chistes tenía que comportarse como un Churchill y dar consejos de salud serios a la población británica, y eso es algo que no iba para nada con el personaje bufonesco que él mismo se había creado.

¿Diría que los británicos han aprendido la lección?

Bueno, veremos qué ocurre en 2029 en las próximas elecciones. Aunque tengo algunas reservas respecto a Keir Starmer, me satisfizo que los británicos votaran a un político que en cierto sentido es el polo opuesto de Boris Johnson: un tipo sin carisma, aburrido, serio, tecnócrata… Es como si hubiéramos aprendido la lección muy rápidamente, sí. Aunque igual estoy pecando de optimismo, porque luego miro a Estados Unidos, donde tuvieron cuatro años para averiguar quién es Trump, y veo que han vuelto a hacerlo.

Bacelona 10/04/25 Icult. Entrevista al escritor inglés Jonathan Coe. En el Hotel Vincci Mae. AUTOR: MANU MITRU

Jonathan Coe. / Manu Mitru

Su último libro publicado en el Reino Unido, 'The proof of my innocence', transcurre durante los 49 días que duró la presidencia de Liz Truss…

Sí, pero no es un libro sobre Liz Truss. Entre otras razones, porque no creo que nadie fuera del Reino Unido haya llegado a saber quién es Liz Truss. ¡No tuvieron tiempo! De hecho, leí en algún sitio que menos de la mitad de los británicos recuerdan ya que fue primera ministra. Y no han pasado ni tres años. Hoy en día, la memoria de la gente es bastante corta.

"Los tiempos actuales son demasiado interesantes para mi gusto. Me encantaría vivir en tiempos aburridos"

En esa novela introduce por primera vez una trama detectivesca. ¿Qué le atrae de ese género?

Como escritor, mi mayor temor es que el lector no acabe el libro, que lo deje a un lado porque se aburra o sienta que no está yendo a ningún lado. La literatura criminal es el mejor género para superar ese problema: tú le presentas al lector un misterio y le sugieres la posibilidad de una solución, y si eso lo haces de manera suficientemente hábil ya lo tienes atrapado durante las siguientes 200 o 300 páginas. El asunto de 'The proof of my innocence' es, en cierto sentido, bastante árido: cómo el conservadurismo, especialmente en el Reino Unido y Estados Unidos, se ha vuelto mucho más radical en los últimos 40 años, desde Reagan y Thatcher. Cuando empecé a darle vueltas a la novela, no dejaba de preguntarme si la gente iba a querer leer eso, así que metí un asesinato misterioso en la trama a ver si el truco funcionaba.

Vivir en tiempos tan agitados, ¿es una bendición para usted como novelista?

Hay una contradicción grande, ahí. El Brexit, por ejemplo, ha sido bueno para mí, porque 'El corazón de Inglaterra' fue una novela de mucho éxito comercial y atrajo de vuelta a muchos lectores que se habían empezado a alejar de mis libros, pero realmente desearía que nunca hubiera sucedido. Los tiempos en los que estamos entrando ahora parecen demasiado interesantes para mi gusto. La verdad, me encantaría vivir en tiempos aburridos.