Opinión | Política y moda

Patrycia Centeno

Patrycia Centeno

Experta en comunicación no verbal.

¿Qué llevas en tu bolso de supervivencia?

La comisaria europea Hajda Lahbib muestra con humor el kit de supervivencia que esconde en su bolso

La comisaria europea Hajda Lahbib muestra con humor el kit de supervivencia que esconde en su bolso / VÍDEO: TWITTER Hajda Lahbib

Desde hace meses, distintos dirigentes y gobiernos nos han venido programando a través del relato hablado pero también del visual para un posible escenario bélico. Hace justo un año, muchos ya advertimos que las fotos de Emmanuel Macron en camiseta, con el ceño fruncido y los bíceps abultados, golpeando un saco de boxeo no eran sólo otro magnífico retrato en blanco y negro de la cuenta de Instagram de Soazig de la Moissonière. Porque las imágenes aparecieron cuando el líder francés instó a Europa a endurecer su respuesta a las acciones de Rusia en Ucrania.

Algo desorientados, en la Comisión Europea aún no saben cómo dirigirse a los ciudadanos. Por tal de no alarmar a la población, a veces caen en el infantilismo o lo superficial. Porque el vídeo de la comisaria europea de gestión de crisis, Hadka Lahbib, es una réplica de lo que la revista Vogue lleva años haciendo en redes con actrices, cantantes y famosas: mostrar y describir que llevan en el bolso. De los imprescindibles en el neceser de una 'celebrity' hemos pasado al kit de supervivencia ante una guerra, ciberataque o cualquier consecuencia del cambio climático.

Ataviada con un traje azul cielo y unas llamativas deportivas, Lahbib se sirve de un aparente tono cómico para concienciar y no alarmar mientras describe que deberíamos llevar encima en caso de emergencia: gafas (“súper importante si quieres ver lo que pasa... o no”, añade); documentos en una funda impermeable (“importante en la lluviosa Bruselas”, apunta); agua potable; navaja suiza; medicinas; alimentos envasados; efectivo; juegos de mesa y una radio de pilas… Y pese a que en la rueda de prensa donde se presentó el kit de supervivencia de 72 horas insistió en que el mensaje era serio, la comisaria volvió a bromear al sugerir que deberíamos contar “con todo lo necesario para cocinar unos spaghetti a la puttanesca: pasta, tomate y aceitunas”. Quizá decidió seguir el consejo de Billy Wilder: “si vas a decir a la gente la verdad, sé gracioso o te matarán”. 

Podría antojarse que el contexto internacional obliga a mirar de frente a una cruda realidad bastante probable. Y no sólo por la invasión de Ucrania por parte de Rusia o el genocidio en Gaza, también por la guerra económica y medioambiental de Trump y su afán de anexionar Canadá o hacerse con Groenlandia. Por otro lado, quienes se oponen a la guerra (espero que la mayoría) siguen sin comprender que la negación es contraproducente. Y no me refiero a quienes mantienen una actitud naíf ante la vida, a los que deberíamos proteger por brindarnos la posibilidad de seguir soñando en positivo. Me refiero a todos los que mantienen el “no a la guerra” cuando existe la posibilidad de reclamar la “paz”. En programación neurolingüística, el “no” tiene poca repercusión y siempre se invita a hacer los anunciados y peticiones en afirmativo. Por lo tanto, decir “no a la guerra” o “no pasarán” no sirve de nada (como bien se ha constatado en distintos momentos de la historia). Peor aún, el uso de ese tipo de lenguaje contribuye al relato bélico. En este mismo sentido, ayer en los informativos, uno de los defensores del “no a la guerra” aseguraba que iban a ser “beligerantes” en su “combate”… 

Es todo tan extremadamente preocupante pero chistoso a la vez que sólo falta Gila preguntando por el enemigo: “que se ponga”. 

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