Francia

“La agarré por las caderas para no caerme”, confiesa Gérard Depardieu en el juicio por abusos sexuales

El actor reconoce haber tenido un contacto físico con la denunciante, pero lo limita a un roce en la cadera para evitar una caída

Depardieu niega las acusaciones de agresión sexual y asegura que no es un "sobón".

Depardieu niega las acusaciones de agresión sexual y asegura que no es un "sobón". / EFE

Leticia Fuentes

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París
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Este martes, el actor Gérard Depardieu acudió nuevamente a los juzgados de París para comparecer por primera vez ante el tribunal, acusado de dos agresiones sexuales durante el rodaje de ‘Les Volets Verts’. Lejos de apaciguar la tensión generada en la jornada anterior, la primera declaración del actor avivó aún más el ambiente de la sala: "No veo por qué perdería el tiempo manoseando a una mujer, su trasero, sus pechos. No soy un sobón de metro", afirmó, para luego caer en la contradicción: "La agarré por las caderas para no resbalarme porque estaba muy alterado por ella, por el calor, era viernes, casi al final del rodaje, estaba muy cansado".

Durante su declaración policial, el actor negó haber tenido contacto físico con las víctimas. Sin embargo, la versión de una de ellas, Amélie, dista mucho de su relato. Primera en declarar este martes, la denunciante aseguró que, durante el rodaje de la película en un palacete de París, Depardieu se quejó en repetidas ocasiones del calor en el set, afirmando que necesitaba un "ventilador" porque ya no podía "ni tener una erección”. Para luego, asegurar a los cuatro vientos que podía "hacer que las mujeres se corriesen sin tocarlas". 

Poco después, según el testimonio, entre los pasillos del set la agarró "con brutalidad" y manoseó todo su cuerpo, al tiempo que profería "comentarios obscenos": “Me atrapa con las piernas. Tiene mucha fuerza. Me toquetea por delante, por detrás, alrededor. Ahí es cuando entiendo que tiene mucha fuerza”, relata la escenógrafa ante el tribunal. "Mientras me sujeta, me habla con sus ojos de loco. Tenía su cara enorme frente a mí. Sus ojos rojos, muy enfadado, me dijo: "Ven a tocar mi sombrilla. ¡Te la voy a meter en el coño!". Con cara de loco", declaró este martes la víctima.

Tras lo sucedido, la joven lo denunció al equipo de dirección que insistió en confrontar al actor. Al día siguiente, Depardieu le pidió perdón, aunque según la actriz fueron unas “excusas extrañas”: “Cuando me vio aparecer por el set, grito: “¡Ah, ahí está la alborotadora! ¡Perdón! ¿Ya estás contenta?”, le dijo el actor. 

El presidente aprovechó ese momento para citar varios fragmentos de la investigación, en los que varios testigos corroboran los hechos: algunos atendieron a Amélie en estado de shock, otros escucharon los comentarios obscenos y una testigo presenció la escena de abuso: "Estaba en el pasillo. Delante de mí estaban Gérard y Amélie. Gérard estaba sentado en un camerino. Agarró a Amélie y la apretó contra él. Me sentí incómoda. Pensé que debía intervenir", afirmó la testigo. 

El juez aprovechó para leer un mensaje de texto que le envió Depardieu a la dirección, tras lo sucedido en el set. En él, el actor se disculpa y se muestra “arrepentido” indicando que; "ya no estamos en una época para hacer eso..."

“Me avergüenzo de mí mismo”

La declaración de Gérard Depardieu ha despertado una gran expectación en esta segunda jornada de juicio. Muchos esperaban escuchar al que alguna vez fue el titán del cine francés enfrentarse a las acusaciones. 

El actor justificó su actitud en el set asegurando que es un  intérprete “que lo da todo en los rodajes”, atribuyendo su "mal humor" a problemas de salud. "Soy un enfermo malhumorado", expresó, insistiendo en que "no le divierte, con 76 años y 150 kilos, poner la mano en las nalgas de alguien en un set de filmación, o en cualquier otro lugar". Añadió además: "¡No soy Émile Louis!", en referencia a un asesino y depredador sexual de la Francia de los años 70.

Durante su comparecencia, también reflexionó  sobre los últimos años de escarnio público: “Con lo que he estado leyendo sobre mí durante los últimos tres años, la gente dice que soy un auténtico desastre. (...) Me avergüenzo de mí mismo. Por suerte, aún tengo gente que habla conmigo. Así que no pasa nada”, afirmó. 

Romper la ley del silencio

Las palabras del actor y su actitud desafiante han despertado una gran indignación en la sala del tribunal, obligando a los agentes a ponerse entre el público para bajar las tensiones del momento. 

Por segundo día consecutivo, la actriz Anouk Grinberg fue expulsada de la audiencia tras interrumpir el interrogatorio y acusar al actor de "mentir", y lamentarse de la “cobardía en esta profesión que es terrible". A su salida, declaró ante los periodistas: “Depardieu es un agresor desde hace 50 años con toda impunidad. La sociedad se lo ha permitido, la profesión también. Y las mujeres tienen que callarse ahora. Yo no lo puedo soportar más, por eso no me he callado”. 

No es la única que critica este mutismo. Las abogadas de las denunciantes piden reiteradamente que se rompa la ley del silencio que rodea a estos poderosos de la industria del cine.