Estreno en el Gran Teatre

Jordi Savall dirige en el Liceu 'Don Juan' y 'Sémiramis', de Gluck, con el Ballet du Capitole de Toulouse

Dos destacados coreógrafos, el madrileño Ángel Rodríguez y el esloveno Edward Clug, ofrecen un interesante díptico interpretado por los 35 bailarines de la compañía francesa

Danza Metropolitana: 10 propuestas para vibrar con el festival

Un momento de 'Don Juan'.

Un momento de 'Don Juan'. / David Herrero

Marta Cervera

Marta Cervera

Barcelona
Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El Ballet de l'Opéra du Capitole de Toulouse dará vida al 'Sémiramis' y al 'Don Juan', de Christoph Willibald Gluck (1714-1787), en el Gran Teatre del Liceu, a partir de este domingo y hasta el próximo dia 29 con música en directo interpretada por el aclamado maestro Jordi Savall al frente de Le Concert des Nations. Dos destacados coreógrafos, el madrileño Ángel Rodríguez en el primer ballet en un acto ya citado y el esloveno Edward Clug, del segundo, centrado en la figura del famoso libertino se encargan de trasladar al público de hoy las obras.

Las dos piezas, basadas en personajes que desafían las normas, se engloban en la programación del festival Danza Metropolitana 2025, que del 13 al 30 de marzo lleva la danza a teatros y espacios de doce ciudades del área metropolitana de Barcelona. Con esta propuesta, el Gran Teatre del Liceu se estrena como nuevo escenario del festival.

Se trata de una coproducción de lujo entre el Théâtre de la Ópera National du Capitole de Toulouse y el Théâtre national de la Opéra-Comique de París, un proyecto "muy deseado" por Savall, según ha explicado, quien ahora se adentra en la danza para redescubrir la "modernidad" y el "poder evocador" del compositor alemán. Según el violagambista ambas piezas reflejan "un mundo sensible y lleno de matices". Para Savall, Gluck es "uno de los compositores esenciales en la transición del Barroco al Clasicismo" porque "va más allá de las convenciones de su momento".

Considera, por ejemplo, que Gluck capta toda la esencia del personaje de Don Juan con un fandango que ilustra "toda esa atmósfera sensual y libertina". Pero también plasma "los momentos dramáticos con un final espectacular, de los más espectaculares y expresivos compuestos nunca". Respecto a 'Sémiramis', Savall destaca su "enorme tensión y fuerza dramática" de la pieza.

Unidad estética

Los sólidos 35 bailarines de la compañía francesa que dirige Beate Vollack interpretan ambas obras. Pese a ser dos creaciones diferentes ambas cuentan con mucho más que la música como nexo de unión. Los colores burdeos del vestuario y la estética de la escenografía aportan unidad a este díptico más allá de la música de Gluck. Para Beate Vollack, responsable de la compañía francesa de Ballet, actuar en el Liceu es "un auténtico privilegio" y más hacerlo con el maestro Savall y su orquesta en el foso.

El madrileño Ángel Rodríguez, que se ha encargado de la coreografía de 'Sémiramis' ha resaltado en ella el empoderamiento de esta reina de la antigua Mesopotamia, su capacidad de equipararse a un hombre. La obra más que explicar una historia, retrata el personaje y su capacidad para aunar lo femenino y lo masculino. Clug, en cambio, sí explica una algo pequeña historia en este ballet con la figura de Don Juan que, acompañado de su sirviente Sganarelle, intenta seducir a Donna Elvira. El coreógrafo evita mostrar al protagonista como un depredador pendenciero como lo muestra Mozart en su ópera sino que en esta pieza con música de Gluck lo presenta más bien como un elegante seductor con un toque juguetón.