Estreno de cine

‘Morlaix’, la última y excitante propuesta cinematográfica de Jaime Rosales: "Me ha salido muy personal y libre"

Este viernes se estrena ‘Morlaix’, filme de Jaime Rosales rodado en una localidad francesa que se centra en las preocupaciones de la edad adolescente y emplea diversos formatos

El director de cine Jaime Rosales en la entrada de los cines Verdi.

El director de cine Jaime Rosales en la entrada de los cines Verdi. / JORDI COTRINA / EPC

Quim Casas

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Barcelona
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En ‘Morlaix’, la última y excitante propuesta cinematográfica de Jaime Rosales, el director de ‘Las horas del día’, ‘La soledad’, ‘Tiro en la cabeza’ y ‘Petra’ viaja hasta Francia para relatar una historia de conocimiento y metaficción protagonizada por adolescentes que se plantean cuestiones sobre el amor, la muerte o el apego al lugar en el que se ha nacido. Uno de los momentos esenciales de la película es aquel en que los jóvenes ven en el cine del pueblo un filme titulado también ‘Morlaix’, en el que aparecen ellos mismos, y después de la proyección debaten sobre lo que han visto en la pantalla. 

 Se trata de una coproducción francesa, hablada en francés y localizada en una pequeña ciudad de la Bretaña, Morlaix, un lugar en el que vivir y también protagonista de excepción como geografía anímica, de ahí el título de la película en sus dos vertientes, la que vemos nosotros y la que ven los personajes.

El director de cine Jaime Rosales en una de las salas de los cines Verdi.

El director de cine Jaime Rosales en una de las salas de los cines Verdi. / JORDI COTRINA / EPC

 La primera pregunta es obligada. ¿Siempre quiso rodarla en Francia y en francés? “Sin duda. Desde el origen del proyecto tenía claro la ciudad, un filme dentro de otro filme, el suicido en el acueducto de Morlaix y un amor adolescente. La matriz fílmica saldría después”, nos comenta Rosales. El punto de partida surgió cuando presentó ‘Petra’ en Morlaix: “El pueblo y el acueducto me gustaron. La sala de cine donde presenté mi película era curiosa y el posterior debate resultó muy interesante”. Esa sala ha sido remodelada, pero es la que aparece en el filme.

 La película cuenta con tres guionistas-realizadores franceses, Delphine Gleize, Fanny Burdino y Samuel Doux. El director explica que “trabó conocimiento con los tres a través del productor francés de la película. El punto de partida es mío, la historia y los temas principales, pero me gusta aprovechar las ideas, el oficio y la construcción de personajes de los guionistas con los que trabajó. Fueron colaboraciones en varias etapas de la escritura. La estructura dramática necesita una cadencia, ellos contribuyeron mucho en los matices de los personajes”.

 Pueden verse en ‘Morlaix’ acentos, querencias, de un determinado cine francés, de Robert Bresson o Philippe Garrel. ¿Podría ser el homenaje de Rosales al cine galo? “El filme me ha salido muy personal y libre e inmediatamente, al tener esa sensación de libertad, me desacomplejé de todas las referencias”, confirma el director. “Hay pequeños guiños a Hitchcock, Chaplin o Ford. Estaba tan convencido de mi propia voz que me sentía libre para referirme a Godard, Rohmer, Bresson, la escena del baile de ‘Banda aparte’. A un director francés quizá le costaría hacer esto, como a un cineasta español hacer una escena con la navaja rasgando el ojo de Buñuel”.

 La película está realizada en diversos formatos y en color y blanco y negro. “Consolidad la matriz múltiple apareció sobre la marcha”, comenta. “Hay un bloque en blanco y negro, Cinemascope y plano fijo. Otro en color, blanco y negro, formato cuatro tercios y con fotos. Y un tercero en blanco y negro y steadicam. Al principio era hacer toda la película con esta o esta otra. Pero me pregunté: ¿Por qué tengo que elegir una sola?”.

Aminthe Audiard, sobrina del director Jacques Audiard.

Aminthe Audiard, sobrina del director Jacques Audiard. / EPC

 El resultado formal acredita la atracción por los dispositivos de la imagen y los mecanismos narrativos que siempre han caracterizado a Rosales. Le pregunto si es un juego, en el sentido creativo del término: “Me encanta el juego, el deporte, verlo y practicarlo, lo disfruto mucho, pero donde más sufro es haciendo una película. Yo no he jugado en el filme, pero me encanta que el espectador pueda jugar con él”.

 ‘Morlaix’ es una ficción que contiene momentos de auténtica verdad, como la secuencia en la que los jóvenes disertan sobre la película que han visto: Rosales les dio la pauta y dejó que hablaran como quisieran, “es un momento totalmente documental en el que no hablan los personajes sino los actores que los interpretan, pero identificándose con esa ficción que ellos protagonizan”.

 Samuel Kircher, hijo de la actriz Irène Jacob, y Aminthe Audiard, sobrina del director Jacques Audiard, encarnan a las figuras principales. En la edad adulta, Audiard se convierte en Mélanie Thierry. El parecido entre ambas es asombroso. “Un director amigo me preguntó si no era Aminthe maquillada de mayor”, recuerda Rosales. Y subraya la implicación de sus actrices: “A iniciativa de ellas, transformamos algunas cosas. Mélanie me dijo que no se parecían en el pelo y los ojos, pero que podía ponerse lentillas, y Aminthe se tiñó el pelo para parecerse al de ella”.