Industria audiovisual
Así es el primer curso de coordinadoras de intimidad: "En escenas de sexo simulado, la zona genital está muy cerca y a veces no lleva protección"
El nuevo curso de la ESCAC, organizado por Lola Clavo y María Soledad Marciani, forma a 14 mujeres para crear un cambio dentro del mundo de las artes escénicas y acabar con las dinámicas de poder
Coordinadoras de intimidad y ecomanagers, los perfiles en auge en series y películas: "Todavía cuesta cambiar el chip"

La película 'Anora', gran triunfadora en los premios Oscar 2025, estuvo envuelta de polémica después de que la protagonista, Mikey Madison (también ganadora de la estatuilla de la Academia) decidiera prescindir de un coordinador de intimidad para el rodaje. / EPC


Alba Giraldo
Alba GiraldoRedactora
Periodista de cultura y pantallas en EL PERIÓDICO
Un total de 14 alumnas -todas mujeres, aunque no de manera intencionada- se reúnen cada jueves y viernes en la sede Fast Forward de la ESCAC, en Barcelona, para intentar cambiar el sector de las artes escénicas desde dentro. Estudian el primer curso de coordinación de intimidad de la escuela de cine catalana, que se inauguró el pasado mes de enero y que está financiado por la Unión Europea y el gobierno de España. "Saber que existe este perfil me ha dado un poco de esperanza para la industria", asegura Laura, una actriz y bailarina francesa que viaja desde su país cada semana para recibir la formación. En un sector tan jerarquizado y marcado por dinámicas de poder, donde el Me Too marcó un antes y un después para las mujeres, el papel del coordinador de intimidad ha emergido en los últimos años como una figura clave para conservar el optimismo y garantizar la seguridad y el consentimiento en los rodajes.
Un asesor de intimidad intenta crear espacios "donde se puedan poner límites, se pueda decir que no y haya cierta seguridad para trabajar", explica Lola Clavo, co-coordinadora del curso y profesional que ha trabajado en producciones como 'La Mesías' (Movistar Plus+), 'Yo, adicto' (Disney+) y 'La última noche' (Netflix), entre otras. Pero también tiene una parte creativa de poder aportar, por ejemplo, "veracidad a una escena o hacer investigación sobre un tema en concreto", añade la cineasta, que quiere dejar claro que no solamente abordan "escenas sexuales, sino de intimidad y alta vulnerabilidad". El término también abarca temas como la exposición del cuerpo, las relaciones afectivas entre miembros de una misma familia -donde normalmente hay niños y adolescentes implicados-, partos y abortos, entre muchas otras situaciones.
El curso pretende formar a profesionales para trabajar en el ámbito audiovisual, el teatro, la danza y el mundo del espectáculo. Desde principios de año, las alumnas se forman de manera teórica en disciplinas como la preproducción de las escenas, las relaciones sexuales, la gestión de conflictos y la salud mental. A partir del próximo mes de abril, abordarán la parte práctica con actividades de coreografía en el set de rodaje con actores y cámaras.
El curso también incluye estudios de prevención de riesgos laborales y cuestiones de profilaxis y bioseguridad, para tratar de reducir el riesgo de la transmisión de enfermedades. "En escenas de sexo simulado, la zona genital está muy cerca y a veces esa zona no lleva ningún tipo de protección", explica María Soledad Marciani, co-coordinadora del curso y cofundadora de RED ICIE - Red Internacional de Coordinación de Intimidad en Español. Pero también se pueden contagiar enfermedades en escenas que no muestren relaciones íntimas, a través de besos o fluidos corporales, como el sudor.

Lola Clavo y Maria Soledad Marciani, organizadoras y docentes del curso de coordinación de intimidad de la ESCAC / Elisenda Pons
Un perfil activista
Entre las 14 alumnas de la formación hay perfiles diversos dentro de los diferentes sectores del mundo del espectáculo, pero todas tienen un componente activista y de militancia en los temas de identidad de género. "Vemos la formación como algo político, una manera de crear un cambio dentro del sector y sus dinámicas. Es una industria muy abusiva y patriarcal", asegura Clavo, colaboradora del Departamento contra los abusos en el audiovisual de la Academia del Cine Catalán.
"Esta figura rompe con las escenas o relatos hegemónicos que han estado ocupando las pantallas desde siempre, acaba con las visiones de la intimidad que teníamos muy incorporadas y formula nuevas", considera Núria Campreciós, estudiante del curso y coordinadora del Cicle Gaudí de la Acadèmia del Cinema Català. Por su parte, Sonia Pavón Roig, una de las alumnas que ya se dedica a la coordinación de intimidad tras haberse formado en Canadá y quiere seguir complementando sus conocimientos, asegura que su papel favorece a la creación de "espacios de conversación" y de poner en primera línea "la comunicación, para que todo el mundo vaya más tranquilo y más seguro" al set de rodaje sabiendo lo que pasará en la escena.

Las estudiantes del primer curso de coordinadores de intimidad de la ESCAC durante una de las clases / Elisenda Pons
Este rol es colaborativo y no solo ayuda a los actores o actrices, sino también al resto de departamentos, como dirección, vestuario o producción. "Los rodajes son espacios muy jerarquizados, con unas dinámicas de poder y desigualdad que siempre han estado normalizadas. Cuando apareces tú en estos entornos para poner el enfoque en el consentimiento de las personas que actúan y dar soporte al resto de departamentos, se establecen unas dinámicas mucho más horizontales y un ambiente más igualitario", apunta Campreciós.
Una figura desconocida
La película 'Anora', gran triunfadora en los premios Oscar 2025, estuvo envuelta de polémica después de que la protagonista, Mikey Madison (también ganadora de la estatuilla de la Academia) decidiera prescindir de un coordinador de intimidad para el rodaje. Se trata de una película en la que las relaciones sexuales son protagonistas. Según Clavo, todavía está muy presente el pensamiento de que "si necesitas cosas, tienes límites o pides ayuda es porque no estás haciendo bien tu trabajo y no eres buena actriz". Y esta es una idea errónea. "Cuando hay una coordinadora la gente se siente más segura para probar cosas y arriesgarse. Si hay algún problema lo podrán decir y si algo no está funcionando se podrá parar", reflexiona la directora de cine.

Las estudiantes del primer curso de coordinadores de intimidad de la ESCAC durante una de las clases / Elisenda Pons
Ahora el sector intenta luchar contra la precarización y el intrusismo laboral, ya que hasta el momento no existía una formación específica al respecto, en medio de una industria que avanza a pasos de tortuga. "Es responsabilidad de las productoras saber a quién están contratando y por qué, y no mirar solo el presupuesto, que es lo que suele pasar. El problema es que no se sabe exactamente qué hacemos y tampoco hay una manera de cuantificarlo", reivindica Clavo. Tras el éxito de este primer curso piloto, la ESCAC pretende seguir formando a coordinadores de intimidad en los próximos años.
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