Concierto en Barcelona

Un vibrante y emotivo homenaje a la canción italiana en Barnasants

El concierto ‘Viva l’Italia de Bella ciao’ deparó sustanciosas adaptaciones de clásicos de autores como Battisti, Conte o De André en Luz de Gas, a cargo de voces como Joan Isaac, Roger Mas o Sílvia Comes

Concierto 'Viva l'Italia de Bella Ciao', homenaje a la canvión italiana. Con Joan Isaac, Roger Mas, Sílvia Comes, Giancarlo Arena...

Concierto 'Viva l'Italia de Bella Ciao', homenaje a la canvión italiana. Con Joan Isaac, Roger Mas, Sílvia Comes, Giancarlo Arena... / Elisenda Pons / EPC

Jordi Bianciotto

Jordi Bianciotto

Barcelona
Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La canción italiana, como la francesa, vivió tiempos de proyección en esta orilla del Mediterráneo, antes de que la apisonadora ‘anglo’ se lo llevara todo, o casi, por delante. A esa era de tonadas vibrantes, sentimentales o costumbristas, también políticas, rindió homenaje Barnasants en un concierto colectivo, ‘Viva l’Italia del Bella ciao’, este jueves en Luz de Gas, hecho con mimo y rigor, involucrando a voces que les dieron nueva vida con el telón de fondo del 80º aniversario de la liberación de Italia al término de la Segunda Guerra Mundial.

Había que ponerse en situación y ahí estuvo ese montaje audiovisual de bienvenida, con escenas de filmes de Fellini (‘La strada’, ‘La dolce vita’ o ‘Amarcord’) y sus memorables músicas de Nino Rota, seguido de las palabras de Pere Camps, ideólogo del concierto (en tándem operativo con Sergio Secchi, responsable del club Tenco, de San Remo, y Joan Isaac), y de las notas evocadoras de Antoni-Olaf Sabater a lomos de ‘Tu vuò fà l’americano’, de Renato Carosone. De ahí a Sílvia Comes, poniendo sentimiento a la adaptación al catalán de una pieza trágica, ‘L’uomo in frack’, de Domenico Modugno, cuyo protagonista asiste a una última fiesta antes de suicidarse.

Alternancia de lenguas

Joan Isaac es uno de los primeros italianófilos de la ‘cançó’ y su rol fue central, empezando por su acento intenso en el mágico bucle melódico de ‘Senza fine’, de Gino Paoli (la tonada de ‘¿Qué ocurrió entre mi padre y tu madre?’, de Billy Wilder) y acercándose a su amigo Roberto Vecchioni y al gran y llorado Luigi Tenco, alternando lenguas. También hizo suyo el italiano Roger Mas, de quien es conocida su querencia transalpina, en ‘La canzone dell’amore perduto’ (Fabrizio de André), interpretada en su punto de dulzura y severidad. Y, en catalán, formando pareja con Rusó Sala y extrayendo otros relieves a ‘Prospettiva Nevski’, de Franco Battiato.

Fueron 16 canciones las seleccionadas, y numerosas las escenas sustanciosas. Olden, italiano residente en Barcelona, se lució en ‘Il mio canto libero’ (Lucio Battisti) y en el trío con su compatriota Giancarlo Arena y Joan Isaac para gloria de ‘Canzone dell’estate’, ese temazo de Francesco De Gregori y Fabrizio de André. Se cantó en napolitano: Arena en ‘Napule è’. La guitarra fue el sustento de Miquel Pujadó en su vivaz evocación de Francesco Guccini, y Joan Reig (el batería de Els Pets) caminó con solidez bajo la constelación de “els astres del jazz” (Paolo Conte) siguiendo la pista de Pi de la Serra. 

‘Viva l’Italia del Bella Ciao’ tocó muchos puertos del gran mar de la canción italiana, y se decantó por Génova en la canción que condujo al clímax colectivo, ‘Creuza de mä’ (en otra de las lenguas del país, el genovés o ligur), puro Fabrizio de André, mediterráneo y mestizo. Todos en escena, también en un ‘Bella ciao’ de estrofas galopantes, en recuerdo de los partisanos de otro tiempo, festivo y con nuevas capas de significado ahora que ciertos ecos inquietantes parecen insinuarse en la vieja Europa.

Suscríbete para seguir leyendo