'Los Goonies' en las Rías Baixas

María Oruña caza tesoros entre los restos de la batalla de Rande: “Los españoles siempre nos hemos vendido fatal”

La escritora gallega ambienta en su Vigo natal 'El albatros negro', mezcla de thriller, relato histórico y novela de aventuras sobre el expolio del patrimonio histórico

Canibalismo, motines y escorbuto: David Grann sigue la pista del naufragio más espantoso jamás contado

María Oruña, fotografiada frente a las islas Cíes durante la presentación del libro

María Oruña, fotografiada frente a las islas Cíes durante la presentación del libro / Miquel Olivé

David Morán

David Morán

Vigo
Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Se balancea el catamarán, casi un cascaroncillo a merced del oleaje del Atlántico, y María Oruña señala al horizonte, justo donde se desdibuja la silueta de las islas Cíes, para alimentar un poco más la leyenda.“No quiero hacer un ‘spoiler’, pero el tesoro está más o menos por ahí”, desliza la novelista gallega, barra libre de empanada y biodramina a la derecha, periodistas de secano tirando a lívidos y descompuestos a la izquierda. 

“En la novela tenemos de todo, hasta un monje corsario, y necesitaba un sitio para esconderlo”, añade acto seguido mientras la embarcación fondea junto a la Illa San Martiño, uno de los muchos escenarios vigueses que la autora recorre en ‘El albatros negro’, su estreno en Plaza & Janés y Rosa dels Vents (Random House) tras toda una carrera en Destino (Planeta) y primera novela que ambienta en su ciudad.

Lo del monje multitarea, por cierto, va en serio: se llama Gonzalo de la Serna y está inspirado en Pedro Fernández de Bobadilla, un sacerdote y noble castellano del siglo XV que acabó liderando la Flota del Norte. “He intentado rescatar las historias de piratas y corsarios que existieron en Vigo”, asegura Oruña. 

Piratas del pasado, sí, pero también bucaneros del futuro armados con tecnología punta y muy pocos escrúpulos a la hora de esquilmar el patrimonio subacuático. “Me sorprendió muchísimo descubrir que, en efecto, es uno de los principales motivos de criminalidad del mundo y que está moviendo un mercado negro bestial”, apunta.

Historia a cañonazos

En el retrovisor, resguardados por la historia y apresados en el ámbar de la leyenda, ecos de la batalla de Rande y de ese antológico tesoro que, al parecer, se tragó el océano en 1702, cuando el galeón Nuestro Señora de los Remedios se se fue a pique en la costa gallega. En las crónicas, los hechos: el almirante inglés George Rooke arribó a Vigo en octubre de 1702 para hacerse con la plata que una veintena de navíos de la Flota de Indias traían desde América y, en el fragor de la batalla y los cañonazos, nunca quedó del todo claro si había dado tiempo de desembarcar todas las riquezas o si aún quedaban lingotes y monedas en la panza de los galeones hundidos. “Me parece un tesoro patrimonial alucinante todavía por explorar. En cuanto me puse a investigar iba descubriendo personas que ya me salían como personajes de novela. ¡Es que se me hacía la novela sola”, celebra la escritora. 

Oruña posa en el puerto de Vigo durante la presentación de 'El albatros negro'

Oruña posa en el puerto de Vigo durante la presentación de 'El albatros negro' / Miquel Olivé

Cerrada ya la exitosa saga de los libros de Puerto Escondido, Oruña aprovecha este capítulo mítico de la Guerra de Sucesión para viajar del siglo XVIII al XXI y urdir una intriga repleta de cazadores de tesoros, millonarios excéntricos, historiadores navales, inspectoras de la Brigada de Patrimonio y detectives con memoria fotográfica. Por tener, ‘El albatros negro’ incluso cuenta con un peculiar y extravagante grupo de investigadores y arqueólogos aficionados al que la polícía bautiza como Los Goonies

Cadáveres en Vigo

Desorden y aventura en las Rías Baixas mientras las calles de Vigo se llenan de cadáveres relacionados de una u otra manera con el legendario tesoro de Rande y esa Biblia Malévola que acaba de emerger en una casa de subastas para sorpresa de casi todos. “Estamos hechos de historias y las historias perduran en los objetos, así que si los perdemos, estamos perdiendo también todos esos referentes de villanos, héroes y códigos morales. Al final, son las historias lo que nos da cohesión”, reflexiona la autora de ‘Los inocentes’.

Sí que nos interesa la ciencia y la historia, lo que pasa es que necesitamos que nos la den con el envoltorio adecuado

En realidad, reconoce, el plan inicial era otro y el destino final mucho más lejano, pero en cuanto se puso a buscar por todo el planeta tesoros vinculados al mundo náutico y la Flota de Indias,  se dio cuenta de que había lagunas que necesitaba completar. “¿Cómo es posible que como viguesa no tuviese ni idea de eso?”, se pregunta a propósito de ese codiciado trofeo con el que cazatesoros de todo el mundo llevan siglos soñando.

'El albatros negro'

María Oruña

Plaza & Janés; Rosa dels Vents en catalán

616 páginas

23,90 euros

Sobre la batalla, un pequeño apunte matiz: ni la victoria angloholandesa fue tan aplastante ni la derrota francoespañola tan humillante. “A lo largo de la historia, los españoles siempre nos hemos vendido fatal. Éramos los perdedores de la batalla, sí, pero tampoco se llegó a perder tanto. En cambio, los ingleses montaron una fiesta tremenda, exageraron muchísimo el botín, hicieron una Vigo Street en Londres casi como una burla… Y luego, encima, acuñaron monedas. Hay una pompa tremenda y la idea de que fue un éxito naval descomunal, pero en realidad se llevaron muy poco”, explica. 

Los fantasmas del pasado

Oruña, 48 años y algo más de un millón de lectores, según su editorial, sigue surcando la ría de Vigo junto a los periodistas mientras va desovillando algunas claves de su nueva novela, mezcla de thriller, novela de aventuras y relato histórico con vistas a un cementerio de navíos. En los días claros, advierte la autora al pasar bajo el puente de Rande, asoman en el agua sombras fantasmales de lo poco que queda de los galeones que se hundieron durante la batalla. “Su madera se utilizó para hacer el primer muelle de Vigo”, explica. Y aún mejor: en ‘Veinte mil leguas de viaje submarino’, recuerda, el capitán Nemo envía a sus hombres a pescar oro y plata de los antiguos pecios en la ría. 

María Oruña y Julio Verne, juntos en el puerto de Vigo

María Oruña y Julio Verne, juntos en el puerto de Vigo / Miquel Olivé

Entrada ya la trama, guiños a Stevenson y Conan Doyle, reverencias (cómo no) a Julio Verne, y especial atención a Maria Sibylla Merian, la científica alemana en la que se inspiró para crear a la heroína de la novela, la pionera entomóloga Miranda de Quiroga. “Supe de su existencia leyendo un libro gigantesco sobre el siglo XVII y XVIII en el que aparecía describiendo cómo abortaban las mujeres en Surinam y lo maltratadas que estaban. Empecé a tirar del hilo, estudié sus libros y flipé… Me extraña mucho que no le hayan dedicado una novela”, explica.

Quizá por eso mismo ella la ha convertido en la tercera pata de una novela que bucea en el pasado para comprender lo que somos y cómo entendemos la vida. “Sí que nos interesa la ciencia y la historia, lo que pasa es que necesitamos que nos la den con el envoltorio adecuado”,  defiende.