'Corteo', un clásico del Cirque du Soleil, une humor y muerte en el Royal Albert Hall

El Circo del Sol vino a España con 'Alegría' y a partir del próximo 27 de marzo regresará con otro de sus clásicos: 'Corteo'. El espectáculo llega por primera vez en versión para pabellón, que intentará reproducir en el Palau Sant Jordi la intimidad de la carpa para la que fue concebido. Tras Barcelona, el show viajará a La Coruña, del 24 de abril al 4 de mayo, y Pamplona, del 7 al 11 de mayo.

El espectáculo, apto para todo tipo de público, rinde homenaje al circo de toda la vida. El payaso blanco, el jefe de pista, el gigante, los enanos, los equilibristas, los acróbatas, los malabaristas, los trapecistas y los músicos desfilaran por el escenario convocados por Mauro, el payaso protagonista que asiste (o tal vez solo imagina) su propio funeral y su vida futura en un paraíso poblado de ángeles.

Son muchos los números que harán mirar hacia el cielo a los espectadores en este montaje que tiene momentos tiernos, divertidos, poéticos y números sorprendentes. 'Corteo' juega al contraste. Entre los artistas hay desde jóvenes como Tina Estrarli, una joven atleta argentina reconvertida en acróbata voladora, la experimentada acróbata norteamericana Andrea Dillon y el brasileño Marcelo Perna, que lleva 13 años alternando el personaje de Mauro y el del payaso blanco.

En el show reúne a personas de 28 nacionalidades, entre ellas el cantante catalán David Repullés, que trabajaba como diseñador gráfico del 'Diari Ara' antes de unirse al grupo de ocho músicos responsable de la variada banda sonora.

El escenario colocado en medio de la pista, con público a ambos lados, es uno de los sellos distintivos de este original espectáculo que en Londres se ha representado en el Royal Albert Hall, la ‘casa’ del Cirque du Soleil en la capital británica. El público aplaudió de lo lindo muchos números, pero uno de los momentos más sorprendentes fue la aparición de una diminuta artista suspendida con cuatro grandes globos que le permitían sobrevolar la platea con la ayuda del público, que la propulsó hacia las alturas empujando con cuidado los delicados pies de la payasa ucraniana Valentina. Algunos se morían de ganas de poder hacerlo y estiraban los brazos, otros, estupefactos, se quedaban algo paralizados: no daban crédito a lo que veían.

El espectáculo cuenta también con un sensual número en el que el protagonista recuerda a sus amantes, que aparecen colgadas de candelabros ejercitando un complejo número sin red ni arnés. También hay números alegres dedicados a los recuerdos de su infancia saltando en la cama con otros niños o de juventud, con una batalla callejera entre dos grupos que rivalizan con ejercicios de báscula. "Es uno de los espectáculos más teatrales del Cirque du Soleil. Cada intérprete encarna a uno personaje en cada escena", destaca el director artístico del montaje durante la gira. Está atento a cualquier detalle.

Las emociones, la fuerza, la habilidad y la buena sintonía entre todos los integrantes del espectáculo hace posible que el público vibre cada noche. Hay 53 artistas en escena pero son 120 en total los que trabajan en este show. Entre bambalinas, además de los técnicos, un gran equipo se ocupa de tenerlo todo a punto. Hay más de 250 elementos del vestuario y cada personaje tiene sus propios zapatos. Los más grandes son los del gigante argentino Vitorino Luján, un payaso que mide más de dos metros de altura y calza ¡un 57!. 

Aunque hay un exigente número de barras asimétricas y otro magnífico con varios especialistas de rueda Cyr a la vez, los números aéreos se llevan la palma en 'Corteo'. Más allá del impresionante vuelo de acróbatas que buscan el más difícil todavía, lanzados entre dos marcos dobles coreanos -el único número con red del espectáculo-, destaca un bello dúo romántico con cintas donde tanto el hombre como la mujer se alternan en una increíble danza aérea. "¿Cómo lo hace para que no se le caigan los pantalones?", pregunta sorprendida una persona del público al ver la fuerza con la que ella se agarra de sus piernas mientas vuelan por los aires. La magia del circo está a veces donde uno menos se lo espera.