Cine

Por qué la generación Z ha encumbrado de nuevo a Bridget Jones

Dónde ver todas las películas de la saga Bridget Jones

'Bridget Jones: loca por él': un reencuentro con corazón y algunos defectos

Hugh Grant, Renee Zellweger y Colin Firth en 2004, en un estreno de Bridget Jones.

Hugh Grant, Renee Zellweger y Colin Firth en 2004, en un estreno de Bridget Jones. / MARCEL HEMELRIJK

Nando Salvà

Nando Salvà

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‘El diario de Bridget Jones’, la película, obtuvo un triunfo comercial rotundo cuando se estrenó en 2001, y sigue siendo una de las comedias románticas de más éxito de todos los tiempos. Sin embargo, lo primero que suele decirse al hablar de ella en la actualidad es que no ha envejecido bien y que hoy nadie querría producirla -y que ambas cosas son una señal de progreso- a pesar de que, recordemos, es una película dirigida a un público principalmente compuesto por mujeres, protagonizada por una mujer -la actriz Renée Zelweger-, dirigida por una mujer -Sharon Maguire- y basada en un libro escrito por una mujer -Helen Fielding-; y no es extraño que el estreno de la cuarta entrega de la saga a la que aquel taquillazo dio origen, ‘Bridget Jones: Loca por él’, haya reavivado aquellas críticas. 

Renee Zellweger en el estreno de 'Bridget Jones: Mad About the Boy', con una fan.

Renee Zellweger en el estreno de 'Bridget Jones: Mad About the Boy', con una fan. / BRENT LEWIN

Las principales pegas que se le ponen al personaje son varias: es una joven obsesionada por su peso, adicta a las dietas y frecuentemente humillada por quienes la rodean acerca de su tamaño; según ella misma, tiene “el culo del tamaño de Brasil”. Le aterra morir sola porque, a su juicio, ser soltera es sinónimo de tener una vida miserable, y encontrar el amor heteronormativo es la única forma de ser feliz; quizá por eso tiene tendencia a enamorarse de tipos grises en el mejor de los casos y, en el peor, de hombres tóxicos, y finge ser algo que no es con el fin de resultarles más atractiva. Su comportamiento, prosiguen sus detractores, normaliza el acoso sexual y lo legitima como una forma aceptable de iniciar una relación

Una escena del film ‘Bridget Jones: Loca por él’.

Una escena del film ‘Bridget Jones: Loca por él’. / Universal Spain / ACN

Resulta difícil negar todo eso pero, para ponerlo en perspectiva, conviene recordar que aquella primera incursión cinematográfica de Bridget Jones retrataba cómo eran la vida en la década de los 90 para las mujeres de veintitantos y treinta y tantos y sus respuestas a las presiones sociales que se les imponían, y que no trataba de desafiar o reforzar el ‘statu quo’ sino solo navegar sus aguas. Y de esas críticas también puede decirse que son otro síntoma de la hipocresía imperante en un presente en el que se habla de positividad corporal y triunfa el Ozempic, en el que se predica la aceptación de la vejez y se abusa del bótox, y en el que las redes sociales siguen presentando estándares de belleza inalcanzables. Tal vez no sea de extrañar que, gracias a la generación Z, las ventas del libro que lo empezó todo están en aumento.

Los actores Chiwetel Ejiofor, Renee Zellweger y Leo Woodhall asisten al estreno australiano de 'Bridget Jones: loca por él'.

Los actores Chiwetel Ejiofor, Renee Zellweger y Leo Woodhall asisten al estreno australiano de 'Bridget Jones: loca por él'. / BRENT LEWIN

Mejor dicho: lo que dio inicio al fenómeno Bridget Jones en realidad es la columna semanal que Fielding empezó a escribir en el diario ‘The Independent’ en 1995, y en la que usaba al personaje a modo de narradora. Inspirado en esos textos, el primer libro de la escritora vio la luz en 1996, y generó tanto críticas entusiastas como cifras extraordinarias de ventas. Las páginas de Fielding evidenciaban una intención satírica que luego quedó claramente diluida cuando las desventuras de su protagonista dieron el salto al cine.  

Renee Zellweger en la versión de 2004 de Bridget Jones.

Renee Zellweger en la versión de 2004 de Bridget Jones. / LAURIE SPARHAM

A lo largo de su primera película, Jones permanece obsesionada por su crapuloso jefe, Daniel Cleaver, y al mismo tiempo se enamora a regañadientes de su amigo de la familia Mark Darcy; ambos hombres compiten por su atención y, al final, mientras ellos se pelean a puñetazos, ella corre por la nieve en ropa interior antes de acabar besándose Darcy. La segunda, ‘Bridget Jones: Sobreviviré’ (2004), es una epopeya caricaturesca durante la que la heroína viaja de las montañas austriacas a una prisión tailandesa, erróneamente acusada de tráfico de cocaína; entretanto, Bridget y Darcy rompen y Cleaver regresa, y en la cárcel ella enseña al resto de convictas a bailar al ritmo de Madonna mientras, a sus espaldas, el abogado Darcy ultima su puesta en libertad, lo que provoca que se reconcilien y acaben prometidos. 

Renée Zellweger y Helen Fielding en el estreno de "Bridget Jones: Mad About the Boy"en Nueva York, este miércoles.

Renée Zellweger y Helen Fielding en el estreno de "Bridget Jones: Mad About the Boy"en Nueva York, este miércoles. / Associated Press/LaPresse

Al principio de la tercera, ‘Bridget Jones’ Baby’ (2016), Cleaver ha muerto y ella ha vuelto a romper con Darcy; conoce a otro hombre y se acuesta con él, luego Darcy le revela que se está divorciando y también se acuesta con él; después descubre que está embarazada pero no sabe quién es el padre, y acaba casándose con el abogado sin saber que Cleaver ha sido hallado con vida.

El sentido común invita a dar por hecho que la versión de Bridget Jones retratada en la nueva entrega de la saga es distinta de la que generó la citada controversia, y que ha cambiado en sintonía con las transformaciones que la sociedad misma ha experimentado. A ese respecto, recuérdense tanto el feroz escrutinio al que el cuerpo de Zellweger fue sometido al ver la luz la primera película -“sus muslos tienen hoyuelos enormes, y su trasero es tan majestuoso como un galeón que se hunde”, dijo de ella el crítico de ‘The Guardian’ en su día- como el revuelo que el rostro de la actriz causó a tiempo para el estreno de la tercera entre quienes aseguraban que había pasado por el quirófano. 

Renée Zellweger, en una imagen de 'Bridget Jones: loca por él'

Renée Zellweger, en una imagen de 'Bridget Jones: loca por él' / Universal

Basada en el tercer libro escrito por Fielding, ‘Bridget Jones: Loca por él’ muestra a su protagonista de regreso en la soltería, porque una mina antipersona acabó con la vida de Darcy en Sudán, e inmersa en las apps de citas; asimismo, se centra en el triángulo amoroso que compone con el profesor de uno de sus hijos y, atención, con hombre al que saca 20 años. Sí, la nueva película -igual que títulos recientes como ‘Babygirl’ (2024), protagonizado por Nicole Kidman, o ‘La idea de tenerte’ (2024), con Anne Hathaway- reconoce que las mujeres pueden relacionarse sentimentalmente con hombres sustancialmente más jóvenes que ellas, y no pasa nada. Cierto, no es un discurso precisamente revolucionario pero, por otra parte, no habría sido en absoluto realista esperar de Bridget que a estas alturas saliera del armario, o se liara con un ‘sexbot’, o se sometiera a una operación de reasignación de género.

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