Premios Goya: las polémicas más sonadas de la historia de los galardones

No hace falta irse demasiado lejos; en los premios del 2024 fue 'trending topic' la presentadora Inés Hernand, que lanzó algunas frases típicas suyas, que aunque para algunos puedieron resultar divertidas, para otros fueron demasiado. Referirse a 'La sociedad de la nieve' como "la película de los caníbales", hablar de eructos en directo o decir "te queremos, presi" en referencia a Pedro Sánchez provocó una gran ola de quejas en Twitter. RTVE emitió un comunicado poco después, desvinculándose de la actitud de la presentadora.

La gala de los Goya 2021 estuvo marcada por la filtración de comentarios machistas durante la alfombra de la gala. En la emisión en el canal de Facebook de RTVE se colaron frases como "es la más buena de todas, porque las demás eran todo esqueletillo" o "parecía un putón verbenero". RTVE inició una investigación, que acabó con la imposición de sanciones a dos de sus trabajadores.

Interrumpir en un escenario es una buena forma de conseguir visibilidad, aunque no es para personas tímidas. Los Goya han tenido que aguantar unos cuantos, entre otros, el del saltador profesional Jimmy Jump en 2011, que le colocó la barretina al Goya antes de que se entregase el premio a Javier Bardem por 'Biutiful'. Un año después, 'El Muletilla' le cogió el relevo, y mientras la directora Isabel Coixet recogía un premio por su documental 'Escuchando al juez Garzón', interrumpió para pedir a los productores que hicieran proyectos en Extremadura.

Las entregas de premio suelen ser largas, a menudo por los discursos de los premiados, que no se ajustan del todo a los tiempos. Para contrarrestarlo, la Academia decidió bajar el micrófono después de los 30 segundos de rigor por discurso en la gala de 2004. La actriz Belén Rueda protestó cuando recogía su Goya a Actriz Revelación, y la medida dejó de practicarse.

La polémica no siempre es mala, a veces sirve para reivindicar temas sociales. Así lo hicieron los presentadores de 2024, con un "se acabó" también en el mundo del cine (a raíz de las acusaciones al director Carlos Vermunt por violencia sexual). Ya a inicios del siglo, en 2003, toda la gala se unió para reivindicar un "No a la guerra". En 2018, tuvo lugar otra reivindicación colectiva, para pedir una mayor presencia femenina en el cine español. Otros actores han utilizado su discurso para defender diversas causas: en los Goya 2008, Javier Fesser llamó al Opus Dei "una institución erróneamente llamada obra de dios"; en 2012, Isabel Coixet denunció fallos en el sistema judicial, a raíz del 'caso Garzón'.

Los nervios pueden jugar una mala pasada, y estar en un escenario frente a cientos de personas, y cientos de miles de espectadores en la televisión, pone nervioso a cualquiera. Eso le pasó a Adriana Ugarte en 2013, que se equivocó al anunciar el Goya a la mejor canción para 'Los niños salvajes', cuando era para 'Blancanieves'. En 2009, Javier Gutiérrez tropezó en el escenario, cuando entregaba el Goya a los mejores efectos especiales a la película 'Mortadelo y Filemón: misión salvar la tierra', y rompió el 'cabezón'.