Opinión | Política y moda

Patrycia Centeno

Patrycia Centeno

Experta en comunicación no verbal.

La 'setmana dels barbuts'

A la segunda semana de enero se la conoce en Catalunya como la semana 'dels barbuts' porque coincide con diversos santos que tradicionalmente se han presentado en el imaginario visual popular con largas barbas, desde Sant Pau i Antoni Abat hasta Sant Vicenç

El senador JD Vance y futuro vicepresidente de Estados Unidos en la convención republicana.

El senador JD Vance y futuro vicepresidente de Estados Unidos en la convención republicana. / Associated Press/LaPresse

Llegué a la papelería. Es uno de los pocos establecimientos del barrio que quedan donde te hablan en catalán, algo que empieza a ser tan insólito en Barcelona que hasta una castellanoparlante como yo lo agradece y reconoce como un ambiente familiar (de “caliu”). Sólo había una mujer que ya estaba siendo atendida; saludé y esperé mi turno. Mientras la dueña del establecimiento realizaba unas fotocopias, mantenía una conversación sobre el tiempo gélido de esta semana con una clienta dominicana que decía no entender este frío en Catalunya.

La propietaria del local le aseguraba que la cosa duraría unos días, a la vez que le preguntaba qué que esperaba en invierno. “Pensaba que el frío aquí era en febrero”, contestó la mujer encogiéndose para darse algo de abrigo. “No, de hecho estamos en la 'setmana dels barbuts' y eso significa frío”, sentenció. Fue entonces cuando levanté mi mirada del teléfono con el que había decidido entretener mis minutos de espera. Me sorprendió que la clienta se interesara por saber a qué se refería con eso de los “barbuts”. “Creo que es por la forma que adoptan las estalactitas de hielo, caen como si fueran barbas.”, le explicó. Aquella novedosa (y pagana) interpretación de esta semana dio por satisfecha a la señora: “Ah, claro. Tiene todo el sentido”. Sonreí y no me atreví a corregir la teoría. 

A la segunda semana de enero se la conoce como la 'setmana dels barbuts' porque coincide con diversos santos que tradicionalmente se han presentado en el imaginario visual popular con largas barbas (desde Sant Pau ermità y san Antoni Abat hasta Sant Vicenç). El largo y espeso vello facial no sólo se ha asociado durante siglos con la aspiración espiritual y el culto religioso; también con autoridades paternas. Sabios, ermitaños, magos, alquimistas que pasan frío como Gandalf o el Yeti. Antiguamente esta asociación entre el frío y las largas barbas dio paso a la creencia de que se trataba de la semana más fría del año, aunque no se tuviera forma de comprobarlo científicamente. Sin embargo, así se ha confirmado desde que hay estadísticas meteorológicas (donde esté la sabiduría popular…). Hoy, afectados por el calentamiento global y una vez superada (por fin) la era de los hipsters, hemos sufrido una deforestación de barbas abundantes. Pero el vello facial no ha desaparecido del todo. 

La barba, el conocido como maquillaje masculino, si se luce, se lleva ahora rala, de dos día sin afeitar o corta y perfectamente recortada. Una barba cuidada se traduce hoy como respetable, sugiere madurez y una originalidad interesante, pero sin antojarse disruptiva o agitadora. “Es imposible parecer infantil o completamente tonto llevando barba”, asegura Alison Lurie en 'El lenguaje de la moda'. Tal vez por eso sigue siendo popular en el ámbito político. Aunque algunos, más que una barba, necesitarían uno o varios hervores… El que el lunes se convertirá en vicepresidente de Donald Trump, J. D. Vance, traerá de vuelta la barba a la Casa Blanca tras 30 años sin vello facial en el rostro de los líderes estadounidenses. En un estudio realizado en 2007 y 2008 hubo una serie de pruebas que respaldaban la teoría de que los políticos con barba tenían rasgos más masculinos y apoyaban menos las cuestiones feministas. Sin embargo, siempre debe existir la excepción a la regla: Trump detesta las barbas y los bigotes (como ya se lo dejó claro a su hijo y al propio Vance). 

Además de vello facial a la Casa Blanca y mucho frío, el refranero popular también alerta de que la “Setmana del Barbuts” también trae “estornuts”. ¡Salud!

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