Exposición en Barcelona
Ramon Masats resurge, icónico e inédito, en Foto Colectania
Una exposición recuerda al fotógrafo catalán un año después de su muerte y reúne 140 imágenes, algunas de ellas inéditas, de sus series más celebradas
Ramon Masats, un modo de ser

'San Fermines', 1957-60 / © Ramón Masats / VEGAP


David Morán
David MoránPeriodista
Periodista de la sección de cultura.
Doce años, del 1953 al 1965, es todo lo que necesitó Ramon Masats (1931-2024) para conseguir lo que a otros les llevaría una o dos vidas: hacer historia, revolucionar el periodismo gráfico y formar junto a Català-Roca la mejor dupla de maestros de la fotografía española. “Es increíble que alguien que no tenía preparación formal ni antecedentes familiares artísticos de ningún tipo supiese lo que tenía que hacer desde el primer momento que cogió una cámara”, destaca Jaume Fuster, estudioso de la obra del fotógrafo catalán y autor de los textos de sala.
Esa década prodigiosa, años de formación y consagración antes de esfumarse durante otro decenio para dedicarse al cine y la televisión, es la que recupera ahora Foto Colectania en ‘Ramon Masats. El fotógrafo silencioso’, exposición que celebra el humanismo del artista, su mirada irónica y socarrona, un año después de su muerte.

'Misa de las Madres de la División Azul', Madrid,1957 / © Ramón Masats / VEGAP
Masats icónico e inédito, sintético y clásico, a través de 140 imágenes, algunas de ellas nunca vistas ni positivadas, y con pequeñas grandes sorpresas como ese paquete de 15 instantáneas de Las Ramblas rescatado de los preparativos de la exposición que compartió con Xavier Miserachs y Ricard Terré en 1957. “Están seleccionadas, ordenadas y grapadas por él”, enfatiza Pepe Font de Mora, comisario de la muestra y director de Foto Colectania.
En la pared, en armoniosa cuadrícula, limpiabotas, paseantes, una corona de flores y una mujer enmarcada en la imponente esquina de la iglesia Mare de Déu de Betlem. "En esa época aún dudaba entre hacer foto de reportaje o de formas. Ganó el reportaje, claro", señala Font de Mora.
Arqueología y leyenda
Organizada en colaboración con Sonia Masats, hija de fotógrafo y encargada de poner en orden su archivo, la exposición, la primera retrospectiva dedicada a su trabajo en blanco y negro en Barcelona, combina la imagen legendaria con un concienzudo trabajo de arqueología documental. “Hay imágenes que él revisó y marcó como validadas pero que nunca se habían positivado”, asegura el comisario. En el otro extremo, el de las fotografías icónicas y fácilmente reconocibles, una apuesta segura: el seminarista Lino Hernando retratado en pleno brinco felino para evitar que el balón entrase en la portería.

Sanfermines, 1957-60. / RAMÓN MASATS / VEGAP
"Hacía tiempo que el archivo Masats no estaba tan vivo", ha celebrado la hija del fotógrafo durante la presentación de una exposición que, en cartel hasta el 25 de mayo, incide muy especialmente en el humanismo de Masats; en su capacidad para “desbrozar la realidad” eliminando todos los superfluo y accesorio. Las “imágenes de síntesis”, como las llamaba él mismo, resumidas en ese crío que dispara su tirachinas contra el cielo en Las Vistillas y en las muy poco circenses imágenes de ese circo fotografiado a ras de suelo. También en todos esos souvenirs que se trajo de sus viajes a Lebrija, Arcos de la Frontera o la Semana Santa de Medina Sidonia. “El fotógrafo se enfrenta al caos del mundo y va limpiando, depurando y destilando lo que quiere contar para que no haya nada accesorio. No hay ruido, solo la síntesis de lo que quiere contar”, ha resumido Fuster.

'Carmen Amaya', Madrid 1961 / © Ramón Masats / VEGAP
Esa filosofía atraviesa toda su obra y conecta las diferentes secciones de la exposición, ya sea la que ocupan los retratos de Carmen Amaya, Luis Buñuel o Antonio Gades que realizó para ‘Gaceta Ilustrada’ cuando emigró a Madrid en 1957, o la que muestra su trabajo durante la dictadura franquista. “No hizo fotografía reivindicativa porque en aquella época, con la censura, hubiese sido imposible, pero era muy importante contextualizarlo y ver también aquellas imágenes que sabía que no podría imprimir y que se guardaba para sí mismo”, ha apuntado Font de Mora.
A Masats, además, se le entendía casi todo cada vez que fijaba su objetivo en tricornios, sotanas e incluso en el propio Franco, reducido aquí a una gorra planeando sobre un par de micrófonos durante un acto de exaltación patriótica en Burgos. “No aparecerá la crítica revolucionaria, pero sí mucho cachondeo”, leemos en una de las cartelas.

Barcelona, 1954 / © Ramón Masats / VEGAP
En realidad, ha matizado Fuster, Masats nunca pensó en exponer; solo quería publicar, hacer “fotografía útil”, como decía, En este sentido, los auténticos hallazgos de ‘El fotógrafo silencioso’ son los libros ‘Sanfermines’, del que se exponen por primera vez 38 fotografías de época; y ‘Neutral Corner’, su colaboración con Ignacio Aldecoa sobre el mundo del boxeo. Caras magulladas, púgiles deslomados y entrenamientos de saco “como única esperanza”. “La luz del ring le hería como un ácido”, puede leerse bajo una de las copias.
En la sala audiovisual, un video reproduce todas las páginas de la primera edición de ‘Natural Corner’, una de las grandes joyas de la bibliofilia fotográfica. Tampoco ahí, a pesar de la crudeza y el rudo imperio del KO, hay ruido. Sólo blanco y negro silencioso y una mirada esencial.
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