Actriz icónica

El choque de Marisa Paredes con Isabel Díaz Ayuso en una capilla ardiente: "¿Qué hace aquí? ¡Fuera!"

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Marisa Paredes e Isabel Díaz Ayuso

Marisa Paredes e Isabel Díaz Ayuso / LOIC VENANCE / AFP / JOSÉ LUIS ROCA

Alexandra Costa

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El fallecimiento hace un año de la icónica actriz Concha Velasco conmocionó al mundo del espectáculo español, generando una ola de homenajes y muestras de cariño. Sin embargo, la capilla ardiente instalada en el Teatro de La Latina, lejos de ser un espacio exclusivo de recogimiento y despedida, se convirtió en escenario de un tenso y mediático encuentro entre dos figuras representativas del panorama español: la veterana actriz Marisa Paredes y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. El choque entre ambas, lejos de pasar desapercibido, generó un debate sobre la politización de los actos culturales y el derecho a la expresión en momentos de duelo.

"¿Qué hace aquí? ¡Fuera!": Un grito desde el corazón

Marisa Paredes, quien acaba de fallecer, conocida por su franqueza y compromiso con sus ideales, no dudó en expresar su descontento ante la presencia de Isabel Díaz Ayuso en la capilla ardiente. Según relató la propia actriz en el programa "Late Xou" de RTVE, su reacción fue impulsiva y sincera: "¿Qué hace aquí? ¡Fuera!". Este grito, pronunciado en un espacio cargado de emoción y simbolismo, resonó con fuerza en los medios y las redes sociales, generando una división de opiniones entre quienes aplaudieron su valentía y quienes criticaron su falta de protocolo.

La frase de Paredes, más allá de ser un mero insulto, se interpretó como una crítica a la gestión política de Ayuso y a la instrumentalización de la cultura. Para la actriz, la presencia de la presidenta en un acto de homenaje a una figura artística tan querida como Concha Velasco, parecía un gesto oportunista y carente de verdadera empatía. La reacción de Paredes, lejos de ser un capricho personal, fue la expresión de un sentir compartido por muchos ciudadanos que ven en la política un intruso en espacios que deberían ser de recogimiento y celebración del arte.

Una reacción que dividió opiniones y generó apoyo

El episodio, como era de esperar, no dejó indiferente a nadie. Si bien la crítica a Ayuso fue celebrada por muchos que compartían la visión de Paredes sobre su gestión política, otros sectores consideraron su reacción fuera de lugar, un acto de falta de respeto en un momento de duelo. Sin embargo, la actriz no se arrepintió de sus palabras, dejando claro que su reacción fue visceral y genuina, una muestra de que la verdad y la convicción pueden manifestarse incluso en los contextos más inesperados.

En medio de la polémica, Marisa Paredes recibió numerosas muestras de apoyo. La actriz, sorprendida por la magnitud de la respuesta, decidió crear un grupo de WhatsApp para agradecer personalmente las muestras de cariño. Este grupo, que llegó a contar con más de cien contactos, se convirtió en un espacio de encuentro y diálogo entre personas que compartían su visión. La iniciativa demostró el fuerte impacto de su acción y el poder de las redes sociales para movilizar a la sociedad en torno a causas y valores.

El legado del grupo de whatsApp: un círculo de apoyo inesperado

El grupo de WhatsApp creado por Marisa Paredes, más allá de su propósito inicial de agradecimiento, se convirtió en un símbolo de la fuerza de la sociedad civil y su capacidad para organizarse y expresar sus opiniones. El hecho de que la actriz decidiera, finalmente, abandonar el grupo sin eliminarlo, dejando que continuara activo, muestra su confianza en el poder de la colectividad y el valor de la libre expresión.

En un gesto de complicidad y empatía, la actriz Ana Torrent expresó su admiración por el grupo durante la ceremonia de los Premios Goya, un detalle que fue recibido con una ovación por los presentes. Este gesto reveló que la acción de Marisa Paredes no había pasado desapercibida entre sus compañeros de profesión, quienes también reconocieron su valentía y su compromiso con sus ideales. De este modo, un acto que comenzó como una reacción visceral en un momento de dolor, se transformó en un símbolo de la resistencia frente a la instrumentalización política y el poder de la sociedad civil organizada.

Un debate abierto: politización vs. respeto

El choque entre Marisa Paredes e Isabel Díaz Ayuso en la capilla ardiente de Concha Velasco puso de manifiesto un debate más amplio sobre la politización de los actos culturales y el respeto debido en momentos de duelo. La reacción de Paredes, lejos de ser un incidente aislado, es un ejemplo de cómo el malestar social se manifiesta a menudo en espacios públicos y eventos de alta carga simbólica.