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Marinetti vuelve con "olor a revancha" cultural: la Italia de Meloni desempolva a los futuristas

El Gobierno italiano inaugura en Roma la exposición 'El tiempo del futurismo', dedicada a la corriente artística italiana surgida en la primera década del siglo XX

La muestra, abierta también en honor al 80 aniversario de la muerte del fundador del movimiento, arranca envuelta en las críticas por "su olor a revancha" cultural de la derecha

Detalle de la exposición 'El tiempo del futurismo'.

Detalle de la exposición 'El tiempo del futurismo'. / Emanuele Antonio Minerva y Agnese Sbaffi – Ministero della Cultura

Irene Savio

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Roma
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 En una engalanada sala de la Galería Nacional de Arte Moderno de Roma repleta de complacidos señores y señoras de trajes oscuros y modales corteses, se ha celebrado esta semana otro gran acto de ese nuevo ideario cultural que la derecha radical italiana, ahora que está en el poder, aspira a construir. Primero fue J.R.R. Tolkien, el autor británico de 'El Hobbit' y 'El Señor de los Anillos', al que el ejecutivo que lidera Giorgia Meloni le dedicó una muestra el año pasado. Ahora es el turno del futurismo italiano, una sugestiva, compleja y contradictoria corriente artística surgida en la primera década del siglo XX que encumbró el progreso técnico, pero que también se cruzó y en un momento, caminó junto con la propaganda del dictador fascista Benito Mussolini. En honor a este movimiento, el gobierno ha inaugurado la exposición 'El tiempo del futurismo', abierta hasta el 28 de febrero.

Detalle de la exposición 'El tiempo del futurismo'.

Detalle de la exposición 'El tiempo del futurismo'. / Emanuele Antonio Minerva y Agnese Sbaffi – Ministero della Cultura

La nueva muestra, que ha costado más de 2,5 millones de euros, engarza a intelectuales y artistas que ya formaban parte de las efemérides, pero que la derecha radical italiana considera que hasta ahora no tenían el reconocimiento que se merecen y son vistos como cercanos. Desde Filippo Tommaso Marinetti, fundador del futurismo (1909), hasta Giacomo Balla, pasando por Umberto Boccioni, Luigi Russolo, Gino Severini y Antonio Sant’Elia, entre otros. Todos ellos han sido incluidos en una pantagruélica exposición de unos 4.000 metros cuadrados y 26 salas abarrotadas por más de 500 objetos, entre ellos unas 350 obras de arte, además de manifiestos, libros, cachivaches e inventos científicos, automóviles y motocicletas de época, e incluso un hidroavión Macchi-Castoldi M.C.72, usado en 1934.

Detalle de la exposición 'El tiempo del futurismo'.

Detalle de la exposición 'El tiempo del futurismo'. / Emanuele Antonio Minerva y Agnese Sbaffi – Ministero della Cultura

El propósito, en opinión del curador, Gabriele Simongini, ha sido el de poner en relieve una corriente que ha sido "la más importante vanguardia moderna italiana" para captar el interés "tanto del bibliotecario como del niño amante en la tecnología", rehuyendo a la vez de las interpretaciones "polvorientas y académicas". Por eso también el énfasis en el paralelismo con la actualidad. "En Marinetti se intuyen las ideas que expresan hoy la inteligencia artificial y el algoritmo", lo que refleja que el futurismo es también "nuestro hoy". Una redención necesaria, según el diputado y presidente de la Comisión de Cultura del Congreso, Federico Mollicone, después de que "por demasiado tiempo, el futurismo fuera despreciado". Llamativa es, en este sentido, la casi total ausencia de paneles explicativos (casi todos, de tono burocrático) del contexto histórico-político con el que convivió el futurismo, eso es, el surgimiento de los regímenes totalitarios en Europa, entre ellos el fascismo.

Las autoridades en la inauguración de la exposición.

Las autoridades en la inauguración de la exposición. / Emanuele Antonio Minerva y Agnese Sbaffi – Ministero della Cultura

Exaltación

Las premisas básicas del futurismo eran la exaltación del progreso, la energía y la audacia, el movimiento, la agresividad bélica y las máquinas; en definitiva, una deificación ciega de lo nuevo y un odio descarado contra todo lo que significara nostalgia del pasado. Esa es la metáfora que se quiere imitar. "Con el futurismo el arte entra en la vida cotidiana e intercepta un mundo en el que todo se mueve, todo corre, todo pasa rápido […] lo que desmiente que la cultura italiana no ha vivido la modernidad", según Mollicone. "La originalidad, la fuerza, la particularidad del futurismo fue su capacidad de mirar más allá del arte, con sensibilidad artística. Nadie más supo hacerlo. […] Hoy, en la época de la revolución digital, debemos seguir su ejemplo para afrontar los nuevos desafíos para gobernarnos y convertirlos en un recurso para el hombre del futuro", ha añadido el político sobre la iniciativa, que también coincide con el 80 aniversario de la muerte de Marinetti (1944), autor del 'Manifiesto futurista' (1909) y también del 'Manifiesto Fascista' (1919).

La exposición coincide con el 80 aniversario de la muerte de Marinetti (1944), autor del 'Manifiesto futurista' (1909) y el 'Manifiesto Fascista' (1919).

La exposición coincide con el 80 aniversario de la muerte de Marinetti (1944), autor del 'Manifiesto futurista' (1909) y el 'Manifiesto Fascista' (1919). / Emanuele Antonio Minerva y Agnese Sbaffi – Ministero della Cultura

Revancha cultural

La muestra, en cualquier caso, ha estado envuelta en la polémica desde primero se empezó a hablar de ella, en 2022. Las razones han sido múltiples, entre ellas los altos costes, el retraso en la apertura, el corto periodo en el que se podrá visitar (en Italia, las grandes muestras suelen mantenerse abiertas por seis meses; en este caso, serán tres) y que su principal ideólogo, el exministro de la Cultura Gennaro Sangiuliano, se viera envuelto a finales del verano en un escándalo político-sexual que lo forzó a dimitir. Reproches feroces como la del periodista especializado Alessandro Beltrami que ha criticado "ese olor a revancha de una derecha empeñada en construir una nueva hegemonía que se está mostrando más como una endogamia". "La exposición quizá también fruto de una malentendido o una ingenuidad: el futurismo ya no necesita rehabilitación, sino más estudio y difusión", ha añadido Beltrami.

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