Poble de Llibres

El pueblo que renació gracias a las librerías

Calonge celebra su tercer aniversario como 'booktown' convertido en catalizador cultural y revulsivo económico

Calonge quiere ser el Hay-on-Wye catalán

Interior de una de las librerías de Calonge

Interior de una de las librerías de Calonge / ANIOL RESCLOSA. DDG

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En 2021, siguiendo el ejemplo de la diminuta localidad galesa de Hay-On-Wye y la más cercana Urueña, Calonge se fue a dormir un día como apéndice interior del jaleo playero de Sant Antoni y despertó a la mañana siguiente convertida en la primera ‘booktown’ catalana. Tote bags al hombro, libros por todas partes y siete locales recuperados por obra y gracia de otras tantas librerías. “Cada librería es una estructura de estado, una universidad abierta y libre, una posibilidad de descubrir el mundo”, celebraron entonces las autoridades municipales. 

En el centro del pueblo, una docena larga de locales singulares, espacios con historia como la antigua carpintería, la vieja farmacia o la tetería Sa Pubilla, esperaban una nueva vida, una segunda (o tercera) oportunidad, y para allá que se fueron unos cuantos libreros con vocación de aventureros. Cómic, novela, libros de viajes, poesía, historia, manualidades y libros de música, conjurados para revitalizar un pueblo con casi más libros que personas. “Apostar por una librería en estos tiempos es una heroicidad”, recuerda ahora el alcalde concejal de Cultura de la localidad, Jordi Soler, a las puertas del tercer aniversario de todo aquello. 

Quince días de fiesta

Porque esta semana Calonge sopla velas por sus tres años como Poble de Llibres y, para celebrarlo, ha programado un aluvión de exposiciones, talleres, espectáculos teatrales, presentaciones de libros y  lecturas. Entre el 5 y el 15 de diciembre, pasarán por la villa medieval Roser Capdevila, Artur Laperla, Coaner Codina i Martí Gironell, Marc Artigau, Víctor García Tur, Irene Pujades y Guillem Terribas, entre otros, y se podrán ver exposiciones dedicadas a Massagran y a los libros infantiles.

“Un aniversari de conte”, como reza el lema de la programación, y un balance “extremadamente positivo”, como destaca Soler.

Calonge i Sant Antoni. El bus llançadora gratuït entre Calonge, Poble de Llibres, i Sant Antoni clou amb èxit la seva primera temporada.

Autobús lanzadora entre Sant Antoni y Calonge 'Poble de Llibres' / DDG

“Calonge se ha convertido en referente cultural”, celebra el alcalde. Y no sólo eso, ya que a las librerías, punta de lanza del renacer del núcleo histórico, se sumarán en nuevo hotel, un par de restaurantes, una crepería, una frutería… "Se ha desestacionalizado la temporada y la gente ha descubierto que, además de Sant Antoni, también está Calonge. En los dos picos fuertes, que son Sant Jordi y el aniversario de diciembre, pueden pasar entre 30.000 y 40.000 personas, y durante el resto del año se ve mucha gente, hay mucho movimiento”, apunta el alcalde. 

En Wigton, localidad escocesa que resurgió de las cenizas de la reconversión industrial y del cierre de la destilería de la zona gracias al libro, se calcula que su condición de 'booktown 'genera unos 5 millones de libras anuales. En la Costa Brava, de momento, no hay totales, pero sí algunas intuiciones. "Aún no tenemos cifras económicas, pero sí que puedo decir que los libreros están muy contentos”, desliza el alcalde.

Altibajos

En breve, además de un nuevo hotel, Calonge contará también con otra librería especializada en salud y terapias naturales. Será el penúltimo fichaje (“aún quedan un par de locales libres”, apunta Soler) de una iniciativa que ha tenido también sus altibajos, con locales que han cambiado de manos o, directamente, han tenido que bajar la persiana. Es el caso de Cocollona, Orient y Llibooks, de las primeras en llegar y también las primeras en cerrar. La dueña de Llibooks, especializada en literatura infantil, tuvo que mudarse a Platja d’Aro por motivos familiares; mientras que del cierre de Orient, dedicada a asuntos esotéricos, nació La Fábrica, en cuyas estanterías comparten protagonismo libros de música y vinos.

De las veteranas, las que llegaron en 2021 atraídas por las ayudas de 10.000 euros para mobiliario y decoración y hasta 60.000 euros para la rehabilitación de los locales, sobrevive Rals Llibres, mientras que Libelista y Calonge Comics, también de la primera hornada, mantienen su actividad pero con nuevos responsables. 

La Histórica, especializada en novela y ensayo histórico, y La Botiga dels Fils, con libros y revistas sobre costura y patronaje, completan una ruta libresca a la que se sumará de forma más o menos inminente la apertura en la vecina localidad de Palamós de una nueva librería del emporio Finestres. "Al final todo suma", relativiza Soler.