Cine

Albert Serra lleva los toros a Girona

El cineasta de Banyoles asistió a la doble sesión de «Tardes de soledad» programada dentro de Temporada Alta, tres meses antes de su llegada a las salas

Albert Serra entrando en el cine Truffaut de Girona, que se llenó para ver «Tardes de soledad».

Albert Serra entrando en el cine Truffaut de Girona, que se llenó para ver «Tardes de soledad». / Aniol Resclosa

Alfons Petit

Girona
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'Tardes de soledad', la aproximación a la tauromaquia de Albert Serra, fue recibida con aplausos el pasado miércoles en su presentación en el festival Temporada Alta. Había expectación por ver en Girona, tres meses antes de su llegada a las salas, el nuevo trabajo del cineasta de Banyoles, que recibió la Concha de Oro en el festival de San Sebastián: las entradas para la primera de las proyecciones del filme programadas en el cine Truffaut se agotaron y los responsables de Temporada Alta organizaron una segunda sesión, que también se llenó. Albert Serra dijo unas palabras a los asistentes al primer pase una vez se acabó, presentó la película a los que iban a verle en la segunda sesión, y una vez terminada ésta participó en un coloquio con el público .

La nueva película de Albert Serra sigue de plaza de toros en plaza de toros, y de hotel en hotel, el torero Andrés Roca Rey y su cuadrilla. Es un documental con muy pocos diálogos (sólo los que intercambian los toreros entre ellos) que se recrea en la forma en que Roca Rey torea y en detalles que le rodean en la plaza y fuera: son especialmente significativos en este sentido los momentos que muestran los rituales del torero a la hora de vestirse y desvestirse en la intimidad de su habitación, un espacio al que sólo tiene acceso un de sus colaboradores más cercanos, que le ayuda en todo el proceso. 'Tardes de soledad' muestra la elegancia del torero y también su brutalidad, el aspecto imponente y vibrante del toro y su sufrimiento, el éxito y el fracaso separados por una raya muy fina.

El cineasta de Banyoles en un coloquio con el público tras la proyección.

El cineasta de Banyoles en un coloquio con el público tras la proyección. / Aniol Resclosa

«No me gustan los documentales, los encuentro aburridos, y hacía años que me decían que debía hacer alguno. No me decidía hasta que encontré un tema tan excesivo como el de 'Tardes de soledad', que no se puede recrear con actores, no puede hacerse una ficción», explicó Serra en el Truffaut. Agradeció en este punto "la generosidad de los toreros, que nos han dado acceso total y absoluto a todo lo que hacían, incluso en su habitación, que nunca había entrado nadie", añadió.

Para el cineasta de Banyoles, la película es un «retrato» de Roca Rey y de las personas que le acompañan: «El compromiso y la concentración es su gran virtud», apuntó Serra, que ponía como ejemplo que «nunca les he visto mirar el móvil». Y eso que les ha seguido muchos días, en sus desplazamientos por las plazas de toros de Madrid, Sevilla, Bilbao y Santander. «Cuando les rodábamos dentro del vehículo en el que iban del hotel a la plaza, con la cámara a 40 centímetros de la cara, se comportaban con la misma naturalidad que lo habían hecho cuando no estaba la cámara».

De hecho, la estructura de la película quiere recordar la de una corrida de toros, en la que son toreados seis toros en una secuencia que se va repitiendo: «En la película también se ve cómo los toreros vuelven a la plaza a hacer lo mismo que ya habían hecho en otra. Pero es que se dedican precisamente a esto».

«La cámara lo acaba mostrando todo», declara Albert Serra sobre su forma de rodar, en la que el montaje es muy importante porque selecciona entre una gran cantidad de metraje filmado. En 'Tardes de soledad', "hemos enseñado la verdad que hay en la tauromaquia, hemos mostrado con objetividad la poesía, la elegancia, la belleza pero también los momentos de crueldad que se dan, que a mí me gustan mucho" .

Precisamente que la cámara lo acabe mostrando todo no ha acabado agradando, según Serra, el torero Roca Rey: «Se sintió traicionado por algunos detalles, aunque él vio la película cuando no estaba terminada». Entre las cosas que no gustaron al torero peruano, una de las grandes estrellas del toreo en la actualidad, se encuentran las imágenes de una corrida de toros durante la que empieza a llover: «Para nosotros aquella lluvia fue mágica, porque estaba la lluvia, el barro, el toro mojado... Todo ello creaba una atmósfera difícil de repetir que hemos querido mantener en la película aunque a él le molestaba».

Sobre la controversia que ha provocado la película por el tema que trata, y sus múltiples lecturas, Serra explicó el comentario que le hizo una espectadora en Nueva York: «Me dijo que era vegana, y que amaba mucho a los animales, pero que la película le había gustado mucho. 'Usted me ha corrompido', me increpó», concluyó el cineasta.

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