Iniciativa benéfica
Serrat y Estopa emocionan en el Palau Sant Jordi con su "abrazo fraternal y solidario" a los afectados de la DANA
El concierto ‘Barcelona amb València’, que contó también con Judit Neddermann, Andrea Motis y Lucía Fumero, desplegó más de tres horas de actuaciones, recaudó 774.996 euros e incluyó críticas a la gestión de la riada por parte de “quienes tienen competencias”, figuras políticas que “no escuchan las voces de los viejos, ni las palabras de los sabios, ni el pronóstico del hombre del tiempo”

Concierto benéfico 'Barcelona amb València' para los afectados por la DANA. Con Serrat, Estopa, Andrea Motis y Judit Neddermann / Zowy Voeten


Jordi Bianciotto
Jordi BianciottoPeriodista
El más grande de nuestros cancionistas, el dúo que después de 25 años se lo lleva todo por delante y tres voces femeninas con ángel y carisma se confabularon este viernes para entregar su canto en ofrenda en el Palau Sant Jordi. Canciones para acompañar, tal vez aliviar o distraer, las penas colectivas y para ayudar en el plano más material: 774.996 euros recaudó el concierto ‘Barcelona amb València’ justo el día en que se cumplía un mes de la tragedia causada por la riada fatal.
Un dinero que se destinará a paliar los efectos de la catástrofe de la mano de la Cruz Roja, que aportaron las 15.086 personas que, según la organización, ocuparon el Sant Jordi (sin llegar a llenarlo). Ambiente cálido, acorde con el “cordial y fraternal abrazo solidario” que Serrat ofreció a los afectados. Casi dos años después de su retirada en el mismo escenario, el trovador de Poble Sec, pilotando esta causa a título excepcional, entró en materia manejando sondas de profundidad: nada menos que ‘Cançó de bressol’, con su eco sentimental, seguida de un enérgico ‘Cantares’, con Machado en la memoria.
Cita a Raimon
Serrat citó a Raimon (“el meu amic”) y su canción, tan asociada a estos hechos calamitosos, ‘El meu país la pluja’, de la que recitó la primera estrofa. Y añadió, levantando aplausos: “A la lluvia no se le puede enseñar a llover, ni los que tienen competencias para solucionar los problemas son competentes para hacerlo. Ni escuchan las voces de los viejos, ni las palabras de los sabios, ni el pronóstico del hombre del tiempo”. Sacó ahí a relucir su sarcástico ‘Algo personal’, dardo en su día (1983) dirigido a ciertos políticos (sin especificar), “hombres de paja” y “tahúres de postín”.
Fueron 70 minutos de Serrat, una prórroga de lujo en su historial escénico cuando ya no la esperábamos, con 14 canciones, todas clásicos incontestables. Banda al completo (Miralles y Kitflus, uno en cada flanco) y repasos con buena letra y finura interpretativa a ‘Cançó de matinada’, ‘Para mi libertad’ y ‘El meu carrer’. La mirada a los orígenes, los ideales, la naturaleza: ‘Pare’, ‘Mediterráneo’ y ‘Plany al mar’, unidas en su sensibilidad por el medio ambiente. La crónica social de ‘Fiesta’, entusiasta y sibilina, y ‘Paraules d’amor’ para cerrar. “Nunca digas nunca jamás”, bromeó Serrat a propósito de esta reaparición en tiempo de jubilación.
Trío con química
Un trío inédito tomó el relevo, las voces de Judith Neddermann (con su guitarra), Andrea Motis (trompeta) y Lucía Fumero (teclado), basculando entre la canción con resonancias de Suramérica y el jazz, reforzadas por otros tres músicos, compartiendo repertorios e invitando a pensar en una química con recorrido. Neddermann, que rescató su hermosa ‘Vinc d’un poble’, fue quien tomó la palabra y alzó el dedo acusador: “Ojalá no tuviésemos que avergonzarnos por la gestión tan nefasta de la emergencia”. Cerraron con la adaptación de un popular grupo valenciano (ya extinto), Obrint Pas, ‘Al país de l’olivera’, con cenefas de violín a cargo de Uxia Amargós.
Culminando la noche, Estopa en una versión comprimida de sus conciertos de este año triunfal, otra hora larga de canciones, con ‘Tu calorro’ encendiendo la mecha entre sus queridos bloques de Sant Ildefons proyectados en las pantallas. “Esto pa’ Valencia!”. Público repentinamente enfebrecido, cantando y respondiendo a los envites de David, al galope en un ‘Cacho a cachos’ filo-metalero, siguiendo la consigna: “acelera un poco más…”
Ellos no son dados a los discursos solemnes, pero David Muñoz habló de la “noble causa” a favor de “nuestros hermanos de Valencia, que lo han pasado fatal, en Paiporta, en Algemesí…”, dijo leyendo una pancarta en las primeras filas. La riada “se ha llevado toda su vida, su trabajo, y no solo eso, sus seres queridos”.
Recogiendo una bandera valenciana del público, que dejaron colgando en el pie de micro, David y Jose tomaron carrerilla con ‘Vacaciones’ rumbo a su ‘grandes éxitos’, vía ‘La raja de tu falda’ (“vamos a hacer que esta rumba se escuche en todas las zonas afectadas”) y con estación final en ‘Como Camarón’. Y con una propina, ‘Me’n vaig a peu’, compartida con su autor, el maestro Serrat, con quien subieron un “camí” que “fa pujada” cargados de razones y sentimientos.
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