A los 82 años

Muere el pintor Javier de Villota, el artista volcado en los derechos humanos

Dedicó parte de su obra a denunciar y advertir sobre los crímenes de guerra, los genocidios o la violencia sexista, entre otros asuntos candentes

Así era y así olía el taller de Rubens, que ahora se puede visitar en el Museo del Prado

El pintor Javier de Villota.

El pintor Javier de Villota. / LUIS TORRES / EFE

EFE

EFE

Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El pintor español Javier de Villota ha fallecido en Madrid a los 82 años, han informado a EFE fuentes familiares. El artista destacó por su tratamiento de los derechos humanos a lo largo de una trayectoria de más de cuatro décadas.

Sobrino nieto del pintor y escritor español José Gutiérrez Solana (1886-1945), su formación pictórica fue autodidacta y empezó a pintar a los 13 años. Se formó como arquitecto en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid, donde también ejerció como titular de Análisis de Formas.

De Villota fue premiado en 1972 en la categoría de pintura en la Exposición Nacional de Bellas Artes y el Estado adquirió la obra, que a día de hoy se encuentra en la colección permanente Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. En esa misma década, protagonizó sus primeras exposiciones individuales en España y en el extranjero, donde se relacionó con el movimiento de Nueva Figuración.

A partir de 1978, De Villota abandonó la docencia para dedicarse plenamente a la escultura y la pintura. Investigó el diálogo entre la abstracción y la figuración. Vivió a caballo entre España y Estados Unidos desde la década de los 80.

Ligado a la actualidad

Entre las series que ha desarrollado en los últimos 40 años cabe destacar 'Biafra', 'Los Grises', 'Inquisición', 'La España del 98', 'Líbano', 'Kingston Hospital', 'Mercado de la Muerte', 'ETA', 'Lesbos' o 'Ecos en la deshumanización'.

Especial relevancia tuvo la exhibición en Madrid, en 2013, de la retrospectiva 'Ecos en la deshumanización', después de su paso por el Station Museum de Houston (EEUU). Resumía la "fase definitiva" de su trayectoria tras viajar por toda América para imbuir su "enfoque de pintor europeo" de la pátina latinamericana.

La Inquisición, los crímenes de guerra, los genocidios, las limpiezas étnicas apoyadas en fundamentalismos, la violencia sexista o la experiencia del dolor y la enfermedad son los temas sobre los que Villota volcó su creatividad. Según se definió en una retrospectiva, "la pintura se derrama como la sangre, generando una atmósfera de desasosiego, bañada en ocasiones por una luz diáfana".

El de los derechos humanos es el gran tema que le perseguía desde que, en 1994, instaló 40 figuras de poliéster a tamaño natural en Madrid. Representaban los cadáveres de una masacre de civiles ocurrida un año antes durante la guerra de los Balcanes.