Récord

La película 'El 47' se convierte en el filme en catalán más visto en los últimos 40 años

Con más de 457.000 espectadores, ha superado a títulos como 'Pa Negre', 'Alcarràs' o 'Casa en Flames'

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Cartel promocional de 'El 47'.

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EFE

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La película 'El 47' se ha convertido en el filme en catalán más visto en cines de los últimos cuarenta años, según ha informado este miércoles la productora The Mediapro Studio, al superar a títulos como 'Pa Negre', 'Alcarràs' o 'Casa en Flames'. Escrita y dirigida por Marcel Barrena y protagonizada por Eduard Fernández, sigue siendo un fenómeno dos meses después de su estreno.

La cinta, que continúa en cartelera, ha superado ya los 457.093 espectadores computados hasta la fecha, lo que la convierte en la película en catalán más vista en cines de los últimos 42 años. Según los datos del Anuario del Cine del Ministerio de Cultura, para encontrar una cinta en catalán que supere los datos de espectadores de 'El 47' hay que remontarse a 1982 con 'La Plaça del Diamant', de Francesc Betriu, que contabilizó 503.835 espectadores en total.

Nominada a los Premios Forqué

'El 47', que lleva ya recaudados más de 2.923.950 euros en taquilla, está nominada a Mejor Largometraje de Ficción y al Premio al Cine y Educación en Valores en la 30ª edición de los Premios Forqué que cada año conceden los miembros de Egeda y cuya gala tendrá lugar en Madrid el próximo 14 de diciembre.

Harto de que el Ayuntamiento de Barcelona sostuviera que el transporte público no podía llegar al barrio de Torre Baró porque las calles eran demasiado estrechas e inseguras, Manolo Vital, uno de sus vecinos y conductor de autobús, se propuso demostrar, al volante del 47, que las autoridades se equivocaban. La película cuenta la historia del barrio barcelonés de Torre Baró, pero es extrapolable a la de muchos otros barrios formados en los años 50 por emigrantes que se instalaban en la periferia de las grandes ciudades de nuestro país.

En muchos casos, en viviendas levantadas con sus propias manos tras haber tenido que dejar su tierra para labrarse un futuro lejos de su hogar, pero años después, en la década de los 70, muchos de esos barrios seguían todavía sin estar considerados parte de la ciudad, y ni siquiera tenían agua corriente, electricidad ni otros servicios básicos.