Veterana de la danza
Marta Almirall celebra con dos espectáculos los 40 años de su compañía Roseland
Esta firme defensora de las creaciones para todos los públicos conmemora con 'Pinocchio', una antigua creación y su última obra, 'Jo sóc d'aquí' en el SAT!, cuatro décadas de danza

Marta Almirall celebra 40 años en danza con su compañía Roseland Musical. / EPC


Marta Cervera
Marta CerveraPeriodista
Tras dejar su trabajo en el ICUB este verano -sin abandonar por ahora su vinculación a la Cabalgata de los Reyes Magos- Marta Almirall celebra 40 años en danza con su compañía Roseland Musical, aunque todo el mundo, ella incluida, la llama Roseland. Es una proeza haber mantenido tanto tiempo esta compañía dedicada a espectáculos de danza de calidad para todas las edades. Dos espectáculos, ambos en el SAT! de Sant Andreu del 1 al 10 de noviembre, sirven para conmemorar el aniversario. A partir del viernes recuperará su moderna versión del clásico 'Pinocchio', con coreografía de Anna Planas. Después llegará su última pieza, 'Jo sóc d'aquí', un canto a la integración y la diversidad destinado al público adolescente con una coreografía de Anna Mbengue que integra una gran variedad de estilos de baile.
Considera que en Barcelona falta "un teatro para público infantil, con nivel y rigor". Ella hizo realizó diversos proyectos que presentó a las instituciones. Lo descartaron. "La falta de recursos obliga a las compañías a trabajar con muy poca gente, económicamente está mal pagado el teatro infantil. O te contrata un teatro público, que hace muy poca cosa, o lo tienes complicado".

A partir del viernes Almirall recupera su moderna versión del clásico 'Pinocchio', con coreografía de Anna Planas. / EPC
Grandes colaboradores
Se rodeó de buenos y fieles colaboradores para hacer espectáculos como 'Flit Flit' con el que debutó la compañía en 1990 y ha hecho una quincena de producciones con títulos como 'Cara calla!', 'Geometria' y la película 'Tic Tac'. "Fundé una compañía recién llegada de Nueva York con ganas de bailar y hacer cosas diferentes. David Cirici que hacía guiones, José Manuel Pagans que hacía las composiciones musicales, Perico Pastor que nos hacía decorados y teníamos bailarines muy potentes". Desarrollaron una plástica y un sello propio. "Teníamos seis bailarines y mantenernos era difícil. Siempre iba con la lengua fuera porque aunque llenara teatros nunca logré tener cierto confort económico". Las cosas no han cambiado demasiado.
"Tuve que cerrar la esceuela y ese mismo año me dieron el Premio Nacional"
Tampoco ayudó que tuviera que cerrar su escuela de danza cuando en el 2007 no le renovaron el contrato de alquiler que pasó de 3000 a 9000 euros. "Tuve que cerrar la escuela y ese mismo año me dieron el Premio Nacional", recuerda. Fue muy cruel para ella tener que dejar el local situado en la calle Porvenir entre Santaló y Amigó. "La especulación salvaje en Barcelona impidió que tras 27 años siguiera adelante la escuela que tenía 300 alumnos, 12 profesores, la compañía vinculada a la escuela. Durante ocho años pasaba por allí y lo veía cerrado, sin ningún tipo de actividad. Después construyeron pisos".
La calidad siempre fue una prioridad para Almirall. Eso se vio en 'Pinocchio', donde trabajó con el actor Manuel Veiga, y el mago de creaciones audiovisuales Franc Aleu, entre otros. "Aunque es muy fiel al original nuestra versión le da una vuelta importante al cuento". Geppetto no es un carpintero sino un hombre que trabaja con material reciclado, utiliza todo lo que tira la gente que encuentra en la calle. Con ese material construye su marioneta. El grillo y otros personajes aparecían en filmaciones que se proyectaban sobre tules. "Era muy contemporáneo pero aquí se vio". Ahora se lleva la hibridación pero entonces ese mix de danza, teatro y proyecciones sorprendió. "Con 'Pinocchio' abrimos una nueva era. Es el espectáculo con el que más he viajado. Tuvo un éxito brutal en todas partes menos en Catalunya donde casi ni se vio. Pero fue por toda España, por Canadá y Latinoamérica".
"Con 'Pinocchio' abrimos una nueva era. Es el espectáculo con el que más he viajado. Tuvo un éxito brutal en todas partes menos en Catalunya donde casi ni se vio".
Pero en Catalunya solo se vio un día en el Poliorama, alquilado para esa función por Almirall, y tres en el SAT! "He invertido lo que he ganado en esta compañía porque he creído en mi proyecto. Siempre he hecho espectáculos cuando tenía algo que explicar". De ahí surge su último y aplaudido trabajo, 'Jo sóc d'aquí', una obra muy fresca que conecta con el público adolescente que a penas tiene bolos. "Es muy difícil girar con siete personas por eso los espectáculos suelen hacerse con dos o tres".
Compañía decana
Roseland es desde hace unos años decana de Catalunya, después de que desaparecieran las de Cesc Gelabert, Lanònima Imperial, Mudances, Nats Nus... "No es fácil aguantar una compañía", admite. "La danza necesita un espacio estable en la ciudad. ¡No solo puede estar el Mercat de les Flors!". Considera que ha faltado valentía para programar danza contemporánea en los teatros de Barcelona. "Ramon Oller podía hacer temporada en el Poliorama con 'Carmen'. Ahora como mucho estás cuatro días en el Mercat y si estás a tope de público no tienes donde seguir actuando", lamenta. "La gente de Barcelona no es consciente de lo que se está perdiendo porque hay muy buen nivel en danza y un talento espectacular".
Ella cuando empezaba estuvo tanto con Anna Maleras como con Magriñà en la última etapa del desaparecido Ballet del Liceu. "Ahora los bailarines han de irse fuera para trabajar porque los nuevos coreógrafos son autónomos y los contratos son precarios".
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