Entrevista

Rodrigo Cortés: "La lengua es la patria, mucho más que el suelo"

El director de cine Rodrigo Cortés estrena el próximo 31 de octubre su última película, "Escape", protagonizada por Mario Casas y con producción de Martin Scorsese

Rodrigo Cortés, este lunes, en los Cines Lys de Valencia.

Rodrigo Cortés, este lunes, en los Cines Lys de Valencia. / F. Calabuig

Begoña Jorques

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Qué manía la suya de encerrar a gente. 

Sí, de alguna manera esta película es el reverso de 'Buried', porque en 'Buried' un personaje trata de salir de una caja y en esta trata de entrar en ella lo antes posible. Posiblemente suceda que cuando sales de una caja sea para entrar en otra.

¿De qué huye N, el protagonista de 'Escape': de la culpa, de la vida, de la locura? 

La tentación es que escapa de sí mismo, pero no es así porque siempre va a tenerse enfrente. Trata de escapar de su libertad, de que se la quiten de encima. Trata de que le extirpen cuanto antes su libre albedrío. Trata de dejar de tomar decisiones. Quiere que le digan cuándo levantarse y cuándo acostarse, cuándo cepillarse los dientes, cuándo respirar y cuándo no. Quiere que alguien se haga responsable de él.

¿Eso es una inmoralidad, como dice el personaje del ‘juez implacable’, que interpreta un soberbio José Sacristán?

Eso lo va a entender como desee cada espectador. La película será tantas como espectadores la vean. No porque haya una respuesta oculta, sino porque muchas respuestas son posibles y verdad a la vez. Lo que suceda en la pantalla va a resonar con las vivencias de cada cual. Unos sentirán compasión, otros se enfadarán con el personaje y otros empatizarán con su dolor. Pero lo que es cierto es que N no es una víctima.

Es imposible hacer 'spoiler' porque no sabes si acaba bien o mal. 

Una vez más va a ser la decisión de cada cual. Cuando ves en un documental cómo un león se está comiendo una gacela, ¿cómo te sientas al respecto? Va a depender mucho de parte de quién estás. Al león le va estupendamente.

Es una película basada en un libro de Enrique Rubio que leyó hace bastante tiempo. ¿Por qué ahora? 

Porque su premisa no me abandonaba. La leí cuando él la escribió mucho antes de publicarla, porque somos amigos. Y su historia me resultó interesantísima como lector, pero me parecía inadaptable al cine. Sin embargo, su premisa poderosa y contraintuitiva no me abandonaba. Así que un día le dije "si me das permiso para traicionarla, creo que voy a saber honrarla sin dulcificarla y sin suavizarla. Creo que voy a ser capaz de que el espectador sienta lo que sentí yo al leer la novela".

La película tiene mucho de drama, pero también 'thriller' y hasta comedia. No hay manera de encajarla en una género.

Es una buena reflexión porque yo mismo no sé de qué género es. El propio tráiler dice que no es comedia, ni tragedia, ni acción, ni suspense, en el fondo está diseñado para desmontar posibles expectativas. La clave es el tono. Es un tono que se mueve siempre en un extraño filo en el que uno sonríe o ríe sin parar por la comicidad de ciertas situaciones, sin dejar de empatizar nunca con el dolor. Así que, a veces, es posible ver en dos butacas contiguas a una persona que llora y otra que ríe, no solo por las mismas cosas, sino incluso por las mismas razones.

Es curioso y contradictorio porque muchos cineastas señalan que lo ‘mágico’ de la sala es que el público ría o llore a la vez. Que compartan emociones.

Esta película es contradictoria, es ambivalente y es contraintuitiva. Ofrece muchas respuestas posibles y te permite reaccionar de diferente manera porque a cada cual le toca gestionar lo que vive como buenamente puede. Para mí es particularmente satisfactorio que cuatro personas que abandonan el cine tengan cuatro cosas distintas que decir de la película. O incluso que la película no acabe cuando acaba, que siga más allá de los títulos de crédito, que por la noche sigas dándole vueltas dentro de la cabeza.

Cuenta en la producción de la película con el respaldo de Martin Scorsese. ¿Cómo lo conoció? 

Él es directamente la razón por la que hago cine, es mi referencia desde la adolescencia. Nos conocimos personalmente en los Princesa de Asturias hace unos años cuando le dieron el premio y me pidieron que sostuviera un coloquio con él. Él había visto mis películas e hicimos migas. Tiempo después vio El amor en su lugar y le entusiasmó. Me pidió que le enviara mi próximo guión y me lo tomé como una declaración amable, nada más. Hasta que me llamaron de su oficina reclamándome el guión. Así que se lo envié y me escribió diciéndome que quería formar parte de la película para ayudar a que existiera.

¿Le dio muchos consejos? 

Trabaja desde el máximo respeto. Cuando tuvimos la primera reunión alguien preguntó "¿alguna nota de Martin?" y su segunda contestó «ninguna, le encanta». Y esa fue su intervención en el guión. Lleva demasiados años luchando para que su voz sobreviva en un universo que las ahoga.

Vuelve al cine español después de mucho tiempo. ¿Uno se cansa del boato de Hollywood también?

Ese oropel corresponde a una fase muy concreta, muy falsaria, de maquillaje y flashes que tiene muy poco que ver con la elaboración de la película en sí. Lo que sí supone esta película es un retorno a la lengua, que es la patria, mucho más que el suelo. Esto permite recobrar el micromanejo de cada sílaba, de cada intención, de la inflexión, de cada matiz musical del lenguaje. Y sabe Dios la siguiente película cómo será, dónde la haré y en qué idioma. Pero sí me he encontrado en casa de un modo que no anticipaba del todo.

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