Discos de la semana

Kylie Minogue redobla y endurece su apuesta por la pista de baile en ‘Tension II’

La cantante australiana publica una angulosa segunda parte del álbum que lanzó hace un año, con nuevos colaboradores, y en el que destaca el corte seco de su nuevo ‘single’, ‘Lights camera action’

Los nuevos elepés de Parade & Nacho Casado, Thurston Moore, Kelly Lee Owens e Immanuel Wilkins, también reseñados

Kylie Minogue, en una imagen promocional de 'Tension II'

Kylie Minogue, en una imagen promocional de 'Tension II' / Charlotte Rutherford

Patricio Ortiz

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'Tension II'

Kylie Minogue

BMG

Pop

★★★

Hace un año, Kylie Minogue lanzaba ‘Tension’, un álbum álgido a partir del ensamblaje de piezas synth-pop para la pista de baile, con ribetes ‘disco’ y house. No resultó ser de los más comerciales de su historial, con la excepción de una canción-faro: ‘Padam padam’, el mayor ‘hit’ de la australiana en el Reino Unido desde ‘All the lovers’ (2010). Tal vez crecida por el impacto de ese tema, vuelve ella con una nueva entrega en esa línea, ‘Tension II’, mezcla de canciones que no encontraron su lugar en el primer volumen y de otras concebidas posteriormente en las que ha hecho buenas migas con nuevos colaboradores.

Cuatro de esos temas han visto la luz en los últimos meses y aparecen apelotonados al final de este ‘Tension II’: tres notables ‘featurings’ con destino a álbumes ajenos, hablamos de ‘Dance alone’ (cita con su compatriota Sia), la trotona ‘Midnight ride’ (compartido con el cantante country surafricano Orville Peck y el hechicero electrónico Diplo) y la inmersión ‘rave’ de ‘Edge of Saturday night’ (con The Blessed Madonna), así como el adelanto del más bien tontorrón ‘My oh my’, en el que Kylie se alía con Bebe Rexha y Tove Lo. Ahora, los focos se centran en el nuevo sencillo, ‘Lights camera action’, un tema muy eficaz, de electrónica gruesa, tacto severo y estribillo-gancho reducido a las palabras expeditivas que le dan título. En realidad, se hace corto con sus solo dos minutos y 42 segundos de duración, cosas del actual canon viral.

Armadura Gaultier

El fondo lírico de esta pieza es puro Kylie, la diva libidinosa que te invita dulcemente a cruzar las líneas rojas de la seducción: “Me veo estelar esta noche / Mi armadura es de Gaultier / (…) / Vamos a ponernos pecaminosos esta noche”. En ese imaginario hedonista, como si estuviera siempre a punto de llevarte al huerto, se asentó la voz de ‘Can’t get you out of my head’ hace ya mucho, cuando se percató de que modificar su identidad a ciertas alturas (aquella ‘indie’-Kylie que en 1995 cantó con Nick Cave, el posterior y fallido ‘Impossible princess’) no era tan sencillo como podía parecer.

Pero ‘Tension II’ afila ángulos en materia de sonido y producción. Si Kylie Minogue llevaba asociada cierta aura de inocencia en sus artes pop, aquí se la ve a gusto sobre tramas electrónicas más duras, con resonancias de la EDM noventera-dosmilera. Ahí están números como ‘Kiss bang bang’ o ‘Diamonds’, con sus subidones y sus caídas secas, y la dinámica vagamente enrarecida de ‘Hello’ (armónicamente, heredera de ‘Padam padam’). Excepciones: ‘Taboo’, con su ‘flashback’ a lo Abba-Madonna, y ese ‘Dance to the music’ digno de los tiempos de ‘Fever’ (2001). Material, en conjunto, algo inferior al primer ‘Tension’, pero suficientemente consistente para seguir estirando hasta el infinito la invitación de Kylie Minogue a la pista de baile. Jordi Bianciotto

Otros discos de la semana

'Parade & Nacho Casado'

Parade y Nacho Casado

Jabalina

Pop-canción

★★★★

Antonio Galvañ se alía con Nacho Casado y, rodeados de guitarras acústicas, pianos, cuerdas y percusiones, exploran juntos ese océano de pop sofisticado, elegante y cosmopolita por el que hace 40 años navegaron grupos como The Style Council, The Pale Fountains o The Blue Nile (a los que versionan en ‘Mañana mismo’). En su deriva, lanzan guiños a la bossa-nova, al swing y al folk-pop sesentero y logran momentos de serena emoción tan logrados como ‘El primero’ y ‘Nueva York, Tokio y Brasil’. Rafael Tapounet

'Flow critical lucidity'

Thurston Moore

Daydream Library Series

Rock experimental

★★★★

El ex-Sonic Youth regresa a la composición cantada, alejándose de las distorsiones más levantiscas y cultivando el medio tiempo nublado, con capas de arreglos microscópicos, pellizcos de guitarra disonante y pianos fantasmales. Desprende una velada emoción en este repertorio al ralentí, ayudado por finos operarios, como Debbie Googe (My Bloody Valentine) y una Laetitia Sadier (Stereolab) reclutada solo para pronunciar las dos palabras titulares del tema ‘Sans limites’. J. B.

'Dreamstate'

Kelly Lee Owens

DH2

Electrónica

★★★★

Kelly Lee Owens sintetiza como nadie la mezcla perfecta de la nocturnidad del techno y la luminosidad del pop. En este disco, su voz angelical vuelve a situarse en el centro de una producción etérea que atrapa y a la vez funciona en la pista de baile. Podríamos atribuir este mérito a parte de su coproducción: Bicep y Tom Rowlands (The Chemical Brothers), pero Kelly Lee Owens sabía desde el principio que su hogar es el club. Patricio Ortiz

'Blood blues'

Immanuel Wilkins

Blue Note

Jazz

★★★

El joven saxofonista Immanuel Wilkins aparca los requiebros, los giros constantes y el caudal de ideas de los primeros discos. 'Blood Blues', un álbum conceptual sobre sus ancestros, es meditativo, apacible, espacioso. Tanto, que a ratos, más que hipnótico, se hace inocuo. Wilkins apuesta por dar el protagonismo a las voces de varias cantantes invitadas, aunque la única que realmente queda en la memoria es la de Cécile McLorin Salvant. Un ambicioso paso adelante que no tiene el 'punch' de sus discos anteriores. Roger Roca