50 años de ‘Ajoblanco’ y ‘Star’: cuando “la revolución sexual y la ecología cambiaron la vida de los españolitos”

¿Había más libertad en la España del franquismo, ajena a los paradigmas de la corrección política y a la burocratización de la cultura? Esa idea suele ser señalada como una ‘boutade’, sobre todo por las nuevas generaciones, pero subyace en el discurso de un probo agitador como es Pepe Ribas, fundador, en 1974, de la revista ‘Ajoblanco’, faro contracultural que, junto a otra cabecera legendaria, ‘Star’, se dispone a celebrar el 50º aniversario de su creación con la sensación de que el futuro ya no es lo que era. 

La noche en Barcelona vuelve a bullir con nuevas ideas: fiestas, puntos lila, politización y hasta psicólogos en la sala

Así lo apuntaron tanto Ribas como Juanjo Fernández, editor de ‘Star’, este martes en la coctelería Dry Martini, donde anunciaron una fiesta de cumpleaños, el 22 de octubre en Apolo (con Raúl Rodríguez y el grupo ‘subnopunk travesti’ Ruïnosa y Las Strippers de Rahola), y compartir su mirada hacia aquella contracultura que un día afloró bajo radar. “El franquismo estaba obsesionado con quienes luchaban por arrebatarle el poder, y no con quienes querían cambiar la sociedad”, observa Pepe Ribas. “Ese era nuestro objetivo, pero desde la libertad y el debate de ideas, no desde las ideologías, donde siempre hay gente que lo sabe todo. ¿Fracasó la contracultura? Cambiamos la vida cotidiana de todos los españolitos con la revolución sexual y la ecología, y defendiendo que se podía vivir de otra manera”.

‘Ajoblanco’, cuya etapa clásica abarcó desde 1974 y 1980 (los mismos años que duró ‘Star’), y que tuvo una segunda vida entre 1987 y 2000, anuncia novedades: renovará su web con nuevos contenidos y creará la Fundación Ajoblanco. “Después de la negativa de las autoridades a montar el museo de los 70, unos años clave, lo haremos nosotros. Y una gran exposición en la Virreina”, precisa Ribas. “Apostaremos por la gente joven y la consolidada, quien tenga ganas de crear cultura crítica”. 

Por ‘Ajoblanco’ pasaron, asegura Ribas, más de 6.000 colaboradores, una cifra pasmosa. Y de amplio espectro: Enrique Vila-Matas, Quim Monzó, Luis Racionero, Ramon Barnils, Karmele Merchante… Con ‘Star’ no había auténtica rivalidad, asegura. “Éramos dos caras de una misma moneda. Nos ayudábamos. Ellos nos ponían publicidad y nosotros a ellos”. Para Juanjo Fernández, ’Star’ fue “como una escuela” para dibujantes, pintores y fotógrafos como El Hortelano, Ceesepe, Ouka Leele, Nazario, Alberto García-Alix o Mariscal. 

Ribas confía todavía en sacudir los cimientos de la sociedad. Ve Barcelona “muy dormida, pero no tanto como parece”, observa. “Lo peor es que ganó la cultura burocrática, de subvenciones e IVA, y todo eso acaba con la cultura”. La pincelada negrísima la pone Juanjo Fernández. “Hay un libro de Maurizio Ferraris llamado ‘La imbecilidad es cosa seria’, donde dice que el 70% de la población es idiota. Bueno, yo creo que ese porcentaje ha aumentado, porque antes alguien podía decir una estupidez en la barra de un bar y se quedaba ahí, mientras que ahora se puede difundir por todo el mundo”.