Música

El ·B, un festival (solo) de música, cumple 10 años: "No queremos ser un plan de vacaciones para turistas"

La cita con las músicas independientes, la que durante una década ha reunido ídolos de hoy como C. Tangana o Bad Gyal, regresa al Fòrum este fin de semana con una excitante programación: el fantástico cabaretero Rodrigo Cuevas, el hábil rapero Cruz Cafuné, el hombre del momento, Ralphie Choo, o los fenómenos Mushkaa y Julieta

Adrián D. Bóveda, director del Festival B, en el Fòrum este jueves

Adrián D. Bóveda, director del Festival B, en el Fòrum este jueves / Marc Asensio Clupes

Ignasi Fortuny

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Puede parecer una obviedad, pero esto es un festival de música centrado en la música que cumple con orgullo 10 años. Caprichosamente, además, se llama Festival ·B (anteriormente conocido como Cara B), como si dejara entrever ya con su nombre que la sentencia que abre este texto no es tan evidente como parece. "No quiere ser una experiencia ultrasensorial que vaya más allá de la música, ni un plan de vacaciones para turistas, ni parecernos a un centro comercial de aeropuerto, es decir, entiendo que así hay más ingresos y presupuesto para programación, pero nosotros queremos ser un festival centrado en la música y para amantes de la música", defiende su director, Adrián D. Bóveda.

Con estos fundamentos desde su nacimiento, el ·B, con afán prescriptor y los principios claros -"hacer una foto fija de lo que sucede aquí y ahora en las escenas independientes"-, celebra este viernes y sábado su décima edición con un cartel plagado de talento brillante y alguno que empieza a relucir. Y lo hace de nuevo en el Parc del Fòrum de Barcelona, recinto al que fueron empujados hace un par de años cuando se vieron obligados a dejar su sede original, la Fabra i Coats.

Adrián D. Bóveda, director del Festival B, cita que cumple 10 años.

Adrián D. Bóveda, director del Festival B, cita que cumple 10 años. / Marc Asensio Clupes

La cita, "un festival independiente que nació y creció de forma totalmente orgánica sin ningún apoyo económico externo", aprovechó la mudanza para ganar envergadura y ahora cuenta con tres escenarios: la novedad es uno dedicado a la electrónica (muy atinadamente bautizado como RA ·B). "Nos faltaba para tener una visión de 360 grados de todas las escenas independientes. Es una representación de la escena de club local, porque además de saltar y cantar nos podamos ir a bailar cuando nos apetezca", comparte D. Bóveda.  

El Festival ·B sigue con su exitosa fórmula (10.000 asistentes por día, el tope) de hacer una programación cuidada para cada jornada a las que une la etiqueta 'independiente'. "No son productos precocinados por la industria. Son proyectos reales que parten de la independencia, del 'do it yourself'. Ahí situamos la línea de programación", comenta su director, orgulloso de que durante esta década frenética hayan podido presentar a ídolos de hoy, artistas que llenan pabellones o estadios, como Dellafuente, C. Tangana, Bad Gyal, Rels B, Carolina Durante o Rigoberta Bandini.

C. Tangana, en el Festival Cara B de 2017, en la Fabra i Coats

C. Tangana, en el Festival Cara B de 2017, en la Fabra i Coats / Festival · B

Pasarán por ahí en esta edición Sen Senra, Rodrigo Cuevas, Cruz Cafuné, Guillem Gisbert o Ralphie Choo, extraordinario talento que, por si alguien aún dudaba, acaba de bendecir Rosalía. Un cartel "kilómetro cero" que cuenta con puntuales artistas de fuera, como los argentinos Él Mató a un Policía Motorizado. "Lo que nos parece fundamental es que lo internacional no venga a canibalizar el cartel del festival, que no esté por encima de lo local", apunta el director del ·B, que este año presenta nombres del momento en catalán como Mushkaa, Julieta o la balear Maria Hein. "Igual era una asignatura un poco pendiente, estamos muy orgullosos porque el cartel ha quedado muy redondo". 

El 80% del público, de Barcelona

El reparto de artistas por días, resumiéndolo mucho, es que ofrece una noche para las 'guitarras' y otra para el 'urban'. "Damos voz a lo que está sonando, la frontera de estilos es cada vez más difusa, la mitad de los del viernes podrían ir el sábado y al revés", comenta D. Bóveda, que apunta que esta frontera también se está difuminando para su fiel público que adquiere cada vez más abonos. Asistentes, por cierto, que en más de un 80% vienen del área metropolitana de Barcelona. Destacable es también que cerca de un 10% llega de Madrid.

¿Y cómo se imagina el director del Festival ·B el futuro? "El público y el proyecto pide a gritos poder crecer a nivel de aforo un pelín. Es un festival pequeño, muy cómodo. Llevamos con las entradas agotadas para uno de los días un mes. Está pidiendo crecer un poco, sin llegar a ser un mastodonte porque no tendría sentido", zanja Adrián D. Bóveda.