Opinión | Política y moda

Experta en comunicación no verbal.

Patrycia Centeno
Patrycia CentenoExperta en comunicación no verbal.
Pedir perdón: ¿debilidad o virtud?

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, en junio de 2024. / Carlos Santiago/ Eyepix Group
Como hay pocos problemas en el mundo, desde hace un par de días, se ha añadido una crisis diplomática entre México y España. La presidenta electa, Claudia Sheinbaum, ha decidido no invitar a Felipe VI a su investidura que se celebrará el próximo martes. El veto al jefe del Estado español —quien acostumbra a asistir a los relevos gubernamentales en América Latina ya desde que era príncipe— ha hecho que el gobierno español se niegue a enviar a ninguna representación oficial a tan señalada cita (es la primera vez que una mujer asumirá el poder en México).
Sheinbaum, quién sí ha invitado a Putin (el “angelito” todavía no ha confirmado) y a Biden (en su nombre acudirá su esposa, el presidente de los EEUU no está para mucha ranchera), se ha justificado recordando que el rey de España nunca contestó a la carta en la que López Obrador le solicitaba que pidiera perdón por la Conquista. Porque así como el papa Francisco sí reconoció los pecados cometidos en nombre de la Evangelización, tal como le requirió también el mandatario mexicano; la Corona simplemente dio la callada como respuesta a la misiva. Y eso fue en 2019. Digamos que tiempo ha tenido…
En general, en España, seguimos tomándonos como una ofensa o un desafío que nos sugieran pedir perdón. En la cultura de este país la disculpa sigue percibiéndose como un gesto de debilidad o rendición en vez de como una gran virtud. Si las disculpas no se dan por los GAL, ni por la guerra de Irak, ni por las víctimas de la dictadura, ni por las hostias del 1O; complicado buscar arrepentimiento por las atrocidades que supuso la Conquista de México. Además, es casi ciencia ficción que un Borbón asuma responsabilidad ninguna. Porque el “lo siento mucho, me he equivocado, no volverá a ocurrir” del rey Juan Carlos tras el incidente de Botsuana no sería el paradigma de una disculpa sincera. Aún desconocemos si el monarca sentía penar por haberse ido de viaje de lujo en plena crisis económica, ser adúltero, asesino de elefantes, haberse caído o que lo hubieran cazado…
Aunque Felipe VI no haya encontrado un buen ejemplo de esta bella y sana práctica en su padre; podría inspirarse en las fórmulas recientemente utilizadas por otros monarcas. Tras haberlo expresado ya por escrito, en 2022 el rey Felipe de Bélgica volvió a lamentar los abusos cometidos por su país durante el dominio colonial del Congo. El rey de los belgas aprovechó también para devolverle al Congo una máscara “kakuungu" utilizada para ritos de la etnia Suko, uno de los más de 80 mil objetos saqueados durante la época colonial y que prometió devolver. En 2023, bajo una intensa lluvia, el rey Guillermo de los Países Bajos se disculpó oficialmente por el pasado esclavista de su país durante la época colonial, afirmando sentirse “personal e intensamente” afectado. Y en el caso del rey Guillermo, había muchas dudas de si daría el paso porque la trata de esclavos contribuyó ampliamente a acumular la fortuna de la Casa de Orange-Nassau, de la cual desciende. Aunque la lista de disculpas de los ingleses sea interminable, hasta Carlos de Inglaterra reconoció la “espantosa atrocidad de la esclavitud” durante la histórica ceremonia en que Barbados se convirtió en República e Isabel II dejó de ser su reina. Ya convertido en rey, Carlos III reconoció también que “no hay disculpas ni excusas” para las violencias coloniales en Kenia.
Pero aunque Felipe VI tuviera a bien seguir el ejemplo de estos otros monarcas, no está claro que eso le diera tampoco pase a la fiesta de Sheinbaum. Si bien la mexicana no lo menciona, el rey de España últimamente va generando polémicas (y robando el protagonismo) en las tomas de posesión a las que asiste. En la investidura de Gustavo Petro se le criticó por no ponerse de pie ante el paso de la espada de Simón Bolivar. En la de Bukele, se generó debate sobre si la presidenta de la República de Honduras debía levantarse para saludar al rey español. Y en agosto, llamó la atención que el jefe del Estado español se saltase el 'dress code' de República Dominicana para este tipo de ceremonias.
Ahora, que tampoco se pongan muy dignos Sheinbaum y López Obrador. Hace un año, los propios pueblos originarios les reclamaron que no se apropiaran de sus símbolos después de que el presidente se tomara la licencia de traspasar el bastón de mando indígena a su sucesora ideológica sin pedirles permiso…
Suscríbete para seguir leyendo
- Pilar Eyre: 'Me perdí el último suspiro de mi marido porque estaba embebida leyendo a su lado
- Un profesor del Conservatori del Liceu, acusado de tocamientos a una alumna: 'Es muy baboso y muy tocón
- Fallece el periodista Fernando Lázaro a los 58 años
- Otras tres ex alumnas fueron víctimas del profesor del Conservatori del Liceu: 'Lo confronté y se puso agresivo, empezó a agarrarme del brazo, intentando besarme
- Nathy Peluso conquista el Sónar con una enérgica presentación de su exitoso álbum ‘Grasa’
- El (aún) incierto futuro de las pinturas de Sijena: ¿volverán a Aragón o seguirán en el MNAC?
- Amaral triunfa en el Sant Jordi Club con una arrolladora confianza en su nuevo disco
- El patronato del MNAC alegará 'incapacidad técnica' para trasladar las pinturas de Sijena