Crónica

Juan Diego Flórez inaugura el curso del Palau con su proyecto solidario

El tenor peruano presentó al público catalán la fantástica Orquesta Juvenil Sinfonía por el Perú, uno de los muchos logros de la fundación del cantante

Juan Diego Flórez, estrella solidaria en el Palau de la Música Catalana // Antoni Bofill

Juan Diego Flórez, estrella solidaria en el Palau de la Música Catalana // Antoni Bofill

Pablo Meléndez-Haddad

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Regresó al Palau de la Música Catalana Juan Diego Flórez tras su actuación, con idéntico programa el jueves pasado, en el Teatro Real de Madrid. Para inaugurar el ciclo Grans Veus, el tenor peruano contó con la Orquesta Juvenil Sinfonía por el Perú, uno de los frutos de la organización que creó para apoyar el desarrollo personal y artístico de niños y adolescentes de su país. Lo primero que llamó la atención del conjunto, más allá de sus cualidades musicales –excelencia, perfecta acción de conjunto, sonido empastado–, fue la eficacia, el entusiasmo y la concentración que los jóvenes músicos demostraron al seguir con inspirada expresividad a la talentosa maestra colombiana Ana María Patiño-Osorio. La orquesta brilló en todo momento, especialmente en los difíciles fragmentos de zarzuela o en el 'Can can' del 'Orphée aux enferns'.

El programa permitió mostrar la flexibilidad del conjunto y la consolidación de un proyecto que ya ha beneficiado a más de 6.000 niños inspirados en el Sistema que creó en Venezuela José Antonio Abreu hace 50 años. Juan Diego Flórez puede estar orgulloso del resultado de su fundación, una entidad que le ha cambiado la vida a muchas familias.

En este regreso, el tenor demostró estar en plenitud de facultades, con agudos límpidos, un gran control del 'fiato', un fraseo de ensueño y la flexibilidad necesaria para las agilidades propias del 'bel canto' romántico. Tras una impresionante demostración de facultades en el aria de Tebaldo de 'I Capuleti e i Montecchi' de Bellini, interpretó, cargado de expresividad, a Roberto Devereux de Donizetti. Siempre en la línea belcantista se incluyó un aria de Matteo Salvi, colaborador y alumno de Donizetti que aportó la conocida "Angelo casto e bel" a la inconclusa 'Il Duca d'Alba', cuyo material después utilizaría en 'La favorite'.

Flórez, que ha ampliado su repertorio a algunas óperas de Verdi, interpretó también "Je veux encore entender" de 'Jérusalem', en la que el compositor utilizó parte de sus 'I Lombardi'. No podía faltar uno de sus 'hits', el aria de Roméo "Ah, lève-toi, soleil!" de Gounod, además de un guiño a 'La belle Hélène' de Offenbach.

En el capítulo de zarzuela se escucharon romanzas de 'La alegría del batallón', 'La pícara molinera' y 'El último romántico', para culminar con 'Granada', todo ello antes de los bises, en los que Flórez, guitarra en mano, acabó de reconquistar a su público del Palau.