Concierto histórico

El Liceu debuta en París con gran éxito

Josep Pons: "La orquesta del Liceu es un chute"

El Liceu presenta una temporada ecléctica

Orquesta Liceu París

Orquesta Liceu París / Elisa Haberer

Marta Cervera

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La Orquestra Simfònica del Gran Teatre del Liceu ha brillado este sábado en su debut en París con la interpretación de la ópera 'El castillo de Barbazul', de Béla Bartók, en la Ópera de la Bastilla. La sorprano sueca Irène Theorin en el rol de Judith, la joven esposa, y el bajo-barítono galés Bryrn Terfel como Barbazul lograron transmitir toda la intensidad de este drama psicológico condensado en un esta ópera en húngaro de un solo acto. Para ambos cantates era su debut en esta pieza llena de contrastes, que va de los pianissimo a la gran potencia sonora. Josep Pons, buen conocedor de la obra -el mismo la dirigió en el Liceu con un montaje de La Fura dels Baus- ya conocía la maravillosa acústica de la sala donde había ensayado en ella hace años con la Orquesta Nacional de París. Pero nunca había actuado ante el público de la Bastilla, uno de los dos teatros de Ópera Nacional de París, una magnífica sala para casi 2.800 espectadores inaugurada en 1989.

Dos mil personas, según los organizadores, disfrutaron del concierto y recompensaron a orquesta y solistas con seis minutos de calurosos aplausos. Natàlia Garriga, consellera de Cultura y Meritxell Serret, consellera d'Exteriors. "Ha sido un día histórico", aseguró Garriga. Lo mismo dijo Salvador Alemany, presidente de la Fundació del Gran Teatre del Liceu, pletórico. Victorio Redondo, embajador de España en Francia y el compositor catalán Héctor Parra, que reside en la capital francesa desde hace años, también acudieron a la histórica cita.

2000 personas recompensaron a orquesta y solistas con seis minutos de calurosos aplausos

Bartók escribió 'El castillo de Barbazul' en 1911 para participar en el concurso al Premio Ferenc Erkel de la Academia de Bellas Artes. El libreto, escrito por el poeta Béla Balázs, se inspira libremente en la fábula de Charles Perrault y de 'Ariane et Barbebleu' de M. Maeterlinck. Pero no entendieron su obra que calificaron de "ineficaz". La partitura sufrió algunas modificaciones en 1912 tuvo un nuevo final en 1917 pero no se representó hasta el 24 de mayo de 1918 en el Teatro de la Ópera de Budapest. Hoy está considerada una obra maestra.

Magníficas voces

Un Terfel magnífico y en plena forma bordó su Barbazul imprimiendo a su gran volumen vocal una actitud severa y fría para este rol oscuro que le encaja de maravilla a su voz. "Me estoy despidiendo y esta ópera corta me va de maravilla", confesó el cantante. Él y Theorin han interpretado muchas obras de Wagner y esta ópera de Bartók les va como anillo al dedo. La partitura conjuga elementos de la música popular húngara y el ritmo del idioma de su país. La música está influida por Wagner, pero también por Strauss y Débussy.

Theorin sacó partido de sus privilegiadas cuerdas vocales para transmitir los sentimientos de Judith, una recién casada que pasa de la maravilla al estupor y el terror a medida que va abriendo las puertas del castillo donde Barbazul, asesino de sus anteriores esposas cuya sangre lo impregna todo.

Un momento de la actuación de la Orquestra Simfònica del Liceu, dirigida por su titular Josep Pons, en la Ópera de la Bastilla de París.

Un momento de la actuación de la Orquestra Simfònica del Liceu, dirigida por su titular Josep Pons, en la Ópera de la Bastilla de París. / Elisa Haberer

La orquesta ofreció brillantes momentos con una partitura exigente, casi vanguardista que une simbolismo y expresionismo. Pons capitaneó a la orquesta con precisión profundizando la tensión que hay entre los personajes que representan el choque entre los mundos, el femenino y masculino. El director consiguió generar un buen equilibrio, combinando el timbre de les cuerdas, tan hermoso y aterciopelado a veces como hiriente otras, la potencia de los metales y la percusión, intentando que la orquesta no tapara a las voces.

No es habitual que la Orquesta del Liceu viaje al extranjero. La última salida de estas características se remonta a 2017 cuando actuó en la sede de las Naciones Unidas de Ginebra con un concierto de los Derechos Humanos en homenaje a las víctimas del terrorismo de Barcelona y Cambrils.

El concierto de este sábado en París debía haberse realizado dos años antes con motivo del 175 aniversario del Gran Teatre del Liceu pero la pandemia lo impidió. La actuación en París responde al hermanamiento promovido cuando Gustavo Dudamel estaba al frente de la Ópera Nacional de París, cargo que ha abandonado recientemente. Gracias al intercambio entre ambas instituciones la Orquesta Nacional de la Ópera de París ofreció en el Liceu la 'Novena' de Mahler dirigida por Dudamel el pasado 20 de septiembre y la Orquestra del Gran Teatre del Liceu ha podido debutar por fin en la capital francesa. ¡Châpeau!

Alemany por cierto, invitó a la orquesta parisina a volver a Barcelona, esta vez para tocar en el Liceu Mar en primavera de 2028, la nueva sede del Liceu en la Barceloneta todavía está por diseñar.