Rosalía homenajea al Jazzsí, el bar de Barcelona donde se forjó como artista

Rosalía fue la protagonista el jueves de 'Hot Ones', programa de entrevistas con la gastronomía picante como excusa del portal estadounidense First We Feast. El pretexto eran las alitas de pollo con salsas más o menos infernales. Solo el pretexto. Rosalía explicó durante la conversación con Sean Evans que el local más importante para su forja como artista fue el Jazzsí Club de Barcelona.

El Jazzsí, propiedad del Taller de Músics, abrió en 1992 en la calle de Requesens, 2 con una licencia vinculada a su uso como auditorio de la escuela de música donde estudió Rosalía. Desde entonces y hasta el pasado 15 de mayo ofreció actuaciones a diario. Tranquilos: esta joya de la ciudad no ha cerrado sino que "está congelada", en palabras de Lluís Cabrera, fundador del Taller de Músics. Esto es, está de reformas profundas tras tanto tute y reabrirá con la misma orientación en unos meses.

Cabrera considera que el recordatorio de la cantante, compositora y productora para el Jazzsí significa que "no ha perdido la memoria y tiene los pies en la tierra". "Es una superestrella humana", añade.

Precepto elástico

El Jazzsí ofrecía y volverá a ofrecer actuaciones de alumnos y profesores del Taller de Músics, precepto que hay que entender de una manera elástica. Por ejemplo: allí puede actuar un solista de jazz de fama internacional respaldado por estudiantes y maestros (poca broma con ambos) del centro, actualmente escuela superior de música.

Por el escenario del club de música en directo, también bar y restaurante, han pasado Enrique Morente, Juan Habichuela, Carmen Linares, Miguel Poveda o Mayte Martín, expone Cabrera. A quien, sabido es, le chifla el flamenco. Pero la programación también se nutre de jazz, rhythm'n'blues, música cubana y rumba catalana.

Cabrera recuerda un concierto "brutal" de Rosalía con el guitarrista Chicuelo, profesor del Taller, en el Jazzsí. No fue el único que la creadora ofreció allí. Asimismo cantó Rosalía en los homenajes a Carmen Amaya, en el Grec, y Maruja Garrido (con guion de Luis Troquel), en el festival Ciutat Flamenco, ambos espectáculos impulsados por el Taller.

Carisma y ganas de aprender

Rosalía destacó desde el primer día en el Taller, señala Cabrera. Por un lado, por su carisma: "Tenía un imán. Siempre era el foco de atención". Y, por otro lado, por unas ganas feroces de aprender: "Chiqui de La Línea, su profesor de cante, me dijo: 'Me cruje a preguntas que me obligan a recuperar discos y libros y apuntes que tenía olvidados. No sé qué tiene pero a la vez es superantigua y nueva'".

Cabrera se quedó de piedra cuando Rosalía le dijo: "Quiero hacer música que guste a millones de personas".

Admiración

El orgullo de Sant Esteve Sesrovires muestra su admiración en 'Hot Ones' por los músicos que actúan en restaurantes, clubs y celebraciones donde no son el motivo por el que han acudido los asistentes. "Esto curte mucho", certifica Cabrera.

Tras una época un poco turbia con gestión externa, el Jazzsí reabrirá en meses con gestión directa del Taller. Es parte el espacio de lo que Cabrera denomina la "lluvia fina" que hace crecer la música en Barcelona, en contraposición al "granizo" festivalero que acapara los focos.