Del 7 al 11 de junio en el Tantarantana

'Jenin feat Raval', cinco mujeres se escuchan y arropan de riba a riba del Meditérrano

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La catalana Xantal Gabarró escribe y dirige esta producción artística y "política de cabo a rabo" que se estrenará en paralelo en Barcelona y en Cisjordania, protagonizada aquí y allí por vecinas del lugar

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A1-175169782.JPG / FERRAN NADEU

Helena López

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Ana Cortiñas entra en el a esta hora de la mañana bullicioso Atlanta sujetando el manillar de su patinete eléctrico, ese con el que se desplaza de desahucio a desahucio, vestida con el chándal negro y rosa del Sindicat d'Habitatge del Raval (SHR) y su generosa sonrisa, que se ensancha al saludar a Xantal Gabarró y Mariam Bahous Yaloui, sus 'socias' en esto, ya sentadas frente a sus cafés con leche. Quedan pocos días para el estreno, el primero para Cortiñas, quien a sus 66 años se subirá al escenario por primera vez, y se las ve felices.

"Xantal tiene algo que transmite confianza", resume Mariam, nacida en el barrio del Raval hace 27 años, de padres marroquís, graduada en Trabajo social y amante del teatro desde niña, muy vinculada a Xamfrà, centro de música y escena para niños y jóvenes del barrio. Las tres comparten calles y, desde hace un año, un proyecto que verá la luz el miércoles, 7 de junio en el teatro Tantarantana; en el barrio, como no podía ser de otra forma.

Escrita y dirigida por Gabarró, 'Jenin feat Raval' es un proceso artístico y político "de cabo a rabo" -subraya- que se estrenará en paralelo en Barcelona y Cisjordania, en el Freedom Theatre de Jenin, donde sucede la mitad de la historia tanto encima del escenario como fuera del teatro.

 Mariam Bahous Yaloui, una de las actrices de 'Jenin feat Raval'.

 Mariam Bahous Yaloui, una de las actrices de 'Jenin feat Raval'. / FERRAN NADEU

El espectáculo, que mezcla audiovisuales y teatro en vivo como herramienta para tener a las cinco protagonistas siempre en escena -aquí y allí- nace de un encargo de Servei Civil Internacional (SCI) y la asociación SUDS, que pidieron a Gabarró un "proyecto escénico que tuviera que ver con Palestina", sin más concreción.

Dándole vueltas a qué podía hacer ella, desde aquí, llegó rápido a la conclusión de que tenía que ser haciendo una colaboración con el un proyecto artístico allí, y supo en seguida cuál tenía que ser. El Freedom Theatre de Jenin, "un proyecto de cultura comunitaria super potente que llevo muchos años trabajando en Cisjordania"; así que les escribió un correo a puerta fría con la propuesta, que ha acabado, solo un año después, convertido en 'Jenin feat Raval', producción interpretada por cinco mujeres -dos palestinas y tres barcelonesas, dos de ellas Mariam y Ana- que se estrenará (casi) en paralelo en ambos territorios (allí, en árabe, dirigida por Ahmed Tobasi y estrenada un poco más tarde, en septiembre, para hacerlo coincidir con su Festival de Teatro Feminista).

Ana Cortiñas, una de las protagonistas de 'Jenin feat Raval'.

Ana Cortiñas, una de las protagonistas de 'Jenin feat Raval'. / FERRAN NADEU

Lo segundo que la dramaturga tuvo claro era que quería "hacer dialogar" los dos territorios, el Raval, su realidad, y el campo de refugiados de Jenin -donde está el teatro-, y que quiénes interpretaran las historias fueran sus propias protagonistas. "La prioridad era que fueran personas que hubieran vivido el barrio, no por buscar verdad escénica, ni por qué solo podamos interpretar quiénes somos, sino por el proceso político que perseguía", insiste la directora.

Obras gemelas

La idea inicial era que fueran dos mujeres de aquí y dos de Palestina, aunque "por cuestiones logísticas al final han acabado siendo tres y dos", explica Gabarró con el murmullo de la cafetera del Atlanta de fondo, sentada frente a dos de estas tres vecinas del Raval que la escuchan con mirada cómplice.

La tercera actriz catalana -y la más joven, con solo 21 años- es Amanda Forcadas, criada en Forn de teatre Pa’tothom; y desde el otro lado del Mediterráneo, interpretan el mismo texto, traducido al árabe por Mohammad Bitari, Rania Wasfi e Israa M Awartani, las otras dos protagonistas. Es decir, Rania e Israa -ambas trabajadoras del Freedom Theatre- allí harán de ellas mismas -contando sus propias historias, pasadas por la cabeza y las manos de Gabarró- y de sus compañeras barcelonesas; y Mariam, Amanda y Ana harán exactamente lo mismo aquí, pero a la inversa.

"Las actrices tenían que ser personas que hubieran vivido el barrio, no por buscar verdad escénica, ni por qué solo podamos interpretar quiénes somos, sino por el proceso político que perseguía"

Encontrar a las protagonistas en el sentido más amplio del término, ya que no solo iban a ser las actrices que se iban a subir al escenario, sino que sus vidas serían las historias que iban a ser contadas, resultó lo más sencillo del proceso. La creadora tenía claro desde el primer momento que una de ellas tenía que ser Ana. "Es muy mágica; la voz que tiene, la presencia cuando la subes a un escenario... Para Ana no hubo cásting", confiesa Gabarró, quien conocía la historia de Cortiñas -muy dura por cómo se desarrolló su desahucio, y la larga batalla hasta lograr el piso social- por su vinculación con el SHR.

El 'crush' con Mariam fue también total. Buscaba una chica joven, nacida en el Raval de padres migrados. Preguntó en Xamfrá y en Forn de teatre Pa’tothom y desde ambos espacios, conectadísimos con el terriotorio, le dieron su nombre. "Fue fuerte, porque justo estaba haciendo el trabajo de final de grado en el que quería demostrar cómo el teatro es una herramienta de transformación social", recuerda la joven, quien ese verano [meses que Gabarró dedicó escribir el guion] lo pasó en Tánger, tras años sin ir "por cosas". Desde allí regaló a la directora decenas de audios desde las entrañas, con valiosísimo material para el texto que se estrena este miércoles; cuyas entradas -quedan ya muy pocas- se venden a 10 euros, algo que las tres celebran y agradecen, para poder llegar a vecinas que normalmente no suelen pisar demasiados teatros.