Discos de la semana

Foo Fighters, furia y desgarro después del duelo en 'But here we are'

Los nuevos elepés de Noel Gallagher's High Flying Birds, Étinne Daho y Kassa Overall, también reseñados

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La banda de Dave Grohl se rehace de la tragedia de la muerte de Taylor Hawkins en un álbum expeditivo que equilibra la tralla y la introspección

Foo Fighters

Foo Fighters / Sony Music

Rafael Tapounet
Jordi Bianciotto
Roger Roca
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Desde hace un tiempo se observa un goteo de álbumes de veteranos que disertan en torno a la muerte (los últimos de Springsteen, Dylan o Paul Simon), lo cual nos confirma que la generación del rock (y cercanías) ha derivado hacia un lenguaje apto para los pensamientos más trascendentes. Y en estas que un grupo de músicos de una quinta más joven, que ha manejado cierto fondo dionisíaco, como es Foo Fighters se apunta a esta discreta corriente con ‘But here we are’, el disco que les ha pedido el cuerpo (y el espíritu) tras el deceso de su estimado amigo el batería Taylor Hawkins.

La historia es sabida: Hawkins falleció en marzo de 2022, a los 50 años, de un fallo cardíaco en el que tuvo que ver la acumulación de sustancias tóxicas detectadas en su organismo. A ese óbito se sumó el año pasado otro, el de Virginia, la madre de Dave Grohl, el fundador y líder de Foo Fighters. Hechos ambos que explican el tono de ‘But here we are’: serio y crudo, y a la vez marcadamente vitalista. Solo hay que oír a Grohl bramando con rabia, tensando las cuerdas vocales al límite del siniestro total, en el estribillo del tema titular, cuando, dirigiéndose a su colega, canta: “Te di mi corazón, pero aquí estamos / Te salvó mi arte, pero aquí estamos”.

Un millón de millas

Puede venirnos a la cabeza el primer álbum de Foo Fighters (1995), en el que flotaba el espectro de Kurt Cobain, si bien entonces los textos estaban más bien encriptados, mientras que aquí, Grohl habla claro y meridiano desde la robusta apertura con ‘Rescued’, evocadora del momento crítico: “Pasó en un instante / Salió de la nada / Sucedió tan rápido / Y luego se acabó”. Y sigue en esa senda en el segundo tema, ‘Under you’, uno de los mejores, de arrollador alt-rock melódico, donde habla de tú a tú a Hawkins recordando el “millón de millas” que ambos amigos caminaron juntos.

Mientras que su álbum anterior, ‘Medicine at midnight’ (2021), lucía juguetón y diverso en sus tonalidades musicales, esta entrega (la tercera seguida con producción de Greg Kurstin) resulta algo más centrada en la identidad clásica, originaria, de Foo Fighters. Con secuencias de tralla sabiamente dosificada (‘Nothing at all’), abriendo espacio a medios tiempos en los que seguir dialogando con los espectros (‘Hearing voices’) y permitiéndose jugar con texturas oníricas (‘Show me how’, con Violet, hija adolescente de Grohl, en los coros).

En su pulso entre el tormento interior y el imperativo de seguir adelante, Foo Fighters acarician la catarsis en ‘The teacher’, con sus diez minutos de trayecto en zigzag a la memoria de la figura materna, que planea también en la pieza final, ‘Rest’, balada árida, épica en sus acordes finales. Cierre de una obra que parece sugerir un nuevo comienzo para esta banda surgida hace casi tres décadas de las cenizas de Nirvana. Jordi Bianciotto

Otros discos de la semana

En su primer elepé en seis años, Noel Gallagher se reconcilia con su pasado sin refugiarse en él, saca brillo a su arsenal de estribillos, lanza guiños a The Cure (‘Pretty boy’) y a Prince (‘Open the door, see what you find’) y entrega la mejor colección de canciones de su etapa post-Oasis, alcanzando la cima con una espléndida balada de aire cinematográfico (‘Dead to the world’) que ha merecido los elogios del mismísimo Liam Gallagher (un logro asombroso). Rafael Tapounet

Después del turbio ‘Blitz’ (2017), y de arropar a Jane Birkin, el cantante-compositor francés (de Orán) señorea como refinado melodista y arquitecto de elegantes construcciones acudiendo a orquestaciones frondosas, recesos semiacústicos y pellizcos de rock y electrónica. Un álbum muy disfrutable, poético y vivido, con trofeos como ese majestuoso ‘Boyfriend’ o el vibrante dúo con Vanessa Paradis, evocando a Ava Gardner y Frank Sinatra, en el tema titular. J. B.

Batería, productor, 'beatmaker' y rapero, Kassa Overall es uno de los pocos artistas que realmente manejan jazz y hip hop como si fuesen dialectos de una misma música. Alquimista excepcional del sonido, Overall es, además, un narrador potente. En 'Animals', melancólico, oscuro, Overall y sus invitados -raperos pero también músicos de jazz- hablan sobre sentirse frágil, sobre qué significa ser 'normal' y sobre cómo, a veces, todo parece que va cuesta arriba. Una mano tendida para quienes sienten que están al límite. Y de fondo, suena un 'beat' perfecto. Roger Roca

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